Análisis – Guayota
La mística canaria de San Borondón hecha acción y puzzle
The Legend of Zelda es una de las sagas más famosas y potentes del mundo de los videojuegos. Y no es nuestro trabajo analizarla hoy aquí, pero si necesitamos explicar que esta serie de juegos tiene una de las bases de jugadores más potentes que existe, además de uno de los mundos con un ambiente e historia mejor construidos.
Cuando tenemos delante un juego que puede compararse a Zelda, estamos diciendo mucho. Y esto es algo que podemos decir de Guayota, que es un indie español que está claramente inspirado en el gran mito que son los juegos de la saga de Link, pero cuya historia y encanto nacen de una cultura que, aunque es parte de España, es muy desconocida: la cultura guanche, de la isla de Tenerife (Guayota)… y la leyenda de San Borondón. Que por cierto, tengo un juego de mesa que traer a Somos Gaming sobre esta misma isla, pero no es el tema que nos ocupa.
Los jugadores más experimentados pueden notar similitudes además de Guayota con otros títulos de aventura como Journey o Rime, pero lo que distingue a Guayota es su enfoque en una mitología específica y menos explorada. Esta profunda conexión con la mitología de las Islas Canarias y tener un juego ambientado en un paraíso terrenal cerca de estas islas, permite a los jugadores explorar aspectos de la historia y mitología canaria prehispánica, ofreciendo una experiencia tanto lúdica como cultural.
De este modo, sus creadores Team Delusion, han captado la atención de jugadores y críticos por igual, por este modo de integrar el folklore como un elemento narrativo central de forma orgánica. Les damos gracias por cedernos una copia para probar en Nintendo Switch (el juego está además para PC – Steam). El juego ha salido al mercado el 13 de agosto de 2024 y la verdad, aunque el público de un indie es reducido, las críticas positivas superan en 96%.
Pantalla de inicio
Guayota se presenta como un juego de aventuras con una fuerte inclinación hacia la resolución de puzzles. Desde el primer momento, los jugadores son introducidos a un entorno en el que deben interactuar con objetos, activar mecanismos y navegar a través de trampas mortales para avanzar. La ausencia de una interfaz sobrecargada permite que los jugadores se sumerjan por completo en la atmósfera del juego, donde la atención al detalle y la paciencia son clave para progresar.
Ya desde el principio, la estética del juego, que busca un estilo distintivo, y no un hiperrealismo, se nota en todo, desde la propia pantalla de inicio, también simple, como en los menús, que además están completamente en castellano. El juego se muestra en ese sentido muy orgánico y atractivo.
¡Empezando a jugar!
Desde el inicio de la partida, se nos presenta una cinemática que contextualiza el viaje de los protagonistas hacia San Borondón, estableciendo el tono para la aventura que está por venir, y se nos introduce en la historia y la leyenda sin ningún tipo de de ambages.
El juego no nos ofrece un tutorial separado, pero hay que decir que una de las características más destacadas del juego es su diseño de puzzles. Los jugadores se enfrentan a una serie de desafíos que se presentan de manera gradual, aumentando en dificultad a medida que se progresa, y tras los primeros, dónde hemos visto la dinámica, cada nuevo reto o puzzle, situación lógica, se construye añadiendo nuevos elementos. Este enfoque recuerda a la maestría de Nintendo, donde cada nuevo nivel introduce de forma sutil y efectiva nuevos elementos de juego, y esto hace que el aprendizaje y su curva sean muy consistentes.
Disfrutando de la partida
El juego introduce a los jugadores en el año 1506, situándolos en el contexto de una misión secreta encomendada por la Corona de Castilla, con el objetivo de descubrir la misteriosa Isla de San Borondón. Canarias y la cultura guanche en particular (recordemos que cada isla tenía su propia cultura) tienen dos historias muy conocidas, la figura de Guayota, el maligno demonio que habitaba en el volcán Teide, y la misteriosa isla de San Borondón.
San Borondón, según las leyendas, es una isla envuelta en niebla, inaccesible para aquellos que la buscan con avidez. Este mito ha sido una fuente de inspiración para muchos, y Guayota logra capturar la esencia de este misterio. En el juego, los jugadores asumen el rol de un cronista encargado de documentar los descubrimientos de esta expedición. A medida que avanzan, se encuentran con elementos culturales profundamente arraigados en la mitología canaria, lo que añade ese elemento tan de agradecer de autenticidad y riqueza al juego.
