Análisis – Songs of Conquest
Larga vida al heredero del HOMM
Songs of Conquest es un juego de estrategia disponible en Steam, que está siendo ampliamente aclamado por su apartado artístico y banda sonora. Este título se presenta como el heredero espiritual de Heroes of Might and Magic, atrayendo tanto a veteranos de los juegos de estrategia como a nuevos jugadores. El género de la estrategia por turnos, tal como lo dominaron los legendarios Heroes of Might and Magic en los años noventa, parece estar casi extinto. Son pocas las entregas que combinan la construcción de castillos, la mejora de héroes y las épicas batallas entre diversas unidades, y aún menos las que logran superar a Heroes que tiene ya más de 25 años de antigüedad.
Ante este juego, no nos cabe más pensar que ocasionalmente nos encontramos con gemas que, aunque pudieran parecer pequeñas en tamaño, brillan con un resplandor único. Tal es el caso de Songs of Conquest, título que emerge como una renovación y homenaje en el género de la estrategia por turnos, siguiendo de cerca los pasos de ese gran referente del pasado: Heroes of Might & Magic, sobre todo el 3, que habremos de reseñar en Somos Gaming en nuestra parte retro.
No está de más recordar que Heroes of Might & Magic es una franquicia venerada por muchos amantes de los juegos de estrategia. Con su combinación única de elementos de rol y estrategia por turnos, logró cautivar a una base de fans leal a lo largo de los años. Songs of Conquest emerge como un heredero digno de ese legado, y habiendo sido desarrollado por el equipo sueco de Lavapotion, este juego lleva consigo la misma esencia que hizo grande a su predecesor. Les agradecemos tanto a ellos como a GamePress la posibilidad de probar un juego que nos ha enamorado al instante.
Pantalla de inicio
En Songs of Conquest, los jugadores se embarcan en una emocionante aventura a través de una tierra fantástica, donde múltiples facciones luchan por el dominio. La mecánica del juego, basada en la exploración de un mapa, la gestión de recursos y la realización de batallas por turnos, es una reminiscencia, como repetiremos muchas veces en esta reseña, de los gloriosos días de Heroes of Might & Magic (HoMM). Sin embargo, Lavapotion logra imprimir su propio sello, ofreciendo una experiencia fresca pero familiar para los aficionados al género.
El inicio y el menú, aunque la tipografía es lo que menos me ha gustado del juego, es funcional y nos ofrece tres tipos de partida (campaña, conquista, multijugador), recuperar alguna partida anterior o crear mapas propios, volviendo a la esencia de los 90 de diseñar tus propios mapas para jugar.
¡Empezando a jugar!
Como hemos dicho, cuando deseamos comenzar una partida en Songs of Conquest, nos encontramos con tres modos de juego diferentes: Campaña, Conquista y Multijugador. En el modo de campaña, elegimos una de las cuatro razas y nos sumergimos en historias que constan de cuatro misiones cada una. Estas razas incluyen humanos, no muertos, guerreros del desierto y habitantes de los pantanos. Sin embargo, también podemos comandar clases que parecen haber salido de una película de fantasía, como los habitantes del bosque con cuernos. Es interesante ver cómo todas estas historias están interconectadas, pero debo decir que quizás la variedad de las cuatro razas es un poco limitada, en el HoMM 3 había muchísimas.
Cuando ingresamos al modo de Conquista, nos encontramos con tres modos de juego diferentes. El primero son los 35 mapas de Conquista, cada uno con su propia tarea, ya sea derrotar a todos los enemigos, encender todas las antorchas o encontrar un objeto antiguo. El segundo modo incluye 10 mapas de Desafío en dificultades media o alta, donde luchamos contra la inteligencia artificial. Finalmente, tenemos la opción de jugar en mapas aleatorios ajustables a nuestro gusto. El juego también cuenta con un editor de mapas, lo que nos permite diseñar nuestras propias aventuras y compartirlas con otros jugadores.
