Análisis – Atari Mania
Una de clásicos con toque de novedad
Lo volvemos a decir, lo retro está de moda. Y eso es absolutamente indiscutible: tenemos un montón de reediciones de juegos clásicos, un recuerdo cariñoso por los tiempos de los 8 y 16 bits, remasterizaciones o continuaciones actuales de grandes obras maestras del videojuego antiguo o cuestiones como el Atari Manía que nos ocupa aquí, y que hemos podido probar en Nintendo Switch gracias a Meridiem Games, que sacará su versión física en breve.
Atari Mania es un homenaje a los clásicos juegos de arcade que tanto han marcado la historia de los videojuegos. Desde sus inicios en la década de 1970, la empresa Atari ha sido pionera en la industria del entretenimiento electrónico, brindando a millones de jugadores experiencias inolvidables. Con títulos icónicos como Pong, Asteroids y Pac-Man, Atari se convirtió en sinónimo de videojuego para toda una generación.
El lanzamiento de Atari Mania coincidió con el 50 aniversario de la legendaria compañía, lo que lo convierte en un tributo especial a su legado. Sigue la fórmula de WarioWare, con micro juegos breves que toman la esencia de los títulos icónicos de Atari. Esta combinación de lo nuevo y lo viejo ofrece una experiencia única que apela tanto a los nostálgicos como a los jugadores modernos. Atari Mania nos sumerge en un museo virtual donde los píxeles muertos cobran vida y se desatan desafiándote en una serie de minijuegos que rinden homenaje a los clásicos de la compañía.
Pantalla de inicio
Atari Mania ofrece un breve viaje por el pasado de los videojuegos de esta compañía,. La premisa del juego es sencilla: debemos abrirnos paso por el museo y enfrentarnos a los píxeles muertos que han escapado de las recreativas. Cada enfrentamiento nos desafía con una serie de minijuegos inspirados en los clásicos de Atari, desde Centipede hasta Pong.
Atari Mania, a primera vista, podría parecer una colección de juegos clásicos de Atari, una oportunidad para revivir los momentos de gloria de la era de los 8 y 16 bits. Sin embargo, la realidad es un poco diferente. Contrario a lo que muchos podrían esperar, Atari Mania no es simplemente una recopilación de juegos antiguos, sino más bien una experiencia única que combina elementos de exploración, remezcla de minijuegos y puzzles.
Se presenta como un mash-up de micro juegos al estilo WarioWare, llevando los títulos emblemáticos de Atari a un nuevo nivel de caos y diversión. Al sumergir al jugador en desafíos rápidos y variados, este juego busca recrear la magia de los clásicos mientras introduce una nueva dinámica de juego.
En si, el juego comienza rápidamente, con una pantalla de inicio directa y sencilla, dispuesta para comenzar a jugar.
¡Empezando a jugar!
Al entrar en el Vault o museo de Atari como el Supervisor, que cuida dicho lugar, los jugadores se encuentran rodeados de reliquias de la historia de los videojuegos. Desde las consolas clásicas hasta las cajas de los juegos originales, cada rincón del museo está lleno de nostalgia y emoción. El juego se divide en dos grandes segmentos, que corresponden a la aventura (dónde resolvemos puzzles con este supervisor) y los minijuegos y enfrentamientos con los píxeles muertos. Los segmentos de aventura no solo sirven como un descanso bienvenido de la acción frenética de los micro juegos, sino que también agregan una capa narrativa interesante al juego.
Creo que esa es una de las características más interesantes de Atari Mania: su estructura de juego. Además de los micro juegos, el que los jugadores se encuentren inmersos en segmentos de aventura donde exploran un museo virtual y resuelven puzzles como el supervisor añade profundidad al juego y ofrece una experiencia más completa que va más allá de la simple acción de los micro juegos.
Disfrutando de la partida
La historia como tal del juego implica, como hemos dicho, que los píxeles muertos de los juegos están siendo alimentados con diversos juegos de los que se guardan en el museo de Atari, y que el Supervisor tiene que intentar poner en marcha para que las personas que disfrutan de ellos, puedan jugar.
La presencia de personajes icónicos de los videojuegos de Atari en la parte de aventura añade un elemento de familiaridad y nostalgia a Atari Mania, además de generar una historia que, en este tipo de juegos, suele brillar por su ausencia. Estos personajes no solo sirven como guías a lo largo del juego, sino que también proporcionan momentos de comedia y camaradería que hacen que la experiencia sea aún más memorable. Cuando en la aventura llegas al enfrentamiento con algún pixel muerto, ayudado por cierto personaje de Atari que se vuelve malvado, resulta que debes enfrentarte a unos minijuegos basados en los clásicos de Atari… pero un poco modificados por la presencia de estos píxeles, como veremos ahora.
Y es que el juego está impregnado de referencias y chistes relacionados con el universo de Atari. Desde personajes clásicos hasta situaciones absurdas, Atari Mania mantiene un tono ligero y divertido que hace que cada momento sea una delicia para los fans de la marca. Los diálogos entre el jugador y los personajes del juego son ingeniosos y llenos de humor, lo que añade un toque de personalidad a la experiencia.