La isla de San Borondón, según las leyendas, aparece y desaparece en el océano, envuelta en una espesa niebla que impide su localización. El juego Guayota se aprovecha de este misterio como hilo conductor, guiando a los jugadores en una travesía que comienza en Tenerife y los lleva hacia el oeste, donde se dice que la isla podría encontrarse. Los relatos de los indígenas cuentan que la isla solo se revela a aquellos que no la desean, y muchos han llegado a ella sin rumbo, llevados por las corrientes mientras dormían.
Si nos centramos en la jugabilidad, en este juego los jugadores deben resolver una serie de puzles y desafíos cada vez más complejos, que no solo ponen a prueba su habilidad y percepción, sino que también los sumergen en dos dimensiones distintas, fundamentales para descubrir la verdad detrás de San Borondón. La mecánica de juego basada en la exploración de templos antiguos y el uso de una antorcha para sortear trampas aporta una sensación de inmersión que es difícil de igualar.
Y entramos en uno de los elementos más fundamentales e icónicos de Guayota, que es el uso que hace este videojuego de los conceptos de la oscuridad y la luz. En el juego, los jugadores deben utilizar antorchas para iluminar su camino a través de templos antiguos, donde trampas y mecanismos ocultos aguardan. Estos puzzles no son simples; requieren observación y estrategia, haciendo que cada victoria se sienta merecida. Pero es posible que un jugador sea derrotado y tras ello, se pasará a otra dimensión dónde al extinguirse la luz de su antorcha, tendrá en la oscuridad retos adicionales.
Cada templo que tenemos que explorar en el juego está lleno de simbolismo, con referencias directas a la mitología guanche y a los antiguos dioses de las islas. Estos elementos no solo enriquecen la narrativa, sino que también ofrecen a los jugadores un vistazo profundo a las creencias ancestrales de los habitantes originales de las Canarias. Porque en Guayota, la mitología no solo se insinúa, sino que se presenta como un premio para aquellos que resuelven los desafiantes acertijos. Este enfoque permite a los jugadores aprender sobre el folklore mientras avanzan en el juego, sin que la narrativa pierda su relevancia, dado que la realza.
Los puzzles, elemento central en Guayota, son constantes y exigentes, y en contra de lo que tenemos en Zelda y quizás si más en Rime, terminan convirtiéndose en el núcleo del juego. Y es que mientras que en Zelda los puzzles sirven como una manera de romper la monotonía entre la exploración y el combate, en Guayota son la esencia misma de la experiencia. Los jugadores que disfrutan de los desafíos mentales encontrarán en este título un entretenimiento a la altura, pero aquellos que busquen algo más variado podrían sentirse desilusionados.
En lugar de recompensar a los jugadores con artefactos, armas o habilidades al resolverlos, Guayota ofrece fragmentos de historia y mitología como premio. Al completar un puzzle, los jugadores no solo avanzan en el juego, sino que también desbloquean nuevas piezas de la narrativa, lo que les permite profundizar en el folklore canario. Este enfoque hace que la narrativa no sea un simple telón de fondo, sino una parte integral de la experiencia de juego.
Como hemos visto, una de las mecánicas más interesantes de Guayota es el uso de la luz como herramienta central para resolver puzzles y avanzar en el juego. A través de antorchas y piedras de luz, los jugadores desbloquean mecanismos que les permiten progresar en su aventura. Pero esta mecánica se complica con la introducción de dos dimensiones: el mundo real y el plano de la locura, una clara referencia al universo de Lovecraft.
Un elemento interesante y retador de la jugabilidad de este juego es la muerte. La muerte en Guayota no es el final, sino un medio para explorar una versión alternativa y más oscura del mismo nivel. Cuando el personaje principal “muere“, no pierde vidas ni se enfrenta a un Game Over. En cambio, el jugador es transportado a una dimensión diferente donde las reglas del mundo real ya no se aplican de la misma manera. Esta versión alternativa es más difícil de navegar, pero también ofrece nuevas perspectivas y desafíos.
El plano de la locura, si bien añade un nivel adicional de desafío, puede sentirse más como un juego diferente que como una parte natural del progreso. Los jugadores son transportados a este plano cuando fallan en el mundo real, enfrentándose a nuevos puzles que eliminan la necesidad de habilidad física y se centran exclusivamente en el pensamiento lógico.
Uno de los hechos más interesantes es que probablemente algunos jugadores prefieran esta versión más oscura del nivel, lo que demuestra la genialidad del diseño de Guayota al ofrecer una experiencia dual: un mundo de luz donde todo es más intuitivo, y un mundo de sombras donde cada paso debe ser cuidadosamente considerado.
Créditos finales
Como bonus track en esta reseña, tenemos que hablar un poco del origen de Guayota, ya que como objeto en si es tan fascinante como el juego mismo. La inspiración para crear un juego basado en la mitología canaria vino de uno de los miembros del equipo, oriundo de las Islas Canarias. A través de la investigación y la exploración de la historia local, el equipo descubrió un panteón de dioses y leyendas que, aunque pequeño, posee una riqueza cultural impresionante.
