Análisis – Ataraxie

Análisis – Ataraxie

El Despertar Corrupto del Faraón

Introducción

El mundo de los videojuegos se deleita con las propuestas que miran al pasado. El género de plataformas de acción bidimensional, con clara inspiración retro, sigue gozando de gran popularidad. Este estilo se fusiona a menudo con la estructura de los Metroidvania. Dicha combinación rara vez defrauda al jugador que busca desafíos y exploración profunda. La llegada de Ataraxie generó una expectación palpable entre la comunidad. Su estética pixel art decididamente retro es uno de sus principales atractivos. La ambientación escogida, inspirada en el misticismo del antiguo Egipto, añade un potente gancho temático.

Este intrigante proyecto es obra del desarrollador y editor Studio Gravenoire. El título hizo su debut en Steam a comienzos de este año. Ahora, se prepara para su inminente lanzamiento en la consola Nintendo Switch. Es precisamente la versión para la consola híbrida la que es objeto de nuestro análisis detallado. Se busca discernir si la calidad del juego justifica la emoción inicial que despertó en el equipo. La historia sumerge al jugador en una oscura trama de traición y corrupción cósmica. El mundo espera la llegada de su antiguo soberano para intentar restablecer un orden perdido. La aventura promete ser un viaje extenso. El protagonista deberá enfrentarse a peligros que trascienden el plano terrenal.

Estamos muy agradecidos a Keymailer por habernos cedido una clave para probar este juego en la Nintendo Switch.

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Pantalla de inicio

La primera toma de contacto con Ataraxie establece inmediatamente sus credenciales. Nos encontramos ante un título que abraza una estética pixel art propia de los 8 bits. Esta elección de diseño confiere al juego un carisma retro distintivo. A pesar de la sencillez en su resolución gráfica, el estilo visual resulta innegablemente atractivo. La pantalla de título y la secuencia cinemática inicial destacan visualmente. Presentan el tono y la atmósfera que dominarán la partida.

El género principal del juego se define como Metroidvania. El jugador debe esperar una intensa mezcla de plataformas y acción. La jugabilidad se centra en la exploración no lineal de un mapa interconectado. La progresión estará intrínsecamente ligada al descubrimiento y la adquisición de nuevas habilidades. La ambientación inspirada en el Egipto antiguo impregna cada menú y cada escenario. Esta atmósfera dota al juego de una identidad fuerte y muy definida. La música inicial acompaña con melodías que evocan el misterio y la antigüedad. El sonido crea un telón de fondo adecuado para el despertar del faraón. La impresión inicial es de solidez. El juego se presenta como una propuesta que conoce sus fortalezas y su objetivo.

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¡Comenzando a jugar!

La partida arranca con el despertar de Antef. El protagonista es un antiguo faraón asesinado por su propia corte. El soberano se encuentra en su tumba, confuso y sediento de respuestas. El jugador se une inmediatamente a su búsqueda de justicia. El juego evita el adoctrinamiento mediante un tutorial intrusivo. Las mecánicas básicas se aprenden a través de la práctica en los primeros compases. Antef, a pesar de ser un no muerto, demuestra una agilidad sorprendente.

El kit de movimientos básico incluye caminar, saltar, el doble salto y el deslizamiento por las paredes. El ataque inicial es un golpe con un rango muy corto y una potencia modesta. Un aspecto crucial en el inicio es la extrema fragilidad de Antef. La barra de vida se reduce drásticamente con cada impacto enemigo. Los puntos de guardado son el recurso más fiable para la curación. Estos puntos también cumplen la doble función de transporte rápido entre zonas. Además, son el único lugar donde se puede consultar el mapa.

El diseño de Ataraxie se caracteriza por una notable falta de orientación inicial. El juego no guía al jugador de manera evidente. Esta filosofía de diseño evoca la libertad de exploración de clásicos como el primer Legend of Zelda. El jugador puede adentrarse fácilmente en zonas de alta dificultad para las que no está preparado. Este enfoque puede resultar inicialmente frustrante o abrumador. Superar esta fase inicial de confusión es la primera gran barrera. Es la clave para comenzar a disfrutar de la vasta propuesta del título.

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Disfrutando de la partida

La inmersión en la jugabilidad de Ataraxie revela un título con múltiples capas mecánicas. La narrativa se despliega con una profundidad inesperada para el género. La búsqueda de justicia de Antef es solo la punta del iceberg de una trama más compleja. El faraón descubre una vasta corrupción que afecta al mundo entero. Los remanentes de su antiguo imperio se ven amenazados por invasores vecinos.

La historia se cuenta de forma fragmentada y dispersa. Se recoge a través de encuentros con personajes, notas de diario y diálogos con los propios traidores. Aunque este método de narración es caótico, la riqueza argumental está presente para quien decida buscarla. Esta dedicación al lore demuestra el esfuerzo puesto por Studio Gravenoire. El sistema de progresión del personaje es una de las mayores fortalezas del juego. La capacidad ofensiva inicial de Antef se puede mejorar significativamente. El jugador desbloqueará ataques de mayor potencia y alcance. Un extenso árbol de habilidades gestiona estas mejoras. El árbol se nutre de ítems especiales hallados durante la exploración. Estos ítems pueden reubicarse para experimentar con distintas builds. Esto permite una gran flexibilidad en la estrategia de juego. Las ciudades y pueblos ofrecen mejoras temporales. Esto añade una gestión micro de las estadísticas del protagonista.

