A pitufar se ha dicho
Pantalla de inicio
Cuando a un jugón, que además es apasionado del comic franco-belga y que es padre de alguien que cada fin de semana se ve 2 o 3 capítulos de una serie un poco azul… que le ofrezcan la oportunidad de jugar a un videojuego de los PITUFOS y de además ver la expresión de un niño al que le encantan es una oportunidad que no se puede desaprovechar. Y es que el día 2 de noviembre ha salido el videojuego de “Los Pitufos 2 – El prisionero de la piedra verde”, del que amablemente Meridiem Games nos han cedido una copia de Nintendo Switch para probar y reseñar en Somos Gaming.
Hay que romper una lanza por quien se atreve con videojuegos que no tienen ese corte más moderno e innovador, y recuperan personajes y temas para todos los públicos y además, de corte casi familiar. Y es lo que hace Osome y distribuye Microids, tanto con esta segunda entrega de los Pitufos como con Astérix y Obélix, otra saga que tiene origen en los comics. Además, hay que decir que este juego es una especie de secuela de otro anterior (Los Pitufos – Operación Vilhoja), con el que sin embargo tiene diferencias, centrándose este mucho más en la acción y los combates.
Nada más comenzar se observan dos cosas: que las voces en las cinemáticas de historia o en las escenas no están en español, lo que hace el juego tenga que estar subtitulado, y por otro lado, una estética y gráficos muy similares a los que tienen los actuales pitufos en la serie o las películas. Una cosa ayuda a que un chaval se meta mucho en el juego, pero la otra lo dificulta. Por ejemplo, en los momentos en los que otros personajes hablan durante la partida, a veces se podría llegar a perder o bien el hilo, o bien tener que parar para leer lo que comentan, que si es importante para la historia.
¡Empezando a jugar!
Pero vamos al juego como tal. Cuando entramos en el mismo, la pantalla de inicio nos muestra unas sencillas opciones: Nueva partida, cargar, opciones y créditos. Existen tres ranuras o slots de guardado, y una vez que escogemos una de ellas al comenzar una nueva partida tenemos que escoger un modo de dificultad entre tres, siendo uno de ellos llamado “historia” en el que prima solamente la historia y será más sencillo (ideal para iniciar a niños en este tipo de juegos). Sin embargo, el nivel más complicado añade dificultad y mayor número a los enemigos, lo que lo hace algo más retador para un videojuego de plataformas 3D con combates y acción, además de resolución de puzzles.
Y es que esto es lo que nos encontramos nada más iniciar el juego, una mini escena introductoria con historia en la que nos detalla el origen de esta aventura de los pitufos. El pitufo manitas ha pitufado la pitufadora o el SmurfoMix (y es que es genial que mantengan esta forma de hablar. Como están en inglés las voces, en ocasiones comentaré con su nombre inglés), una genial herramienta multiusos, que necesita la energía de la piedra verde que tiene Gargamel, el histórico rival de los pitufos. Tormenta (la pitufa), Filósofo y Tontín le acompañan. En este escenario se aprenden los controles básicos, a modo de tutorial in-game, ya que se aprende a saltar, el doble salto y los movimientos tanto del pitufo como de la cámara, que permite enfocarse en cualquier dirección.
Aquí encontramos el primer “problema”, y es que los bordes del escenario muchas veces dejan al personaje “colgado”, o no puede caminar por algunos lugares, aunque esto ocurre si buscamos las pegas al movimiento. Y es que la verdad, el juego se ve y siente bien, el pitufo responde perfectamente a las instrucciones dadas y no hay problemas en las acciones, además de estar en un entorno detallado (aunque no en un grado de excelencia). Sin embargo, nada de esto empaña la sensación del juego, realmente, ya que personalmente siempre me gusta explorar y buscar los límites.
Disfrutando de la partida
Tras este tutorial, la piedra verde explota y esparce por todo el territorio una serie de cristales, liberando a Stolas, el prisionero de la piedra verde. Este personaje será el rival en esta aventura, mientras que, tal como se ve al final de esta pequeña aventura introductoria, Gargamel y los 4 pitufos se alían para intentar devolver a Stolas a la piedra. Y entonces es donde de verdad comienza la partida. Esta nos llevará por diferentes escenarios (jardín, casa…) cada uno de ellos modelado en 3D y con diferentes tipos de retos y problemas a superar. Principalmente, hay que ir destruyendo los cristales que invaden los escenarios y eliminar a los enemigos que están en el terreno usando la SmurfoMix.
