Análisis – Neva
Arte en forma de videojuego
En el ocaso de la vida útil del Nintendo Switch, Nomada Studio, los creadores de GRIS, han lanzado su esperado sucesor espiritual: Neva. Este título, publicado el 15 de octubre de 2024, ha generado grandes expectativas al prometer una experiencia similar en términos de narrativa emocional y estética artística, pero con nuevas mecánicas que profundizan en su legado. Desde su anuncio, los fans de aventuras introspectivas y de plataformas han estado ansiosos por descubrir cómo este título expande el mundo mágico que Nomada Studio construyó en su debut.
La historia nos sumerge en un viaje íntimo y desgarrador, guiado por Alba y Neva, un dúo que evoluciona mientras enfrenta las adversidades de un mundo al borde del colapso. Comparado con títulos como Ori and the Blind Forest o incluso Journey, Neva reafirma la capacidad del videojuego como medio artístico, y esto es uno de los puntos más importantes de esta reseña: El videojuego se puede verdaderamente establecer como un arte, dónde como en el cine, tenemos películas de consumo o películas que son obras maestras. Neva se aproxima más a estas últimas.
Publicado por Devolver Digital, agradecemos mucho que nos ofrecieran una copia para reseña en Nintendo Switch, aunque el juego se puede encontrar en todas las plataformas. Ha sido uno de los mayores placeres posibles jugar a este juego, por esa estética tan especial.
Pantalla de inicio
Desde el primer momento, Neva cautiva con su diseño minimalista pero cautivador. Su menú principal es sencillo, con una banda sonora ambiental que prepara el tono emocional de la experiencia. Este juego 2D combina plataformas con combate, enmarcado en una narrativa sin texto que confía en sus imágenes para transmitir emociones.
El diseño desde este punto inicial evoca una atmósfera onírica con paisajes pintados en colores pastel y una música que invita disfrutar de esta experiencia casi íntima. Este primer contacto establece el tono de una aventura contemplativa, con mecánicas de desplazamiento lateral que integran combate ligero y resolución de acertijos. La experiencia inicial promete una narrativa que se despliega a través del arte visual más que de palabras explícitas.
Esto nos permite desde el principio decir que Neva impresiona con una dirección artística impecable, y que la primera impresión de Neva es pura poesía visual.
¡Empezando a jugar!
El inicio de Neva es impactante: una pérdida irreparable nos coloca en la piel de Alba, quien debe guiar a la cachorra Neva. El tutorial está integrado de manera orgánica en la narrativa, enseñando los controles mientras exploramos un mundo lleno de detalles visuales. La conexión inicial entre Alba y Neva logra enganchar al jugador rápidamente, gracias a la manera en que su relación comienza a construirse desde el primer momento.
Y es que como todas las buenas historias que se precien, esto es, el camino del héroe, al tomar el control de Alba, tomamos el camino de una heroína cotidiana acompañada por Neva, una loba que crece a medida que avanza la historia.
Profundizando más en el tutorial que se integra de manera orgánica, hay que decir que los controles son intuitivos, y que esta manera de enseñar las mecánicas básicas mientras exploramos el mundo en decadencia hace que no perdamos el hilo de la propia partida. Quizás el diseño minimalista deje a algunos jugadores con dudas sobre cómo avanzar, este enfoque refuerza el sentimiento de descubrimiento.
Disfrutando de la partida
La verdad es que el hecho de que la historia está integrada dentro de la evolución de las cuatro estaciones, incluyendo en ello toda la paleta de colores, mientras a su vez el diseño de niveles está totalmente compenetrado con estos dos elementos, nos ofrece el hecho de que este juego está muy bien pensado, muy bien cuidado y completamente diseñado para ser una experiencia integradora de manera total.
El núcleo jugable de Neva hemos indicado que combina plataformas y combate con un diseño accesible y cierta cantidad de desafío. Los niveles son lineales, pero cada sección ofrece sorpresas visuales y mecánicas que mantienen el interés del jugador. La jugabilidad de Neva combina plataformas 2D con elementos de exploración y acertijos que exigen observación más que habilidad técnica. A medida que avanzamos, la relación entre Alba y Neva se profundiza, tanto emocional como mecánicamente. Neva no solo crece físicamente, sino que también adquiere habilidades que enriquecen las posibilidades de juego, como ataques más poderosos y herramientas para interactuar con el entorno.