La gestión de la vida y el daño es un factor estresante continuo. La fragilidad de Antef obliga a ser extremadamente cauteloso en el combate. La opción de consumir la esencia de algunos seguidores permite curarse. Sin embargo, este es un recurso limitado y moralmente ambiguo. La experiencia de juego se desarrolla en una variedad sorprendente de biomas. El jugador recorre fortalezas, ciudades, bosques y desiertos. Cada ecosistema presenta enemigos únicos y desafíos ambientales.

El mayor antagonista ambiental es el sistema de luz corruptora. Este fenómeno se manifiesta en tres colores, cada uno con un efecto negativo distinto. La luz azul ralentiza el movimiento. La luz amarilla oculta ciertos elementos y enemigos de la visión. La luz roja inflige daño constante y progresivo. La luz cambia de color cada treinta segundos de forma automática. El jugador puede forzar una transición gastando esencia, aunque suele ser mejor esperar. Este sistema puede resultar irritante en los inicios de la partida. Con la práctica se convierte en una mecánica más que debe dominarse. Su presencia constante en la mayoría de las salas exige una adaptación continua del gameplay.

El diseño del mundo, al estilo Zelda clásico, permite una exploración abierta. El jugador decide el orden de las zonas a visitar. Esta libertad, si bien es atractiva, incrementa la dificultad para los novatos. La experiencia recompensa la exploración concienzuda. El jugador debe armarse de paciencia para superar los desafíos. El título brilla una vez se supera la curva de aprendizaje inicial. La propuesta Metroidvania es sólida. Sin embargo, la mayor debilidad del juego reside en su sistema de combate. La detección de colisiones es inconsistente y errática. El jugador puede tener dificultades para saber si está impactando al enemigo. Esta inconsistencia hace que los enfrentamientos dependan más de la fortuna que de la habilidad pura. Esta falta de pulido se mantiene incluso en el modo Scribe. Esta dificultad es el modo «fácil» y el predeterminado del juego. El modo Faraón, la dificultad estándar, se presenta como un reto casi inabordable. Se recomienda encarecidamente la dificultad Scribe para una experiencia satisfactoria.

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Sólo un rato más

El mundo de Ataraxie se revela como un entorno sorprendentemente extenso. Completar la aventura por primera vez requiere un número considerable de horas. Gran parte de este tiempo se dedica a la exploración. El jugador debe descubrir la ruta de progresión adecuada y superar los picos de dificultad. El título se enfoca en una experiencia de juego estrictamente individual. No incorpora ninguna modalidad multijugador.

La rejugabilidad, sin embargo, es un punto muy fuerte. La estructura no lineal del mapa invita a realizar nuevas partidas optimizadas. La extrema dificultad del modo Faraón espera a los jugadores más experimentados. Además, la vasta extensión del mundo asegura que siempre habrá secretos o ítems perdidos en la primera vuelta. El juego ofrece una recompensa significativa por la inversión de tiempo.

Finalmente, es imprescindible destacar el valor económico del título. Ataraxie se ofrece a un precio notablemente bajo de 4.99 dólares. Esta cifra se considera casi irrisoria. La cantidad de contenido y horas de juego ofrecidas superan con creces el costo de adquisición. El factor valor-precio es uno de los mayores alicientes para su recomendación.

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Opinión

La experiencia global con Ataraxie es sumamente gratificante. El título demuestra ser un Metroidvania con un encanto único y una personalidad definida. Logra inyectar nuevos elementos jugables en un género bien establecido. El sistema de luz, aunque ocasionalmente torpe, es una muestra de la ambición creativa.

La mayor pega reside en la inconsistencia del sistema de combate. La detección de golpes es su punto más débil. Esto resta precisión y mérito a las victorias obtenidas. La falta de pulido en este aspecto y la irregularidad en el balance de dificultad son los principales peros. El modo Faraón, en particular, se siente diseñado de forma desequilibrada.

Pese a estos problemas técnicos, el título consigue enganchar al jugador. La atmósfera retro y la narrativa profunda compensan sus fallos. El vasto mundo y la alta rejugabilidad garantizan horas de entretenimiento. La propuesta es fresca, original y desafiante. Se convierte en una opción ineludible para los entusiastas del género que toleren un alto nivel de dificultad. La relación calidad-precio es un factor decisivo.

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Puntos Fuertes:

  • Propuesta jugable original dentro del género Metroidvania con mecánicas únicas.
  • Gran y vasto mundo para explorar, garantizando una alta rejugabilidad.
  • Profundo y flexible sistema de progresión de personaje mediante el árbol de habilidades.
  • Atractiva estética retro de 8 bits y una sólida ambientación de inspiración egipcia.
  • Valor económico casi inmejorable por la cantidad de contenido ofrecido.

Puntos Débiles:

  • El sistema de combate sufre de una detección de colisiones errática e inconsistente.
  • El balance de dificultad es irregular, siendo el modo estándar excesivamente punitivo.
  • El sistema de luz cambiante resulta ocasionalmente forzado o mal integrado.
  • Los aspectos visuales y sonoros cumplen, pero no llegan a ser memorables ni destacar.

Valores Numéricos

-GRÁFICOS: 4

-NIVELES/HISTORIA: 5

-SONIDO: 4

-JUGABILIDAD: 3

-ENTRETENIMIENTO: 5

VALORACIÓN Y RESEÑA: 8.5/10

Pablo
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