TENDENCIAS HOY

Análisis – Rebel Transmute

Análisis – Rebel Transmute

Volando por el cosmos

 

 

Somos Luna Mikono, y viajamos por el cosmos a bordo de nuestra nave, el Erizo Espacial, en dirección al planeta Terra 6, lugar destinado a realizar experimentos de terraformación y donde trabajaba nuestra madre, una investigadora jefa, antes de que un incidente acaecido hace ya un año acabara con todo y con todos. O al menos eso ha contado la corporación encargada del proyecto, que además culpa a los sindicatos. Luna ya no se cree nada de lo que dicen unos y otros así que quiere comprobar las cosas por sí misma.

 

 

Al acercarnos, el Erizo Espacial nos alerta de que desde el planeta se nos está lanzando el aviso de que no podemos continuar, aquella es una zona restringida. Y no se trata de un aviso cualquiera, la cosa es grave. Pero nuestra arrojada protagonista lo ignora, para poco después recibir el impacto de una especie de onda de energía que golpea nuestra nave, lo que nos proporciona un aterrizaje de lo más movidito.

Lo siguiente que vemos es que estamos sumergidas en un tanque trasparente lleno de líquido, algo así como los tanques de bacta de Star Wars o aquellos otros que había en la nave nodriza de las fuerzas de Freezer en Drangon Ball, donde intuimos que nos hemos estado recuperando de nuestra accidentada llegada a Terra 6.

Al despertar no sabemos dónde estamos ni que es lo que ha pasado, pero la voz de una tal doctora Inaya, una de los pocas supervivientes del desastre y que se alegra de que por fin despertemos en lo que resulta ser una cápsula de estasis, nos indicará un par de cosas; por una parte nos dirá que vayamos a buscar un inyector de hematochispa que anda por allí cerca, una especie de jeringuilla que acumula está energía cuando destruimos a enemigos, plantas y objetos y que, en conjunción con nuestro traje, nos permitirá ir recuperándonos de las más que posibles futuras heridas, y por otro lado nos apremia a que, después de encontrar dicho inyector, vayamos a encontrarnos con ella.

 

 

Así que, pertrechados con nuestro fusil de plasma, nuestro exotraje y tan solo la capacidad de saltar, agacharnos y deslizarnos, tendremos que romper el cristal de la capsula de estasis, pues esta no está preparada para abrirse desde dentro y no parece que nadie vaya a ayudarnos a salir, y una vez fuera, comenzaremos nuestra aventura explorando los laboratorios donde hemos despertado.

Así arranca Rebel Transmute, un metroidvania de manual enmarcado en un pixel art muy bonito, detallista y variado, aderezado con una historia de ciencia-ficción intrigante y sugerente, y que te ofrecerá un montón de opciones jugables según vayas avanzando y mejorando tus habilidades, armamento y traje.

Al inicio, como decíamos antes, solo podremos disparar a corta distancia en cuatro direcciones, deslizarnos y saltar, poco después obtendremos la opción curarnos con el inyector de hematochispa, pero terminaremos disponiendo de una serie de habilidades que nos harán combinar todos los botones del mando, y créeme sí te digo que los necesitaras, porque este juego no te lo va a poner fácil. Además de esto, iremos obteniendo una amplia colección de “aumentos” que iremos colocando en unas ranuras de nuestro traje.

 

 

Existe cinco clases diferentes de aumentos, y dentro de ellos una gran variedad a elegir hasta llegar a unos 50 diferentes. Además, cada uno ocupa un espacio en concreto en nuestro exotraje, que tiene de base una capacidad de almacenamiento de 3 unidades, la cual iremos llenando con aumentos que ocuparán 0.25, 0,5, 1… De estas elecciones y su combinación dependerá que tengamos a un personaje más ofensivo o cauteloso, ofreciéndonos mejoras defensivas, de ataque o tácticas, con la ventaja de que, a lo largo del juego, podremos ir cambiando y combinando de diferentes formas estos aumentos en los puestos de reparación, que además nos vendrán de perlas para recuperar hematochispa, y que también hacen las veces de unos socorridos puntos de guardado, lo cual siempre es un alivio.

Al margen de esto también disponemos de un inventario donde veremos hasta ocho posibles mejoras para nuestra armadura y nuestra arma, y un mapa que, por fortuna, encontraremos bastante pronto, pues es de lo más fácil perderse en estos mapeados tan enormes y llenos de secretos.