Disfrutando de la partida
Si estás familiarizado con HoMM u otros juegos similares, te sentirás como en casa al jugar Songs of Conquest. El juego se compone básicamente de dos partes principales. La primera es un mapa del mundo visto desde arriba, donde controlamos a nuestros héroes de manera basada en turnos, explorando y recolectando minerales, recursos, tesoros, etc. La segunda parte ocurre cuando nos enfrentamos a un enemigo, momento en el que controlamos nuestros ejércitos en el campo de batalla. Todo esto funciona de manera similar a como lo recordamos de las series de HoMM.
Desarrollar un reino poderoso es un aspecto central del juego. Esto se logra a través de victorias en combates y la adquisición de recursos, lo que permite mejorar los asentamientos y contratar más tropas.
La gestión de recursos y la construcción de ciudades son elementos fundamentales en Songs of Conquest (como en sus predecesores). Los jugadores deben tomar decisiones estratégicas sobre cómo invertir sus recursos para fortalecer su ejército y expandir su imperio. Esta mecánica, combinada con la exploración del mundo del juego en busca de tesoros y aliados, añade una capa adicional de profundidad y estrategia al juego.
Los recursos en Song of Conquest son vitales para el desarrollo del reino. Estos incluyen oro, piedra, madera, ámbar ancestral y mineral celeste, que se utilizan para mejorar asentamientos y contratar nuevas tropas.
El otro elemento fundamental es el combate, como hemos dicho. El combate en Songs of Conquest se basa en el posicionamiento y el orden de turno. Las estrategias defensivas y ofensivas son esenciales, y el éxito en las batallas depende de cómo se dispongan las tropas en el campo de batalla.
Sin embargo, a diferencia de los predecesores antiguos, en Songs of Conquest debes pensar mucho más en tus tácticas. En casi todo momento, te enfrentas a alguna decisión estratégica, y tienes la oportunidad de reaccionar adecuadamente a cada situación. La posibilidad de ser perjudicado por la casualidad es mínima.
Si, por ejemplo, te encuentras escaso de recursos raros y aún no has encontrado una mina, puedes investigar en tu castillo una generación pasiva de materiales específicos o enseñarle a un héroe secundario cómo generar recursos por sí solo. ¿Tienes pocas unidades? No hay problema, puedes construir múltiples cuarteles del mismo tipo en una sola ciudad y aumentar significativamente la producción de tu ejército. ¿Una ciudad está siendo atacada frecuentemente por enemigos? Puedes construir torres y murallas en ella y convertirla en una fortaleza fronteriza que el enemigo encontrará difícil de conquistar.
Además, hay opciones que aceleran el ritmo del juego y eliminan la necesidad de perseguir a héroes débiles por el mapa, que ocupan minas y ciudades. Por ejemplo, cada ciudad se “repinta” después de ser conquistada durante al menos dos turnos, lo que te da tiempo para recuperar la fortaleza. O la posibilidad de construir un edificio especial incluso en pequeñas aldeas, donde puedes reclutar todas las criaturas de otras ciudades. Así, no necesitas que tu héroe se desplace innecesariamente de castillo en castillo para reforzar tus filas.
Puede parecer una simplificación excesiva en algunos casos, pero alcanzar la excelencia en el juego lleva decenas de horas. El juego elimina elementos repetitivos e innecesarios para enfatizar y profundizar la complejidad donde es necesario.
Como podemos ver, se ha logrado agregar suficientes elementos nuevos para que el juego se sienta fresco y original, al mismo tiempo que se mantiene fiel a las raíces del género. Entre otros ejemplos, el sistema de magia ha sido completamente revisado. Ahora, en lugar de construir una torre de magia en tu ciudad y mejorarla de nivel, obtenemos puntos de hechizo de cada unidad que controlamos en las batallas. Estos puntos se acumulan y nos permiten lanzar hechizos sin necesidad de abrir un libro de hechizos. Aunque puede tomar un tiempo acostumbrarse, resulta bastante práctico y acelera el juego.
