Una historia de…Game Boy, la reina de las consolas portátiles
Game Boy es mucho más que una exitosa videoconsola portátil, es el símbolo de una época y un icono popular, un pequeño ingenio que desde su sencillo concepto, tan diferente al de sus poderosas rivales, demostró aquello de que a veces menos es más . Pero no penséis que la cuarta videoconsola más vendida de la historia tuvo un comienzo sencillo, pues tanto desde la critica como desde dentro la propia Nintendo recibió ataques e incluso burlas durante su concepción.
Pero empecemos por el principio
En la década de los 80 se pusieron de moda unas pequeñas maquinitas con pantalla LCD preimprimidas que hacían las delicias de los más jóvenes. Eran de un nivel muy inferior a lo que ya existía en cuanto a arcades y a las consolas de 8 bits, y solo se podía jugar con ellas a un juego, pero la idea de poder viciar en cualquier lugar ya estaba ahí. Estas fueron ideadas y diseñadas por Grupei Yokoi y su equipo, que a la postre serian los desarrolladores de nuestra protagonista de hoy.
Una parecida a esta fue mi primera maquina de videojuegos. Las había con multitud de diseños, incluyendo la famosa cruceta que luego heredaría Game Boy.
Game Boy sería presentada en varias ferias en 1987, teniendo criticas dispares, pero cuando por fin salió al mercado mundial entre el 89 y el 90 tuvo una fantástica acogida, y es que la filosofía de Yokoi y los suyos, a pesar de las dudas iniciales, demostró dar en el clavo de lo que querían los usuarios.
Por ponernos en contexto, y no vamos a ahondar ahora mucho en la guerra de las consolas de los noventa entre Nintendo y SEGA, pues ya hemos dedicado dos reportajes a este interesante capítulo de la historia de los videojuegos, en esos años de dominio de los 8 bits, especialmente de NES, las compañías trabajaban en dos frentes; las potentes bestias de 16 bits que estaban por aparecer y las portátiles. Las rivales de la pequeña de Nintendo fueron principalmente tres; Atari Linux, NEC TurboExpress y sobre todo Game Gear de SEGA, la única que tuvo un verdadero éxito comercial y a la que ya dedicamos un artículo anteriormente.
Las otras grandes portátiles a color de la época junto con Game Gear, todas superadas ampliamente por la de Nintendo
Todas ellas tenían un concepto similar; llevar los 8 bits a una portátil, y a fe que lo consiguieron, pero a costa de ser grandes y pesadas y, sobre todo, de la corta duración de unas pilas que sus pantallas a todo color y retroalimentadas devoraban. No solo eso, sí no que su despliegue de tecnología se veía reflejado en unos precios muy altos para unos aparatos que, al fin y al cabo, eran un complemento de sus hermanas mayores.
En cambio, los de Nintendo optaron por la sencillez, creando una consola con una pantalla de matriz de puntos sin retroalimentación y con dos tonos de gris con toques negros, azul y magenta oscuro. Esto le permitió salir al mercado a un precio mucho más competitivo, con una duración de baterías de entre 4 a 5 veces mayor y una gran robustes que las hacía durar años como nuevas. Y lo de las pilas, con una tecnología de pilas recargables en pañales, no era algo menor ni mucho menos, si no un factor determinante a la hora de elegir cualquier aparato electrónico portátil.
Estos ya eran de por sí unos puntos a favor de la suficiente importancia como para resultar atractiva a pesar de su menor rendimiento gráfico, pero fue su gran biblioteca de juegos, y en especial cuatro de ellos que son historia, futuro y presente de los videojuegos fueron lo que les dio el impulso definitivo.
El primer juego diseñado para ser el buque insignia de la nueva portátil no podía ser otro que el gran Mario, con Super Mario Land, una magnifica conversión del Super Mario Bros de NES, pero por aquellas casualidades de la vida, alguien en la compañía se fijo en un juego soviético creado en el 84 y cuya mecánica, tan sencilla como desafiante y adictiva y con unos gráficos basados en simples cubos, parecía hecha para la portátil de Nintendo.
A partir de ahí empezó el perfecto matrimonio entre dos de los mayores éxitos de la historia de la industria. Por supuesto los Mario y posteriormente Zelda demostraron hasta donde podía llegar esta máquina, y el enorme y sempiterno fenómeno que supuso y supone Pokémon la revitalizó protagonizando sus primeras aventuras en ella cuando ya comenzaba a ser una veterana. Pero sí hay una imagen que va ligada a la pequeña de Nintendo es el frenético puzle ideado por Alekseí Pázhtinov, del que existe documental, película y que en su momento tendrá también un artículo en estas páginas por su fascinante y algo triste historia.
Una unión perfecta entre hardware y software. Otro hito de la pequeña de Nintendo, el nacimiento del universal e incombustible Pokémon
El resto y es ya es , pues las sucesivas revisiones de Game Boy, como Game Boy color o Game Boy Advance en sus distintas versiones, consiguieron seguir siendo las portátiles dominantes durante años llegando a vender más de 200 millones de unidades, y su sucesora, la flamante Nintendo DS con sus dos pantallas, una de ellas táctiles, y de nuevo con un catalogo de juegos exclusivos y unos ports fantásticos, la llevaron por la misma senda del éxito a pesar de tener algún duro rival como la PSP de Sony.
Tal es su importancia que salvo los notables éxitos de Nintendo 64 y Nintendo Wii, la compañía nipona a sustentado su durabilidad como diseñadora de videoconsolas a lo largo de cuatro décadas en estas portátiles, y día de hoy su dominio continua con una maquina prodigiosa a pesar de sus peros, que los tiene, pero que los sigue manteniendo como los reyes de la portabilidad, la Nintendo Switch.
Game Boy, un mito que no las tenía todas consigo en sus orígenes, pero que terminó marcando la vida videojueguil de varias generaciones de jugones dejando atrás a todos sus rivales y convirtiéndose en parte de la cultura popular.
Un matrimonio perfecto, leyenda de los videojuegos
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