El desarrollo de Guayota fue un proceso largo y meticuloso. Iniciado como un trabajo de fin de máster (TFM),tras completar el máster en 2019, el equipo continuó trabajando en el juego, refinando el arte, los niveles y la narrativa durante los siguientes cuatro años. La dedicación y el esfuerzo invertidos en este proyecto se reflejan en la calidad final del juego.
Por ejemplo, por lo que cuentan, el proceso de diseño de los puzzles en Guayota es particularmente interesante. El equipo de desarrollo primero creó los puzzles más complejos y luego trabajó hacia atrás, eliminando elementos para crear desafíos más simples que los jugadores enfrentarían en las primeras etapas del juego. Este enfoque garantiza que los jugadores aprendan y se adapten a las mecánicas del juego sin sentirse abrumados.
OPINIÓN:
Guayota no es un videojuego convencional; desde sus primeros minutos, deja claro que su objetivo es ofrecer una experiencia profundamente ligada a la cultura y mitología de las Islas Canarias. El juego se desarrolla en la misteriosa isla de San Borondón, un lugar envuelto en leyendas y relatos sobre su naturaleza fantasmal. Inspirada en la figura de San Brandán de Clonfert, un monje irlandés del siglo VI, esta isla representa el perfecto escenario para una narrativa que fusiona lo histórico con lo sobrenatural, con esas conexiones no demasiado oscuras con el universo de H.P. Lovecraft que a mi me gustan, aunque es importante señalar que estas inspiraciones no se traducen en una simple imitación.
El éxito de Guayota radica en su capacidad para fusionar de manera efectiva la cultura y la mitología canaria con una experiencia de juego interesante y retadora. No es solo un juego, sino un homenaje al pasado, que permite a los jugadores explorar y experimentar las leyendas de las Islas Canarias de una manera interactiva y educativa.
La narrativa, cuidadosamente elaborada, junto con los puzzles inteligentes y el diseño artístico que refleja la riqueza cultural de las islas, hacen de Guayota un título que destaca en el mundo de los videojuegos basados en mitología. Es más que un videojuego; es un tributo a la mitología y cultura de las Islas Canarias.
Me gustaría decir que el éxito (por ahora pequeño pero esperamos que vaya creciendo) de este primer juego de Team Delusion abra la puerta a futuras exploraciones de otras leyendas españolas en el mundo de los videojuegos. Sería emocionante ver cómo este estudio continúa desarrollando su identidad creativa, tal vez explorando otros géneros o combinando sus puzzles con elementos de acción para atraer a un público más amplio. En cualquier caso, Guayota marca un prometedor comienzo para el estudio y deja a los jugadores con ganas de más.
GRÁFICOS: El estilo artístico de Guayota es un homenaje a las Islas Canarias, con paisajes que evocan la belleza y el misterio de este archipiélago. Desde los templos antiguos hasta las misteriosas playas, cada escenario está diseñado para reflejar el espíritu de las islas. El juego se construye sobre el motor Unreal Engine, lo que le otorga un rendimiento y una calidad artística sobresaliente. Uno de los aspectos más destacados de Guayota es su diseño estilizado, . El juego apuesta por una libertad creativa que se aleja del hiperrealismo, ofreciendo una estética única que, sin duda, atraerá a los jugadores que valoran la originalidad y la expresión artística en los videojuegos
HISTORIA: Lo que hace que Guayota destaque es su coherencia narrativa. Cada mecánica, cada puzzle y cada decisión de diseño están profundamente arraigados en la historia y la mitología que el juego busca contar. El fuego, por ejemplo, no es solo un elemento de juego; es un símbolo narrativo que representa el descubrimiento y la iluminación en un mundo lleno de misterios.
SONIDO: La banda sonora también merece una mención especial, con música que complementa perfectamente la atmósfera del juego, sumergiendo a los jugadores en la experiencia. Acompañado de un doblaje en español de alta calidad y una banda sonora inmersiva, Guayota consigue sumergir al jugador en su atmósfera mística sin llegar a ser abrumador.
JUGABILIDAD: Realmente la cantidad de controles, la responsividad y el manejo del personaje son sencillos, con todo ello centrado en poder realizar los puzzles, y no difíciles tareas físicas con herramientas.
ENTRETENIMIENTO: Un juego con historia, pausa, lógica y puzzles con algo de acción y tensión, pequeñas fases con dificultad creciente y retos para la lógica. Visualmente ayuda mucho.
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