Análisis – Corbid! A Colorful Adventure
Corbid, un soplo de aire fresco de la mano del indie español
Lo primero que vemos al ponerme a los mandos de nuestro simpático protagonista fue que este Corbid! A Colorful Adventure no iba a ser gran cosa, pero sin duda la gente de CuCurry Team, han echado el resto en cuanto a un buen tratamiento general en lo gráfico, sonoro y jugable, además de una buena dosis de imaginación.
Siempre digo que para mí lo primero que valoro de un juego es la diversión/experiencia que me aporta, y este título es divertido y aporta mecánicas variadas y escenarios diversos que lo hacen interesante.
Y ahora, sin más dilación, vamos con las coloridas aventuras de Corbid.
En primer lugar, y para situarnos, pienso que este juego tiene tres tipos de público objetivo; El infantil, de manera clara, por su simpática puesta en escena y su sencillez en cuanto a mecánicas, puzles y manejo, el adulto que, o bien quiera desestresarse un poco de tanto videojuego desafiante pasando un rato agradable y relajado, o para quien deseé compartir unas partiditas con algún peque de la familia que apunte a gamer.
En una primera impresión me recordó un poco a Spyro, salvando las distancias, con esos mapas coloridos donde ir explorando mientras recolectas gemas, entre laberintos y puzles no muy complicados. Las mecánicas son variadas; correr en forma de bola, con lo que puedes romper ciertos objetos para desbloquear zonas o coger carrendilla para saltar por unas rampas, mover objetos para llegar a ciertos lugares o realizar los puzles, lanzar pintura…
Todo esto nos lo irán explicando a modo de tutorial unos simpáticos personajillos que parecen abejas robóticas, o algo así. Y prometo no usar más el adjetivo simpático y sus derivadas en lo que queda de análisis, pero es que es la primera palabra que se me viene a la cabeza con este título, pues todos los personajes y sus entornos lo son.
Nada más empezar nos enseñaran a rodar, una mecánica básica del juego, y con ello a romper ciertas partes del escenario o usar las rampas para, a toda velocidad en nuestra forma de bola, para dar grandes saltos que nos lleven a zonas de otro modo inaccesibles. Poco a poco iremos avanzando en esta mezcla de plataformas y puzles, y cuando parece que la cosa se pone repetitiva, llega un jefe final y, tras superarlo, el escenario y las mecánicas varían. No es que se hagan mucho más difíciles, si no diferentes, una variedad que se agradece y te anima a seguir jugando.
Y así iras pasando niveles con distintos tipos de desafíos y mecánicas nuevas para superarlos. Esto aporta frescura y ayuda a tener unas pocas horas de diversión sin muchas complicaciones ni complejos. La verdad es que es el tipo de juego que estoy deseando jugar con mi pequeña cuando pasen unos añitos más, pues creo que mi retoño a los 6 o 7 años sabrá manejarse en este mundo sin demasiadas dificultades, y los retos propuestos realmente sí que lo serán para alguien de esa edad. Y si se atasca, aquí estará el viejo papi gamer para ayudarla a salir del atolladero.
Pero como decía antes, no solo es para niños, como no lo eran muchos de los videojuegos de nuestra infancia a los que seguimos viciando hoy en día. Cualquiera puede pasar unas horas de relax con un juego que se deja manejar bastante bien, variado, colorido, con una música que acompaña y que, en definitiva, no pone tus posaderas al borde de tu silla gamer. ¡No todo van a ser balaceras, horror psicológico, luchas a muerte contra demonios terroríficos o absorbentes y competitivos mundos virtuales online!
Además, sabéis que desde Somos Gaming valoramos mucho el trabajo indie, y creo que este equipo de desarrollo de videojuegos se ha estrenado más que bien con este título para todos los públicos. Detalles como las notas que nos van dejando por el camino y que, junto con las explicaciones de los tutoriales, serán la única narrativa de esta aventura, o la babosa tan graciosa que nos acompañará y ayudará desde cierta parte del juego, así como por el diseño del resto de personajes, denotan un amor por la parte de la diversión pura de los videojuegos que han sabido plasmar muy bien.
Hay veces que el control cuando ruedas junto al movimiento de las cámaras puede jugarte una mala pasada, y a nivel gráfico, aunque muy bonito, no es especialmente destacable debido a su simpleza. Pero eso son cosas menores en un título que no es difícil en general, y del que tampoco esperas ni una gran historia ni unos gráficos deslumbrantes en lo técnico.
Conclusión; Videojuego divertido y colorido para todos los públicos, con bastante variedad e imaginación por parte de sus creadores, y en el que no te da lugar de aburrirte o frustrarte. Relajante y entretenido para adultos, y muy recomendable para iniciar a esos pequeños gamer en potencia en este mundo, con un desafío acorde a su tamaño.
Un inicio muy acertado por parte de CuCurry Team, enhorabuena.
Esperamos vuestro próximo proyecto con expectación.
Gráficos: Agradables, coloridos, simples pero variados. Ni son de un altísimo nivel, ni lo necesita el juego. Destaca el diseño de personajes, muy simpa… muy agradable a la vista y que te pueden sacar una sonrisa.
Jugabilidad: Lo más destacable. Mecánicas variadas y fáciles de aplicar. Lo mejor es que la jugabilidad se va ampliando conforme avanzas. Algún problemilla de manejo y cámaras, sobre todo en el “modo bola”, pero nada grave.
Niveles: Atractivo sistema donde las mecánicas y los puzles además de divertidos no requieren mucho nivel. Muy acorde.
Sonido: Efectos correctos y una música con un toquecillo retro que acompaña muy bien y ayuda a meterte en este relajante mundo.
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