Sin embargo, puede que algunos hechizos sean un poco débiles; aunque vemos hechizos familiares como la bola de fuego, su daño es bastante bajo. Además, la ausencia de hechizos de curación para nuestras unidades es una desventaja notable. Otra característica que me pareció algo errada fue la imposibilidad de ordenar a nuestras unidades que “esperen” durante las batallas y la falta de una opción de “rendirse“, lo que nos obliga a luchar incluso cuando sabemos que vamos a perder.
También se han realizado cambios en la gestión de la ciudad. Ahora, construir nuevos edificios, reclutar unidades y contratar nuevos héroes se realiza directamente desde el mapa del mundo. Hay tres tipos de edificios: pequeños, medianos y grandes, y solo puedes construirlos en lugares específicos. Sin embargo, rara vez tienes suficiente espacio para construir todos los edificios disponibles, por lo que necesitas planificar estratégicamente qué edificios necesitas.
En este momento, Songs of Conquest presenta cuatro castillos maravillosamente diseñados. En los reinos de Arleon encontrarás espadachines humanos, arqueros y caballeros a caballo, así como guerreros “elfos” y poderosos druidas que desatan hechizos.
Por otro lado, el baronato de Loth es una facción no muerta que incluye esqueletos, espectros, toxicólogos de tiro mortal y cultistas. Entre las unidades de la jungla de Rana se encuentran chamanes, saqueadores de ranas, guerreros tortuga y poderosos dragones. Y entre los mercenarios de Barye, puedes jugar como mosqueteros, bombarderos, peligrosas hienas o lanceros.
No solo las unidades tienen un aspecto fantástico, sino que cada una tiene habilidades únicas. Por ejemplo, las hienas mencionadas anteriormente realizan un contraataque antes de ser golpeadas por el enemigo, los espectros pueden volar alrededor de las unidades enemigas sin provocar ataques de oportunidad, y los arqueros pueden preparar un ataque sorpresa, atacando a la primera unidad que se les acerque descuidadamente dentro de su alcance.
Además de infligir daño a los enemigos en el campo de batalla, las criaturas y soldados generan esencia, una energía con la que lanzas hechizos. Aquí es donde Songs of Conquest añade otro nivel fantástico de jugabilidad.
Los héroes conocen todos los hechizos de base, y lo único que necesitas hacer es asegurarte de recolectar suficiente esencia (y en el color correcto). Si quieres lanzar hechizos de destrucción, es importante priorizar unidades que te den el tipo de energía necesario. Y no dudes en dividirlas en varios grupos más pequeños, ya que esto te permitirá lanzar varios hechizos por turno.
A primera vista, puede parecer que hay pocos hechizos, pero casi todos tienen alguna utilidad. Desde tele portaciones hasta ataques múltiples, rayos encadenados, potenciadores, debuffs y magia de curación. Songs of Conquest se trata tanto de poderosos hechiceros como de la fuerza de las unidades en el ejército.
Y es simplemente un placer cuando logras lanzar minas explosivas sobre un trío de hexágonos y luego apartar al enemigo con un hechizo de repulsión, haciendo que el villano no solo reciba un golpe de tu unidad cercana porque abandonó su área de efecto, sino que también pase por las minas explosivas y tú puedas alegrarte por tu propia genialidad estratégica.
Hemos mencionado varias veces la necesidad de tomar decisiones, de planificar y de aplicar la táctica. Esto también se aplica a los héroes, ya que al principio solo puedes tener tres grupos de unidades. Así que no puedes simplemente crear una alineación de débiles comandantes y verter una poderosa armada entre ellos; primero debes nivelarlos y desbloquear gradualmente nuevos espacios para las unidades.
