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Una historia de… Game Gear, la videoconsola que voló demasiado cerca del sol

La videoconsola que voló demasiado cerca del sol

 

 

Los sueños de un niño

Hoy vamos a hablar de uno de mis sueños infantiles frustrados, de una maquina asombrosa para su tiempo, y con una serie de características que la convierten en un hito dentro de la historia de los videojuegos, pero que llego demasiado lejos demasiado pronto, como pasaría poco tiempo después con otra maravilla de SEGA, Dreamcast. Pero esa es otra historia que ya contaremos.

Hoy hemos venido hablar de una pequeña gigante con los pies de barro, la asombrosa Game Gear, uno de los mayores logros tecnológicos de la marca del erizo azul, y al tiempo uno de sus mayores derrotas, que no fracasos, esos vendrían más tarde. Cosa que también se podría decir de esa otra consola de la marca, esa de la que no hablaremos hoy. Parece ser que no aprendieron, para mi pesar y el de muchos seguidores.

 

 

Pues he de confesar, y confieso, que como el prepuberal chico que era cuando fabricaron este ingenio, yo andaba metido, como casi todos, en plena guerra de consolas. Y yo era de SEGA, a muerte. Los debates que se dan hoy en Twitter se daban entonces en el patio del colegio o en la plaza, eso sí, con más educación y menos bravuconería, pues allí, cara a cara, te jugabas un posible guantazo. Pero aún así, debatíamos fieramente, cayendo por el camino tiernas amistades (Durante horas, o como mucho algunos días), argumentando lo que habíamos leído en tal o cual revista, o lo que nos había dicho un “mayor”, y lo que no, nos lo inventábamos, de nuevo como en Twitter (Ya sé que es X ahora, pero no me da la gana, suena horrible)

Y ojo, que no es por poner escusas, bastante escusa teníamos con ser niños, pero hay que destacar que esto lo promovían ambas marcas con publicidades muy agresivas y abiertamente comparativas, en las que se nombraba para a mal la marca rival, cosa impensable hoy día, donde esto se hace si acaso con disimulo, pero muy habitual en los 90. Por ahí podréis encontrar el documental Pepsi vs Coca-Cola, muy representativo de estos tiempos a la par que interesante. Pero volviendo al tema, mi caballo de batalla personal era que la portátil de SEGA era muy superior a la Game-Boy de Nintendo.

¿Pero que veo en la lontananza, una horda de nintenderos con orcas y antorchas? Paciencia, esperar un poco antes de quemarme, terminad de leer el artículo, y si esperáis aún un poco más, la semana que viene tendréis un artículo sobre Game Boy y porqué es una de las videoconsolas más importantes de la historia. ¿Todos tranquilos? Pues seguimos.

 

Un viaje en el tiempo

Vamos a situarnos en la época y el contexto; principios de los 90, en casa teníamos un Spectrum, fruto de mi primera comunión, y fruto de la de mi hermano, nos hicimos con una flamante Master System II ¡Un salto enorme! Y con los 16bits apenas iniciando su camino, aquello era, junto con NES, lo mejor que una familia proletaria solía tener en cuanto a videojuegos.

 

Esta fue nuestra versión, con el Alex Kidd incluido. ¡Alucinante!

 

Y entonces comienza a aparecer por las revistas especializadas noticias sobre una portátil de SEGA que venía para competir con la Game Boy, ya muy exitosa desde su lanzamiento a pesar de algunas críticas, pues estaba técnicamente muy alejada de lo que ofrecía la NES, pues con su pantalla monocroma y sin retroalimentación, se parecía más a los Game & Watch de la época que a una 8bits, Y resulta que esta nueva consola es, casi literalmente ¡Una Master System portátil¡ De hecho era mejor que esta, salvo por la resolución de su, por otra parte, maravillosa pantalla retroalimentada y a todo color de 3.2 pulgadas.

Como ejemplo de su poderío, se podían reproducir lo juegos de MSII en ella por medio de uno de los muchos adaptadores que tenía, y a la inversa no era posible, pues la pequeña de SEGA tenía una mayor paleta de colores y sonido estéreo y la 8bits de sobremesa no.

 

Poder jugar tus juegos de MSII en ella era una chulada

 

Y hablando de adaptadores, hablaré solo de algunos de los más destacados, dejando el premio gordo para el final; Adaptador para conectar dos máquinas y jugar a dobles, otro para, como decíamos antes, reproducir juegos de su hermana de 8bits, batería externa recargable y, aquí viene lo que me explotó la cabeza… ¡Un adaptador para ver la tele! Y todo eso en una pantalla de buen tamaño y a todo color. Pensad que en aquellos tiempos la posibilidad de ver la tele en cualquier lugar que no fuese el salón de tu casa o, con suerte, en tu cuarto. Era cosa de ciencia ficción, algo inaudito.

