Análisis de Endling: Extinction is Forever
La vida se abre camino. DR. Ian Malcolm, Jurassic Park
Antes de nada
¡El bosque está ardiendo! Las llamas pintan la oscura madrugada con danzantes tonos anaranjados y el humo lo inunda todo con el inconfundible aroma de la madera viva quemada. Los animales huyen aterrorizados en la dirección contraria del fuego por puro instinto. Nos cruzamos con un ciervo que salta descontrolado y apunto está de chocar con nosotros. Teniendo en cuenta que somos un zorro, uno de los pocos ejemplares que quedan en un futuro no muy lejano, uno que guarda dentro de sí un secreto que pronto conoceremos y del que nada diré, no hubiéramos salido muy bien parados de ese encuentro.
Así comienza está hermosa historia de supervivencia, tan original en su planteamiento como en su puesta en escena, una pequeña joya indie que te sumergirá en la vida de este animalito y sus desventuras, las cuales girarán sobre todo entorno a sobrevivir otro día, ni más ni menos.
Puestas ya las bases, vamos al lío.
Historia
Este no es un zorro parlanchín como el de “El principito”, que nos decía aquello de “Lo esencial es invisible a los ojos” pero es que en este caso no necesitaremos palabras, ya que el juego se expresa mediante su narrativa visual, de forma esplendida además. La historia, con sus sorpresas desde bien pronto, es bella e interesante en sí misma, un canto naturalista contra las acciones e inacciones del ser humano en su relación con el mundo y sus habitantes y esa aventura que es vivir y que, como especie, tenemos tan disociada del resto de la vida con la que compartimos esta minúscula bola azul.
Estamos ante una narrativa diferente, pero no solo eso, sí no que, a pesar de su corta duración y de lo en principio básico de la propuesta, está plagada de sorpresas y giros, que por supuesto y como es costumbre en mí, no pienso desvelar. De hecho, recomiendo jugarlo sin saber mucho mas de él, dejando que te vaya sorprendiendo paso a paso. Yo lo he jugado sin saber nada de la trama, y lo agradezco. Llegue a juego por la estética y me quede por su emocionante fábula .En definitiva, un bonito, sencillo y sensible cuento que te atrapa y no te suelta de principio a fin.
Gráficos
El estilo artístico es uno de los puntos más destacados de esta obra. Utilizando un pixel art de líneas sencillas pero detallado y evocador, el juego crea un mundo visualmente impactante y diferente que refuerza a la narrativa y la jugabilidad. Los paisajes devastados, las ruinas y los entornos naturales deteriorados se presentan con una belleza melancólica que resalta la fragilidad de la vida en este mundo, introduciéndonos a ese cercano futuro distópico de una forma sutil y desde un punto de vista muy original. Las animaciones son fluidas y expresivas, lo que añade una capa extra a nivel emocional.
Sonido
La banda sonora complementa perfectamente el tono del juego, con unas composiciones melancólicas y atmósferas sonoras que subrayan lo que estamos viendo y nos ayudan a sumergirnos aún más en una experiencia jugable que de por sí ya es abstractiva. Los efectos sonoros también son efectivos, desde los sonidos naturales hasta los ruidos amenazantes de los depredadores y los peligros ambientales. Sin embargo, al igual que en muchos juegos de este género, la repetitividad de la música puede ser un problema, especialmente durante sesiones de juego prolongadas. Un problema menor que, en cualquier caso, y teniendo en cuenta la duración de la historia, unas tres horas más o menos, se diluye aún más.
Jugabilidad
En “Ending: Extinction is Forever”, la jugabilidad se centra en la supervivencia, pero no solo va de eso el tema, sí no que también combina elementos de plataformas y sigilo. Fen, que así se llama nuestro peludo avatar, deberá buscar refugio y comida mientras evita a los depredadores y demás peligros propios de su condición, así que la interacción con el entorno y la toma de decisiones serán claves.
Nos moveremos por el bosque a través de unos “carriles” o caminos prediseñados, en los que encontraremos desafíos de estilo plataformero. En un principio la dinámica parece 2D, pero la intrincada red de senderos aporta una profundidad extra, y aunque no tenemos libertad total de movimientos, si que existen ciertos puntos en los que podemos pasar de un camino a otro para explorar el bosque y buscar todo aquello que necesitemos, eso sí, siempre aprovechando las sombras de la noche.
Esta dinámica, con la que iremos conociendo el terreno que nos rodea, se parece mucho a la forma de moverse por un bosque real, en el que no puedes ir por donde te plazca sin más, si no que tienes que utilizar la red de caminos, veredas y pasos, en muchas ocasiones difíciles de identificar, que te permitan desplazarte por él. El mapa que iremos despejando será fundamental en este sentido.
Al inicio, nuestras capacidades son limitadas, pero a medida que progresamos, aprenderemos nuevas habilidades y estrategias de supervivencia. La mecánica de juego es sencilla y efectiva, lo que permite centrarse en la narrativa y la atmósfera.
Entretenimiento
El juego presenta una dificultad desafiante pero justa. Los jugadores deben estar atentos a su entorno y tomar decisiones rápidas. Los saltos y movimientos deben ser precisos, los momentos de sigilo requieren paciencia y estrategia, y la toma de decisiones agilidad mental y determinación. De ello dependerá nuestra vida, y no solo eso, sino algo mucho más importante. Los picos de dificultad pueden ser algo pronunciados en algunas secciones, lo que puede llegar a resultar un poco frustrante por momentos, pero también añade un nivel de satisfacción extra al superarlos.
Por otra parte, la historia te mantendrá alerta, siempre deseando superar un día más para saber que pasa a continuación con nuestro pequeño y esforzado avatar, por lo que no tendrás mucho tiempo, por no decir ninguno, para aburrirte.
Conclusión
“Ending: Extinction is Forever” es toda una joya del indie y una experiencia única que combina una narrativa muy emocional con una jugabilidad desafiante y un apartado técnico muy bello. La historia de Fen nos recuerda la importancia de proteger nuestro planeta y las consecuencias de nuestras acciones. Aunque la música puede resultar repetitiva y algunos picos de dificultad sean exigentes, el juego logra mantener un equilibrio entre desafío y disfrute, ofreciendo una experiencia memorable y conmovedora.
Un pequeño gran videojuego.
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