Hay que decir que Atari Mania no se conforma (solo) con reciclar los mismos micro juegos una y otra vez. En lugar de eso, ofrece una amplia variedad de desafíos que mezclan elementos de varios juegos clásicos de Atari, y esto es un detalle que me sorprendió: podemos terminar jugando a una especie de Pong extraño con los personajes del Circus…
La diversidad de los micro juegos es uno de los aspectos más destacados de Atari Mania. Con más de cien micro juegos para desbloquear y explorar, nunca te quedarás sin cosas nuevas que probar y descubrir. Si bien esta oferta parece una amplia variedad de minijuegos, la experiencia puede volverse repetitiva con el tiempo, sobre todo si uno se ve obligado a repetir algún desafío contra píxeles muertos. Y es que muchos de ellos se sienten como versiones modificadas de otros, con cambios mínimos que no logran ofrecer una experiencia completamente nueva. Esta falta de variedad, combinada con la ausencia de un modo multijugador, puede disminuir el valor de repetición del juego para algunos jugadores, lo que unido a que en algunos las reglas son algo confusas, puede hacer que tardes un poco en entrar en la partida, y algunos se pueden hacer incluso algo complejos.
Aunque el juego es una continua oda, y es así, diversión y tensión con toque retro y momentos breves, ya hemos empezado a ver que no todo es color de rosa en el mundo de Atari Mania. El juego sufre de algunos problemas de fluidez y movimientos incómodos que pueden afectar la experiencia de juego. Uno de los problemas técnicos más comunes en Atari Mania es el tiempo de carga prolongado entre los micro juegos y los segmentos de aventura. Estos tiempos de carga pueden interrumpir el flujo del juego y hacer que la experiencia sea menos fluida y envolvente. Además, yo he tenido algún momento en que una pelota se quede bloqueada y el juego por tanto, sin poder continuar, aunque considero que no estropean de manera importante la sensación de juego.
¡Sólo un rato más!
El juego, al carecer de un modo multijugador, se basa esencialmente en la historia principal, en torno a 6 horas, y en la rejugabilidad que da poder revisitar los minijuegos de cada sección en las recreativas que se van activando tras vencer a los píxeles muertos.
Es verdad que tiene un aliciente extra, y es encontrar todas las carátulas y todos los manuales de los juegos que hay, que están escondidos a lo largo del gran museo, y que consiguen ir decorando las paredes y verdaderamente te retrotraen a una época muy ochentera.
OPINIÓN:
Hay que destacar su amplia variedad de micro juegos, su premisa divertida y su mecánica de juego adictiva. Sin embargo, hay áreas de mejora, como hemos dicho, pero aunque Atari Mania puede no ser perfecto, ofrece suficientes momentos de diversión y emoción para justificar su existencia.
Con su mezcla única de micro juegos retro y aventura moderna, es una adición bienvenida a la biblioteca de cualquier fanático de los videojuegos clásicos, a cualquiera que guste de minijuegos al estilo WarioWare y guste de retos de moderada dificultad.
Creo que Atari Mania es una interesante propuesta que busca rendir homenaje a la era Atari de una manera única. Sin embargo, su enfoque en la exploración y los minijuegos puede no ser para todos, especialmente para aquellos que buscan una experiencia más tradicional de juegos clásicos, pero a mi me ha resultado agradabilísimo. Tiene ese sabor que se da sólo al revivir esos momentos de gloria y experimentar la emoción de los arcades desde la comodidad de tu consola portátil.
GRÁFICOS: Uno de los mayores atractivos de Atari Mania es su capacidad para evocar recuerdos de la era Atari, y los gráficos son encantadores y evocan la estética retro de los clásicos de Atari, incluyendo el modo de la aventura con el Supervisor. El juego presenta una estética pixel art nostálgica bien recreada, aunque podría haber tenido algo de innovación.
NIVELES: Los niveles de Atari Mania ofrecen una amplia variedad de desafíos que mantienen la experiencia fresca y emocionante. Desde recreaciones de clásicos hasta innovadores mashups, cada nivel ofrece algo nuevo. Además, la conexión a través de los escenarios de aventura con el Supervisor son algo muy bien hilado
SONIDO: La música chiptune y los efectos de sonido de Atari Mania con una banda sonora envolvente que nos transporta a los años ochenta nos deja sonidos característicos, y como hemos dicho cada elemento está impregnado de nostalgia por los clásicos de antaño.
JUGABILIDAD: La jugabilidad de Atari Mania es sencilla y accesible, apenas mover el stick y pulsar un botón, lo que facilita la inmersión en el juego para jugadores de todas las edades y niveles de experiencia. Los controles son receptivos y fáciles de aprender, lo que permite a los jugadores concentrarse en la diversión y la emoción del juego, aunque tenga algunos errores.
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