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Indiana Jones y el dial del destino; El adiós del último gran héroe clásico.

Para poneros un poco en contexto, y que sepáis mi actitud ante la peli, y para una mayor comprensión por todo el mundo de este artículo, os explico; Mi primera película en VHS, y la primera que veía fuera de lo que echaban en TVE (mis padres no eran mucho de ir al cine), fue el templo maldito. Y aunque tenía yo 6 años y mi hermano 4 (El pequeño estaba en la cuna) lo gozamos como solo lo pueden hacer los niños. Y pasamos miedo, si, pero… ¡Qué divertido!

 

 

Desde ese momento nos hicimos fans acérrimos de Indiana Jones como epitome del héroe de aventuras, no había otro que se le acercara, un icono. Y con los años llego La calavera de cristal, y sin entrar en el hacer el hater ni en el meme, pues no va de eso la cosa, no me gusto. Y algo se rompió. Si, ahí estaban las clásicas, pero… ¿Esto es lo último que veremos del tipo del látigo y el sombrero de fedora en acción? ¿Ya no lo veremos despedirse dignamente?

Y aquí llega esta película, en 2023, y yo, junto con mis hermanos y unos amigos, que quizá no nos juntábamos para ir al cine desde Vengadores Engame, también llegamos, entre ilusionados e intranquilos, al cine. Y en esas estábamos, sentados en la butaca, con sueños de niños revoloteando entre nuestras ya curtidas, y algunas despobladas cabezas, tratando de domar a los salvajes potros del hype y la nostalgia, por no descalabrarnos después, esperando a que la acción empezara de una vez. Y la acción empezó.

 

 

¡Y empezó por todo lo alto!, Los primeros 20 minutos son puro Indiana Jones! Que sí, que alguna miradita esquiva, algún muñecote corriendo a la luz de la Luna… pero poco más que decir de lo menos bueno, pues malo no hay realmente nada. Emocionante prologo que me trajo todo el aroma de aquello que amé en la trilogía original.

Pero claro, después empieza la peli en sí, la del Indi de setentón que, en buena lógica no puede hacer ciertas cosas. Son otros tiempos y es otro Indi, pero la clave está ahí, era Indi, lo podía reconocer. Íbamos bien, ahora tocaba ver en que líos se metía. Los líos en los que se ve envuelto me interesan lo justo, la verdad. No es que este mal la trama, al contrario, está bastante bien, pero había ido a ver al tipo en acción, que al final es de lo que va esta saga, más allá del origen de las aventuras en las que la desarrolle, o de la compañía que tenga. ¡Y el tipo estaba muy bien!

 

 

Para tener 70 tacos claro (79 el actor), pero lo suficiente como para poder seguir siendo un héroe de acción. Una acción diferente, por suerte, pues no quería ver a este señor dando volteretas por ahí. Pero una acción trepidante, y llena de aventura, como corresponde a la saga, sin parar de ir de un sitio a otro, entre persecuciones, disparos, golpes y giros que nos mantienen muy entretenidos mientras nos vamos despidiendo del él. Y esto es bueno, pues un buen adiós dulcifica la perdida, y ya era consciente, desde que anunciaron la peli, de que esto se acababa. Esta vez de verdad.

Así que acompañé a mi héroe una vez más en sus andanzas, sintiendo que se cerraba un ciclo que ocupa toda mi vida consciente, desde aquella primera peli en el “cine” de casa hasta esta última aventura. Hay alguna que otra cosita, cosas que no me hacen sentir lo mismo de aquellas primeras veces, cosas como que han pasado 40 años, por Indi, por Harrison Ford y por mí, que el mundo se ha movido. Pero esto no es malo, es la vida. No sentí que me despidiera bien con “la calavera”, creo que terminamos un poco hastiados los tres, Indi, Harrison y yo, cada uno a su manera, y nos alejamos sin darnos un abrazo. Ahora hemos podido dárnoslo, y decirnos adiós con una sonrisa en los labios y una lagrima en la mejilla, como lo hacen los buenos amigos.

 

 

Salí del cine contento y satisfecho, que ya es mucho, teniendo en cuenta que me acababa de enfrentar a una de las experiencias cinematográficas de mi vida, algo importante junto a personas queridas, como aquella primera vez hace casi 40 años.

Sali feliz, y con eso me quedo.

Gracias Indi, hasta siempre.

Santiago
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