Y esto era un sueño, no se cuanto tiempo me pasaría viendo fotos así en las revistas

 

Pero la cosa no funciono, al menos no como SEGA esperaba, y las razones, fueron varias; por un lado, era significativamente más costosa de fabricar, y por lo tanto más cara, lo cual no es algo menor. Y sus fantásticos adaptadores tampoco eran baratos. Y por supuesto, Estaba el archiconocido tema de las pilas, que duraban entre 3 y 5 horas. Había baterías y pilas recargables, pero aquello, aparte de caro, era un lio por la tecnología de las baterías de esa época, quizá solo unos años después… SEGA voló tan alto con su portátil, que se quemó, o, mejor dicho, quemaba sus pilas, y con ellas, sus posibilidades de plantarle cara a Nintendo.

Es lo que tiene tratar de volar tan cerca del sol tecnológico.

También hay que destacar que una de las grandezas antes mencionada de este ingenio era también una de sus mayores flaquezas; Era una MSII portátil, pero es que para eso ya estaba la 8bits de sobremesa, en la que no hacían falta pilas ni adaptadores. Además, se crearon muy pocos juegos específicos para ella, costaba lo mismo sacarlos para las dos máquinas, pues se programaban igual. ¿De que servía tener la misma videoconsola dos veces? Era una chulada, pero no era práctica.

 

Los méritos del rival

Y por supuesto, hay que darle los que merece méritos al rival, la legendaria Game Boy, más pequeña y por lo tanto más portátil, pues la de SEGA era más grande y pesada. Sus pilas duraban el triple, entre 10 y 15 horas, gracias sobre todo a algo por lo que en principio fue criticada, una pantalla, monocroma, sin retroalimentar y de 2.6 pulgadas. Y por si fuera poco encontró, vía Rusia, a su pareja de baile perfecta; Tetris.

 

Un matrimonio perfecto, leyenda de los videojuegos

 

Luego vendrían muchos otros éxitos y títulos legendarios, de los que ya hablaremos en su momento, pero Tetris fue su buque insignia, un maridaje perfecto, pues por su simpleza se adaptaba perfectamente a la tecnología de la máquina, y es uno de los juegos más populares y adictivos de la historia,

Por último, cuando llego al mercado su competidora, Game Boy ya estaba bastante asentada en él con unos precios mucho más competitivos y un gran catálogo de juegos. SEGA llego tarde y con pasada de frenada.

Al final, y sin entrar más en el tema de la famosa “Guerra de las consolas” de los 90, que era ya entonces, como ahora, algo sin mucho sentido, pero que por su interés meramente histórico y antropológico trataremos en profundidad otro día, Game Gear cavo su propia tumba con la pala de la excelencia técnica, jugando una carta que termino siendo perdedora por no saber leer el mercado.

 

Una derrota que no fue un fracaso

Aún así, vendió más de 10 millones de unidades, cifra nada desdeñable, y de las que no me cabe duda gran parte fueron en Brasil, porque lo del país de la samba con SEGA es una historia de amor tan singular, que le dedicaremos también su tiempo otro día, En definitiva, que, aunque de cada 10 portátiles 9 eran de Nintendo, Game Gear encontró su lugar en una meritoria segunda plaza, y muy alejada del resto de competidoras, que las había.

Game Boy es un mito viviente y vigente, y no solo por su legado, que ha llegado hasta hoy en la forma de la Nintendo Switch, la única portátil superviviente hoy día, o por su gran interés retro, si no por la huella que ha dejado, siendo uno de los grandes nombres propios de la industria, sinónimo de diversión videojueguil, y una de las maquinas más exitosas de la historia, de forma absolutamente merecida.

Hablar de Game Gear es, en cambio, es una conversación mucho menos habitual, y, sobre todo, ha quedado popularmente como un fracaso que no lo fue tanto. Perdió claramente la contienda, sí, pero vista con tres décadas de distancia, funciono bien financieramente, tuvo su público, y se mantuvo en el mercado por 7 años, por los 9 de su rival.

En mi opinión, y aún con sus contras, sigue siendo uno de los hitos tecnológicos en la historia de las videoconsolas, y, como antes dije, una pequeña gigante con los pies de barro, peo una gigante, al fin y al cabo.

Y en mi veterano corazoncito gamer, limpio ya de cualquier fanatismo consolero, pero quizá demasiado cargado de nostalgia, sigue siendo la mejor. Ahí lo dejo.

Ahora, si queréis, ya podéis encender la hoguera.

Santiago
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