 

 

En nuestro camino no debemos dejar nada sin explorar, pues en el rincón menos esperado encontraremos algo que nos ayude a avanzar o algún personaje que nos de una nueva pieza de este rompecabezas. Pero claro, al principio no podremos acceder a todas las zonas, y solo seremos capaces de alcanzarlas conforme vayamos mejorando las habilidades de nuestra heroína, así que tendremos que recorrer los mismos lugares varias veces para poder alcanzar ese sitio que, o bien no éramos capaces de llegar, o que estaba bloqueado por alguna puerta o por esas extrañas burbujas que al inicio no podemos destruir ni atravesar. Así iremos desbloqueando zonas, evolucionando y descubriendo los oscuros secretos que esconde esta Terra 6.

El juego me ha dado una grata impresión general, con la mezcla justa entre lo retro en lo gráfico y las mecánicas, pero con un toque moderno que nos dará la sensación de estar jugando a un clásico actualizado en todos sus aspectos, con una banda sonora muy acorde, aunque por momentos pueda resultar algo reiterativa, y que se divide entre la música de fase, la de pelea y la de jefe final, y una historia interesante y llena de cuestiones metafísicas tan propias del género “¿Los humanos también soñáis despiertos?” nos cuestionara uno de los primeros y simpáticos bots que encontraremos por el camino. Todo esto a través de una buena serie de biomas bastante variados y diferenciados entre sí que hace que nunca te canses en cuanto al aspecto visual durante el buen puñado de horas, dependiendo de tu habilidad y del nivel de dificultad en que lo afrontes.

 

 

La dificultad de inicio es alta, los saltos plataformeros son en general muy ajustados, y si yerras, la caída puede ser fatal dependiendo de lo que te encuentres en tu aterrizaje. Además, los enemigos genéricos tienen bastante mala leche, con multitud de mecánicas que, aunque no sean excesivamente complejas, sobre todo si dominas el género, si que son muy variadas ya que te encontraras con unos 80 enemigos diferentes más 10 jefes finales, cada con sus dinámicas, algunas bastante agresivas y puñeteras.

Ante este nivel de dificultad exigente, se contrapone una parte de las opciones que me ha agradado y que se sale del típico “Fácil/Normal/Difícil” pues nos ofrece una serie de posibilidades en cuanto a la configuración de la dificultad del juego, como la velocidad del mismo, la visualización del salto, el disparo automático, hematochispa infinita o salud adicional, pudiendo así adaptarlo a tu gusto. En lo personal suelo jugar a los videojuegos en un nivel intermedio y sin ventajas, pero oye, tampoco es cuestión de frustrarse tanto con la experiencia que acabes tirándote de los pelos, aquel que los tenga, así que me parece genial que puedas configurar la dificultad de esta manera.

 

 

En conclusión; Un metroidvania de manual con todo lo que tiene que tener más algún refrescante toque actual, que nos retrotraerá a los Metroid más clásicos pero de una forma moderna y brillante.

Gráficos: Un pixelado 2D muy bonito y detallista, con multitud de biomas y enemigos, al que se le podría acusar de tener fondos demasiado simples, pero que en mi opinión hacen que resalten el resto del aspecto gráfico, que es colorido y variado. Al tiempo que nos introducen en un tono lúgubre muy acorde a la historia. Las cinemáticas, sin ser la quinta esencia, creo que van acorde con el estilo del juego.

Jugabilidad: Tan exigente como precisa. Luna responde a nuestras indicaciones de manera exacta y fluida, permitiéndonos afrontar tanto la parte de plataformas como la acción a las mil maravillas. Un trabajo muy fino.

Historia: Una relato intrigante que tiene mucho por descubrir y que desde bien pronto nos aportará giros y sorpresas al más puro estilo de la ciencia ficción que se nos irán desplegando poco a poco. Las conversaciones metafísicas con los robots me han parecido deliciosas, recordándome a obras clásicas como “Blade Runners

Sonido: Da un ambiente perfecto a este oscuro y misterioso planeta alienígena, con esos cambios en los enfrentamientos que refrescan una banda sonora que si no podría llegar a ser algo repetitiva. Aunque como tendrás que recorrer el mapa no pocas veces buscando el camino correcto sí que en algún momento puede llegar a “martillearte” un poco.

 

 

Desde Somos Gaming queremos dar las gracias a Jandusoft por facilitarnos clave digital para poder traeros el análisis

Síguenos en X para no perderte nada, en nuestro canal de Youtube y en nuestros canales de WhatsApp y Telegram

Santiago
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)
Facebook
Twitter
Telegram
Skype
Pinterest
Digg
LinkedIn
Reddit
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *