Análisis – Empire of the Ants
Un gran juego con un pequeño protagonista
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Una vez más damos desde SomosGaming las gracias a Meridiem por darnos la clave para poder analizar este juego. Personalmente he de decir que es un juego que desde que supimos en redacción de su futuro lanzamiento, me llamó muchísimo la atención, y ahora que lo he probado puedo decir que es más incluso de lo que esperaba. Os lo cuento.
Se acabó el invierno
En Empire of the Ants somos una hormiga, sí, no hagáis cómo que os sorprende pues el título da muchas pistas. Pero lo que no llegas a imaginar y te sorprende desde el principio, es hasta que punto eres realmente una hormiga. Y es que el nivel de detalle gráfico es hiperrealista, a veces hasta llegar un punto en el que los insectos pueden llegar a dar incluso cierto “repelús“.
Comenzamos en el hormiguero, rodeado de compañeras, ha acabado el invierno y estamos despertando. La vida vuelve poco a poco al bosque donde tenemos nuestro hogar, y debemos espabilar para explorar y conseguir recursos para poner en marcha el hormiguero. En el juego somos 103.683, un nombre poco original pero muy lógico, pues si la reina nos tuviera que poner nombres a todas llegaría el invierno y no habría acabado aún. Somos una hormiga experimentada y rápidamente entablamos conversación con otra compañera para intercambiar información y comenzar una primera misión/tutorial en la que, con la excusa de explorar cómo va todo afuera, aprenderemos a manejar y controlar nuestro insecto. La conversación, como podéis suponer, no es hablada, sino con textos acompañados de efectos que simulan la interacción entre ambas. Un recurso que para nada estropea la simulación.
Nuestra hormiga es capaz de andar y correr por cualquier superficie y en cualquier sentido, incluso del revés por techos y ramas, lo que al principio nos costará dominar y puede incluso marearnos un poco, pero al final resulta hasta divertido. También podemos saltar, más o menos lejos según carguemos el impulso. Esto claramente es un recurso “inventado” por los creadores, pero no se lo vamos a reprochar pues es por el bien del juego.
Con todo esto, el juego en ocasiones se convierte en un divertido plataformeo explorando aquí y allá, en un bosque recreado con el mismo interés y realismo que a sus habitantes. Deberemos encontrar recursos cómo comida y madera, para que nuestras obreras comiencen a recolectar y abastecer el gran hormiguero. Por el camino encontraremos otros insectos o criaturas y algunos objetos, así como “feromonas“ que nos darán información tanto de objetos como de hechos ocurridos en algún lugar.
Con todo esto completado y con el movimiento dominado, comenzaremos lo que viene a ser la auténtica historia de nuestro personaje y su colonia.
Naturaleza salvaje
No todo en Empire of Ants son interesantes paseos por el bosque o explorar zonas. De hecho, lo mejor del juego es el resto de lo que podemos hacer, y lo más espectacular es el “combate“ con otras criaturas.
Porque sí, la naturaleza es cruel y salvaje y está llena de acción y conflictos, y nosotros nos encargaremos de que nuestras hormigas salgan victoriosas de todos ellos.
En esta parte del juego, 103.683 se convierte en un auténtico general, y comandaremos legiones de hormigas en diferentes contextos. Unas veces tendremos que defender hormigueros, otras conquistarlos y otras simplemente eliminar enemigos que amenazan nuestras hormigas o se interponen en nuestro camino. A nuestras órdenes tendremos tres tipos de hormigas : obreras, arqueras y guerreras, cada una con sus características propias en el combate. No necesitan mucha explicación, su nombre lo indica todo, lo que deberemos hacer es ir dándoles ordenes en combate de “donde ponerse” o “a quien atacar” para ir venciendo estratégicamente a nuestros enemigos. También tendremos que tener en cuenta que cada unidad es efectiva contra un tipo de tropa y vulnerable contra otras. Todo esto deberemos controlarlo en rápidas decisiones para lograr la victoria.
Los enemigos van desde las termitas, que parecen nuestro archienemigo, hasta las temidas arañas, pasando por los molestos zapateros. Cada uno recreado también perfectamente tanto visualmente como en su movimiento y comportamiento. La de horas que han debido dedicar a escanear bichos los realizadores del juego…
Trabajadoras incansables
Es de saber popular lo trabajadoras que son las hormigas, y esto también está lógicamente representado en el juego. Y es que otra de las cosas que deberemos hacer en el juego es construir y mejorar hormigueros. No vamos a diseñar sus túneles laberínticos y cuevas, no, pero vamos a crear leñeras o reservas de comida, barreras para protegerlos o laboratorios donde conseguir mejoras para nuestra legión. Los hormigueros también serán el lugar donde curar y recuperar nuestras tropas tras cada combate.
También podrán ser el origen de cada tipo de tropa y si lo perdemos esa parte de nuestra legión se disolverá y desaparecerá del combate. En definitiva un buen montón de cosas a tener en cuenta para conseguir mejorar y equilibrar la balanza a nuestro favor en cada situación.
Una hormiga nunca va sola
Empire of Ants cuenta con modo multijugador, centrado en el combate, en el que podremos jugar solos contra otro o en hasta tres bandos y conquistar o defender hormigueros. También tenemos la opción de crear nuestro propio nivel personalizado, eligiendo incluso el terreno, el clima o la hora del día, porque en el juego hasta la noche y la visibilidad son determinantes o influyentes. Sin duda un plus al juego que nos permite disfrutar en compañía de tremendas batallas de estrategia y acción.
Se acerca el invierno
Llega el frio y nuestros personajes deben regresar a sus hormigueros y dormir hasta la próxima primavera, y yo debo ir exponiendo mi resumen.
Estamos ante un juego que nos trae una simpática idea, la de ser una hormiga, y nos la expone de manera maravillosa y la mezcla con exploración y combates épicos.
Gráficamente es una pasada, hay horas y horas de desarrollo para crear personajes tan reales que no sería apto para gente con fobia a los insectos y unos escenarios fantásticos con la misma calidad en los detalles. La hora del día o la estación del año cambian perfectamente el entorno.
El sonido se mantiene casi al mismo nivel. Tiene una banda sonora relajante, casi hipnótica, que acompaña perfectamente la exploración y otra que se acelera y nos transmite la tensión cuando se acerca un enemigo y hay combate. Los efectos sonoros están muy bien cuidados teniendo incluso en cuenta la perspectiva del tamaño.
La jugabilidad sorprende por su sencillez, todas las acciones de combate se realizan con una simple combinación de apuntar y ordenar y la cruceta para las acciones especiales. El manejo de la hormiga en la exploración es algo complejo al principio pero fácil y hasta divertido cuando le pillas el truco.
La historia puede parecer simple, pues se trata de seguir la vida de un hormiguero desde la primavera hasta el siguiente invierno, pero está hecha de manera que engancha al jugador como un espectador interactivo.
En cuanto al entrenamiento diré que es enorme pero desde el punto de vista de la hormiga. La campaña rondará la veintena de horas y el modo multijugador es el ingrediente para seguir jugando cuando se completa la historia.
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Desde Somos Gaming damos las gracias a Meridiem por facilitarnos el juego para la elaboración de este análisis
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