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Kuromukuro, misterio, robots gigantes y samuráis

Como este es el primer anime de mechas del que voy a hablar, comencemos con una breve introducción; Algunos de los primeros animes que vimos, allá en los lejanos 80, eran del género mecha, como el archiconocido “Mazinger Z”, o el menos conocido pero queridísimo en mi casa, “Gangar”. Cierto es que entonces no sabíamos lo que era el anime ni los mechas ni nada de eso, pero aquella idea del robot gigante tripulado por un chaval que ha de salvar el mundo luchando con otros robots gigantes caló en nuestras mentes.

 

Aquí tenéis a Gangar, que a Mazinger ya lo conocéis

 

A raíz del exitazo de Mazinger, esto de los mechas, que ya venía de lejos en Japón, se popularizo mundialmente, siendo una gran influencia para el anime con multitud de títulos como mi añorado “Gangar” o el gran “Robotech”, en anime, o para el cine con la peli de Guillermo del Toro, Pacific Rim, como mayor ejemplo.

 

La primera de Pacific Rim está bastante chula

 

Pero hubo que esperar hasta mediados de los 90, para que “Neo Genesis Evangelion” revolucionara el género mecha, ayudando a dar un nuevo gran impulso al anime fuera de Japón. El género estaba un poco atascado, y este anime lo cambio todo, aunque la mayaría no entendiéramos nada. ¡Pero que chulo estaba! Era algo nunca visto, y al igual que ya paso con Mazinger, empezaron a salir multitud de animes inspirados por la obra de Hideaki Anno, destacando de entre los que he visto el muy interesante “Darling in the franxx”, del que ya hablaré otro día. Pero la verdad es que la mayoría que he visto han sido siempre un poco lo mismo.

 

Neo Genesis Evangelion fue y sigue siendo indispensable. Y su última revisión de cuatro películas ha quedado genial, y hasta se entiende

 

Y aquí llega el anime que os traigo hoy, que es raro, sí, pero eso es bueno, pues por su propuesta y su mezcla de géneros, se sale de la senda marcada por sus antecesores para traernos una propuesta distinta.

Ahora sí, vamos al lio; La historia comienza, y se desarrolla en su mayor parte, en un complejo científico situado en la famosa presa Kurobe en Japón, donde estudian un misterioso cubo descubierto en los sesenta y que parece llevar allí siglos. El complejo comprende viviendas para los familiares de los científicos y militares destinados allí y un instituto para sus hijos. Allí acude, como cada día, Yukina Shirahane, la joven estudiante protagonista de la historia. Solo que este no será un día más, pues su vida está punto de cambiar para siempre. La suya y la de todos, ya que un mecha está atacando y no hay manera de pararlo. Pero tranquilos, el misterioso cubo se ha activado y va a rebelar su contenido, y este es… ¡Un samurái!

 

El entorno de la presa se convierte en un personaje más

 

¿Pero qué podría hacer un samurái contra un mecha? Eso ya tendrás que verlo tú, pues del samurái solo os diré su nombre, Kennosuke Tokisada, y que su aparición en el mundo actual de teléfonos inteligentes y redes sociales creará algunas de las situaciones más cómicas e interesantes, sobre todo al inicio del anime, pues el hombre, además de ser todo un enigma, está hecho un lio.

¿Suficientemente raro? Pues agárrate de la silla. Solo deciros que, aparte de Mechas, Samuráis, militares y estudiantes de instituto, también hay ogros de la tradición clásica japonesa y extraterrestres. ¡Toma ya! Como dijeron los productores de “Aliens vs Vaqueros”; ¿Qué podría salir mal de mezclar todo esto? Pues muchas cosas, pero mira por donde, el asunto salió bastante bien esta vez.

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Y es que algo fundamental para que todo este batiburrillo ligue es el tono. “El equilibrio es la clave, Daniel San”. Es por esto que la mezcla queda ligerita pero consistente, con un tono dramático cuando toca (Están atacando a la tierra con mechas y eso atribula a cualquiera), pero también con un tono cómico muy bien llevado, con momentos para la risa y otros para la sonrisa. Se hace agradable, a la vez que interesante y emocionante, ir descubriendo una trama que está bastante bien urdida, entre descubrimientos, batallas y clases de matemáticas, hasta llevarnos a un final que me pareció que lo dejaba todo bien atado, y eso se agradece. O casi todo, ya que se habló de una tercera temporada para 2021, 2022… Si la sacan, que lo empiezo a dudar, la veré el primero, pero no es necesaria para disfrutar al máximo de este anime.

 

 

Durante todo el anime los misterios se suceden

También cabe destacar que la animación está genial, con un aire clásico que me agrada, una acción estupenda y con variedad de personajes secundarios bien definidos. No os diré aún como pelean los mechas, que por cierto tienen unos diseños muy chulos, solo diré que me encanta. Los secundarios tienen personalidad e importancia en la historia, ya sean estudiantes, científicos, militares, villanos o la encantadora familia de Yukina, cada cual tendrá sus momentos y llegaremos a conocerlos bien.

 

Las relaciones que se establecen entre el grupo de jóvenes son muy interesantes

 

Y así se nos presentan dos temporadas con un total de 26 capítulos de algo más de 20 min, que se pasan volando por su mezcla de acción muy bien llevada, grandes misterios, ciencia ficción, y vida cotidiana, casi costumbrista, ya sea en el instituto o en casa de la familia de Yukina, con un toque de verosimilitud y actualidad que es refrescante, poniendo énfasis, por poner un ejemplo, en el uso de internet y las redes sociales.

En definitiva, que si te gustan los robots gigantes y los samuráis (¿Y a quién no?) y queréis ver un anime de mechas con fundamentos clásicos, pero al mismo tiempo diferente, moderno y divertido, aquí tenéis KuromuKuro.

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