Después de un primer nivel donde va uno aprendiendo todos los controles básicos, mejoras y habilidades especiales, empezamos a disfrutar más del juego cuando vienen las diferentes habilidades de la pitufadora. Y es que además se pueden controlar los cuatro pitufos, con diferentes habilidades especiales cada uno. Y la SmurfoMix puede incluir mejoras, pagadas con los cristales obtenidos que hacen de moneda, para mejorar tanto el daño o cadencia de tiro (ya que se usa para disparar a los enemigos o los cristales).
El juego va consistiendo a partir de entonces, mientras recorres los diferentes escenarios persiguiendo a Stolas para encerrarlo nuevamente en el cristal verde, en una combinación bastante exitosa de juego de plataformas en 3D, algunos puzzles que permiten continuar avanzando y juego de acción en el que con el pitufadora vamos disparando a los enemigos. Los escenarios, hay que decirlo, son amplios, detallados y con mucha amplitud y libertad para explorar, sin llegar a ser un mundo abierto, dan una sensación de amplitud y de variedad de caminos para la exploración que se agradece mucho, y que aunque con su linealidad, tiene esa pequeña parte de exploración que no deja al jugador la sensación de tener el camino absolutamente marcado. En el mismo escenario, o para pasar entre escenarios, de vez en cuando se abren portales verdes que van permitiendo el avance a zonas nuevas.
Entre los enemigos que van apareciendo podríamos poner dos clasificaciones o dos niveles, como en casi todos los videojuegos, enemigos normales y jefes. Cuidado, porque los enemigos más normales aparecen en grupos, y en ocasiones en diferentes oleadas, y desde distintos puntos de los escenarios. Y no solo eso, no aparecen del mismo tipo de enemigos, si no que aparecen diferentes combinados. Los enemigos, sin llegar a tener un abanico amplísimo, no se hacen repetitivos y hacen que el jugador tenga que estar atento siempre a intentar usar la mejor estrategia para eliminarlos, atendiendo muchas veces al propio entorno y no caer de las plataformas al agua o al vacío.
Capítulo aparte merece la SmurfoMix o pitufadora, realmente. Hay que tener en cuenta que este aparato creado por el Pitufo Manitas y con un fragmento de piedra verde es elemento fundamental en toda la partida: desde su funcionalidad más básica para disparar a los enemigos, hasta la versión de miel para detener objetos en movimiento, o los frutos de empujar/tirar hacen que sea necesaria NO solo para combatir, sino que es esencial para avanzar por los diferentes escenarios (jardín, casa, río, nieve…), llegar a enfrentarse al propio Stolas (peleas que requieren realmente un poco más de intensidad por parte del jugador).
Durante la partida se van a poder mejorar tanto la pitufadora o SmurfoMix, los diferentes tipos de semillas que hemos comentado para la pitufadora, o las habilidades de los propios pitufos, para hacerlas más poderosas, pudiendo escoger las que más te interesen a la hora de mejorar y que se adapten al estilo de juego de cada uno.
Por otro lado, a lo largo del juego, y entre los escenarios, hay escenas en la propia cabaña de Gargamel, incluyendo a otros muy queridos personajes de los pitufos como puede ser Papá Pitufo o Pitufina, que desde la casa, con consejos y comentarios van a ayudar a Pitufo Manitas y compañía a arreglar el problema de la piedra y de Stolas.
¡Sólo un rato más!
Parece mentira que un juego de unas 6-8 horas pueda estirarse más, pero esto puede pasar de la mano de los pitufos, claro está. Y es que el desarrollo del juego incluye cuatro grandes detalles que permiten a cualquiera poder disfrutar de una manera diferente del juego, o bien de volverlo a disfrutar: Los desafíos adicionales, el completar al 100% el juego, la personalización de los personajes y el juego cooperativo.
Y empezamos por esto último. Es cierto que el juego cooperativo se puede hacer en cualquier momento de la partida, pero ayuda a re-jugarlo, permitiendo que uno de los jugadores actué como el pitufo y el otro como únicamente un disparador adicional que sale de la propia SmurfoMix. No es el mejor de los cooperativos, pero permite un poco de variedad estratégica.
