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Anime y videojuegos volumen 3; La asesina del romance.

En el anterior artículo de “Anime y videojuegos” con “Mi tío no es de este mundo” hablábamos de un isekai que en realidad no lo era, al menos no del modo convencional. Hoy os traigo otro caso similar, esta vez con un anime que pudiera parecer la típica y manida historia de romances de instituto, tan del gusto nipón, pero que le da la vuelta al género para convertirse en una comedia por momentos hilarante, y sobre todo que te mantendrá con una sonrisa en la boca. Bueno, casi todo el tiempo…

Anzu Hoshino es una adolescente atípica, pues al contrario que sus compañeras de clase, interesadas en los amoríos de instituto y en salir por ahí, ella solo necesita tres cosas para ser feliz; Los videojuegos, el chocolate y a su gato. Y en esas está la chica cuando aparece en su vida, por error, o eso parece en un principio, un videojuego del género otome, que son unas novelas visuales en las que el jugador va teniendo citas con diversos pretendientes, y según sus acciones, la aventura amorosa se desarrollara de un modo u otro.

 

Anzu achuchando a su adorado Momoiki

 

A pesar de ser un poco cutre decide jugarlo y es entonces cuando conocemos a Riri, una mezcla entre un Hada, un mago y un funcionario, gobierno japones con sombrero de bruja y varita, un cuadro vamos, y un mal bicho, que con sus poderes será el que ponga en marcha esta historia. Su objetivo; que Ansu deje atrás esa vida de otaku y se enamore ¿Por qué? Bueno, sus razones tiene, y ya las descubriréis. Para conseguirlo no dudara en ser tan cruel y despiadado con ella como para eliminar los tres pilares de su vida antes mencionados. Y no contento con eso, convertirá la existencia de nuestra protagonista en un videojuego de citas, allanando el camino con su magia y multitud de triquiñuelas para que el amor florezca.

 

El ”entrañableRiri aparece para poner patas arriba la apacible vida de Anzu

 

Pobrecita Anzu, podríais pensar, y si, pero no. Anzu es una tipa de carácter, que no piensa doblegarse ante las imposiciones de este aspirante a cupido gubernamental, aguantando con estoicismo tanto las restricciones como a los atractivos pretendientes que Riri pondrá en su camino. No le interesa el amor, eso de casarse y formar una familia no va ella, tan solo quiere de vuelta a su gato, sus chocolates y sus videojuegos.

Y está dispuesta a pelear por ello, y cuando digo pelear, no solo a fuerza de voluntad me refiero, si no incluso usando métodos de lo más violentos. Las peleas, tanto verbales como físicas de Anzu y Riri son una constante y una de las cosas que más me hizo reír en esta obra, con un humor físico exagerado y a cada paso más brutal. Además, mola cuando le da caña a Riri, porque es lo peor el limón volador ese ¡La ha dejado sin videojuegos! Se lo merece.

 

Las peleas de estos dos son originalmente violentas e irrisorias

 

Ya con esta curiosa premisa tendríamos bastante para disfrutar de un anime diferente, pero aún hay mucho más. Como siempre, os dejaré que lo descubráis por vosotros mismos durante los 12 capítulos de los que consta esta primera temporada (Se espera una segunda, pero se puede ver la primera como un arco cerrado sin problema), y que una vez que empiezas a ver, se pasan volando. Solo deciros que se tratan temas de más calado que los amoríos adolescentes como el bullying, las obsesiones, la amistad, y, sobre todo, la presión de las expectativas que la sociedad en general y la japonesa muy en particular, ponen sobre los hombros de los jóvenes.

Más allá de un argumento que, aunque original, podría resultar simplón, este es un anime que aborda desde el humor temáticas importantes de la sociedad japonesa, y en el que, aunque como decía antes nos mantiene entre la sonrisa y la carcajada, también da cabida a una trama misteriosa y truculenta, que se resuelve de una forma que no te esperas. Para ello cuenta con un buen grupo de secundarios, destacando a los pretendientes, que al contrario de lo que se pudiera pensar, pues son de algún modo los “rivales” de Anzu, y nosotros vamos obviamente a favor de la gamer, no resultan para nada cargantes terminan cayéndote muy bien y teniendo más peso y profundidad en la historia a medida que esta avanza.

 

A pesar de toda la fantasía, también tendremos multitud de simpáticas situaciones cotidianas

 

Un anime que fue toda una sorpresa para mí, y que creo que lo será para cualquiera que se vea dos o tres capítulos, con el atractivo extra para los jugones de que, por una parte, nuestra prota es una gamer empedernida, por lo que empatizamos rápido con ella, y por otra, su vida se convierte en un videojuego, y eso siempre mola.

¿Podrán Riri y el amor vencer a los videojuegos, las chocolatinas y un gato?

La batalla está servida ¡Fight!

Santiago
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