Del mismo modo, también hay límites en el número máximo de unidades en un solo grupo. Al principio, solo caben tres dragones en un batallón, por ejemplo. Estas limitaciones aparentemente arbitrarias tienen una clara función: reducir la explotación del sistema de juego y frenar un poco el avance de los jugadores que podrían tener suerte al principio con ejércitos neutrales más débiles o que se les favorezca por el diseño del mapa. Como he mencionado anteriormente, todas las limitaciones tienen su respuesta táctica, y también puedes encontrarla en el tope máximo de unidades.
A través de una costosa investigación (para la cual también debes construir un edificio caro), puedes aumentar el tamaño de los batallones, desbloquear bonificaciones para los atributos de las unidades e incluso aumentar la cantidad de esencia generada, y finalmente también obtener habilidades pasivas adicionales. Songs of Conquest va mucho más allá en las posibilidades de mejorar tu facción y ajustes según tu estilo de juego, mucho más de lo habitual.
¡Sólo un rato más!
Y de hecho, podría seguir enumerando lo que el juego hace de manera diferente y lo que hace excepcionalmente bien. Desde las batallas, donde incluso la elevación es importante y cada enfrentamiento te presenta pequeños rompecabezas de combate, hasta una gran cantidad de herramientas de modificación, mapas comunitarios y campañas (por cierto, ya se están convirtiendo mapas y plantillas de HoMM 3). Con Songs of Conquest, definitivamente no te aburrirás.
Pero además del generador de mapas y decenas de escenarios, tenemos las cuatro campañas muy bien realizadas con una historia intrigante entrelazada y mapas variables. Claro, a veces tienes que recurrir a una posición guardada anteriormente, porque puedes terminar fácilmente un turno en un lugar donde un héroe extremadamente poderoso te embosque desde un mapa no revelado y te borre brutalmente del mapa, pero este es más bien un problema general de los juegos por turnos en lugar de Songs of Conquest en particular. Tenemos además el multijugador y todas las opciones que comentamos del modo conquista.
OPINIÓN:
Songs of Conquest combina la estrategia y una narrativa profunda para ofrecer una experiencia de juego única. Es más que una simple imitación de sus predecesores. Es un homenaje respetuoso a un clásico del género, que logra capturar la esencia de lo que hizo grande a Heroes of Might & Magic mientras añade su propio toque único. Con su jugabilidad, sus batallas por turnos y su rica narrativa, este juego promete ofrecer horas de diversión para los aficionados a la estrategia.
Desde su lanzamiento hace 25 años, había un juego de estrategia que aún se encuentra en boca de todos los amantes del género: Heroes of Might & Magic III. A pesar de que han surgido cuatro secuelas y numerosos juegos similares desde entonces, ninguno ha logrado capturar la esencia que lo hizo tan especial. Siempre parecía que algo faltaba. Ahora, Songs of Conquest se adentra en esta aventura para llenar el vacío dejado por ese legendario juego, ¡y no lo hace nada mal! ¿Será este el comienzo de una nueva era para los juegos de estrategia por turnos? Solo el tiempo lo dirá.
Songs of Conquest logra satisfacer tanto el hambre por Heroes of Might & Magic como ser un juego único en sí mismo. Aunque la falta de variedad en las razas y las restricciones en el tamaño de los ejércitos pueden ser un poco molestas, su capacidad para crear una sensación de “solo una partida más” es igual de buena que su predecesor.
GRÁFICOS: Una de las características más destacadas de Songs of Conquest son sus impresionantes gráficos de píxeles. Tanto los mapas como las unidades están diseñados con gran detalle y amor por el trabajo artesanal.
HISTORIA: Las 4 historias entrelazadas entre las razas que podemos ver en el modo campaña son una maravilla, aunque se quedan cortas.
SONIDO: De manera similar, la banda sonora, aunque escasa, logra capturar la esencia del juego de manera efectiva.
JUGABILIDAD: La jugabilidad es natural y absolutamente clara, sobre todo para los que disfrutaron del HoMM. Algunos detalles menores no oscurecen la brillantez de este apartado que se siente muy bien integrado.
Desde Somos Gaming queremos dar las gracias a GamePress y Lavapotion por facilitarnos clave digital
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