Por otro lado, dentro del propio juego, como hemos comentado, existen una serie de portales verdes que ayudan a avanzar. Pues además, existen una serie de portales morados o rosas, que nos ofrecen desafíos adicionales (contra el tiempo), que consisten en eliminar a los enemigos, obteniendo diferentes premios según el tiempo. La verdad, para mi, han sido retadores, pero tengo que reconocer que mi agilidad para los plataformas no es la mejor.
Completar el juego al 100% es uno de los interesantes retos que se pueden hacer, como con una gran cantidad de juegos. Y realmente esto es posible ya que las mejoras que hemos comentado permiten a los jugadores llegar a cristales que inicialmente no estaban al alcance. Siempre es interesante este intento para aquellos que disfruten con el juego.
Por último, la personalización de los personajes permite que, a lo largo del juego se vayan consiguiendo nuevos atuendos (gorro, traje o aspecto de la pitufadora), lo que hace que el juego, a nivel estético, gane un pequeño punto a favor, haciéndolo muy agradable.
Al apagar la consola (opinión)
El juego merece la pena, y hasta se llega a hacer un poco corto, y se puede echar de menos una historia más elaborada, aunque en mi opinión, es suficiente. Tenemos delante una aventura encantadora, sencilla y agradable en general, especialmente indicada para personas que disfruten de los pitufos o los conozcan, ya que no aporta nada novedoso a este mundo de los plataformas y la acción, pero que tiene un equilibrio interesante entre plataformas, acción y resolución de rompecabezas.
Quizás los no fanáticos de los pitufos lo encuentren algo repetitivo, y con deseos de algo más detallado o profundo. Sin embargo, incluso para ellos puede ser disfrutable, si se sabe con antelación lo que esperar de este videojuego.
A pesar de algunos fallos, el juego es interesante, y desde luego lo podemos clasificar como uno de los juegos para niños con licencia que merecen la pena del año.
GRÁFICOS
Los gráficos del juego de Los Pitufos – El prisionero de la piedra verde mantienen una estética de los dibujos animados actuales, aunque no han sido un avance demasiado grande desde la edición anterior, pero adicionan un mundo parcialmente abierto para explorar, y mucha variabilidad para personalizar a los pitufos, consiguiendo dentro del juego nuevos objetos para ello.
HISTORIA
La historia es sencilla, del estilo de los pitufos. No podemos decir que sea una trama absolutamente embriagadora, pero es que ese no es el estilo de los pitufos, ni nunca lo ha sido, ya que el público objetivo es en realidad uno al que le gustan las historias más directas y breves, con enemigos claros. Y eso es lo que verdaderamente ofrece este juego: Una historia de pitufos que fácilmente podía ser un episodio de la serie de televisión.
SONIDO
La banda sonora del juego es agradable pero no especialmente memorable. El juego cuenta con música ambiental con notas más intensas durante el combate, pero nunca llegan a ser destacables.
JUGABILIDAD
La jugabilidad se podría asemejar en cuanto al estilo de juego a un Mario Sunshine pero siendo los pitufos protagonistas. Los controles intuitivos permiten a los jugadores realizar una variedad de movimientos y acciones, entre los que se encuentran movimientos como saltar, doble salto y carrera, y además debe decirse y destacarse que los controles de la cámara permiten enfocarse en cualquier dirección. El uso de la pitufadora es verdaderamente interesante. La sensación, aunque sea relativamente lineal, es de que hay cierta libertad de exploración.
Valoración y Reseña
🟢 Un aspecto gráfico atractivo y fresco acorde con los personajes.
🟢 Jugabilidad muy sencilla de aprender, bien guiada, pero a la par permite muchas combos de movimientos.
🟢 Perfectamente integrado el espíritu de los pitufos, y su actual estética.
🟢 Historia sencilla. En algunos casos eso es bueno, pero hay gente que busca más profundidad. Yo la he disfrutado.
🔴 Algunos problemas en los límites de los niveles, el personaje no aterriza o se encuentra muros invisibles, aunque nunca estropean la sensación del juego.
.🔴 Los niveles adicionales se reducen a un “mata bichos” con cuenta atrás. Repetitivo.
🔴 Las voces en inglés+doblaje dejan un poco “descolgado” en algunos momentos.
Nota Final
«La nota del juego es algo superior al 7, pero sin llegar al 8, recomendable«
Desde SomosGaming queremos dar las gracias a Meridiem Games por facilitarnos clave digital para poder traeros el análisis
Versión jugada en Nintendo Switch
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