El combate es sencillo pero efectivo: Alba cuenta con combos básicos, ataques descendentes y una esquiva, mientras que Neva evoluciona a lo largo del juego, añadiendo movimientos como un dash de teletransporte para mantener a raya a los enemigos.
Un elemento a tener en cuenta es que la curva de dificultad está bien balanceada. Los enemigos pueden ser un reto, especialmente en enfrentamientos multitudinarios, pero es de agradecer la existencia de puntos de control generosos que evitan frustraciones (justo lo contrario a lo que este juego quiere ofrecer). Las batallas contra jefes son puntos destacados, ofreciendo momentos tensos y espectaculares que exigen dominar tanto el combate como las plataformas.
El crecimiento de Neva añade un toque emotivo, aunque sus interacciones con el gameplay son limitadas. La historia, aunque predecible, se cuenta sin rellenos y fluye con una armonía envidiable, complementada por un diseño de escenarios espectacular y una dirección artística magistral. Quizás la linealidad del diseño horizontal puede sentirse restrictiva, especialmente cuando se introduce un nuevo enemigo o mecánica que parece ser temporal. Aunque los coleccionables no afectan directamente la trama, refuerzan la temática de la exploración y el duelo, sumando a la narrativa implícita.
Tenemos que terminar diciendo de nuevo que el diseño visual es cautivador: paisajes de ensueño con bordes difusos y una paleta de colores que varía según las estaciones, evocando emociones específicas en cada etapa. La música y los efectos sonoros complementan esta inmersión, comunicando un mensaje de esperanza a pesar de la oscuridad que rodea a los personajes.
A medida que avanzamos, Neva despliega una. Cada estación del año representa un capítulo en la historia, con colores, entornos y desafíos que simbolizan el crecimiento de Alba y Neva. Los niveles están diseñados de forma magistral, permitiendo una exploración que recompensa al jugador con descubrimientos visuales y narrativos.
¡Sólo un rato más!
Con una duración aproximada de 4 a 6 horas, Neva es una experiencia compacta y bien medida. Aunque no cuenta con funciones multijugador, su diseño invita a rejugarlo para apreciar los detalles artísticos y narrativos que pueden pasar desapercibidos en la primera partida.
OPINIÓN
Neva es un testimonio de cómo los videojuegos pueden ser obras de arte. Aunque breve, su narrativa poderosa y su diseño visual impecable lo convierten en una experiencia inolvidable. Nomada Studio ha superado las expectativas, entregando un título que emociona y deja reflexiones profundas sobre la resiliencia, el compañerismo y la esperanza.
Neva es una obra visual y jugablemente sólida que equilibra con maestría narrativa, plataformas y combate. Si bien su propuesta no es del todo innovadora y las interacciones con Neva podrían haberse explotado más, el resultado final es un juego redondo y muy disfrutable.
Neva es una obra de arte en movimiento, que brilla por su estética y su capacidad para tocar emociones profundas. Aunque no está exento de fallos, como la implementación forzada de ciertas mecánicas o su ocasional falta de claridad en los objetivos, estos elementos no opacan su ambición narrativa.
Neva es un testimonio del arte en los videojuegos. Nomada Studio ha creado una obra que, aunque breve, deja una impresión duradera gracias a su emotiva narrativa, su impresionante dirección artística y su sólida jugabilidad. Los pequeños tropiezos técnicos, como las caídas de fotogramas en el Nintendo Switch, no empañan lo que es una experiencia inolvidable.
GRÁFICOS/SONIDO: El apartado artístico y sonoro es el corazón del juego. Cada paisaje parece sacado de un cuadro, y la música, compuesta por melodías suaves y crescendos épicos, acentúa los momentos clave de la historia. Esta fusión de elementos visuales y sonoros crea una inmersión pocas veces vista en otros títulos.
HISTORIA: La historia es profunda, emotiva, y sobre todo, contada elegantemente.
JUGABILIDAD: Tenemos una jugabilidad que evoluciona junto a su historia. Las mecánicas de plataformas son fluidas, los puzles son desafiantes sin ser frustrantes, y los combates contra enemigos reflejan los obstáculos emocionales que enfrentan los personajes
ENTRETENIMIENTO: La verdad es que, a quienes les guste este tipo de juegos, tiene la posibilidad de estar las horas que dura delante de la pantalla, anticipando los posibles finales, mientras disfruta del camino.
Desde Somos Gaming damos las gracias a Cosmocover por facilitarnos el juego para la elaboración de este análisis
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