Análisis – Petit Island
La búsqueda de los antiguos recuerdos
Desde SomosGaming, de vez en cuando nos gusta disfrutar de la pausa y de la premisa de historias pausadas que de vez en cuando se nos presentan. Petit Island es un juego cálido y cuidado, creado por Xelo Games y que nos ha ofrecido el editor, SOEDESCO, para probar en Switch, aunque también está disponible para otras plataformas como puede ser el PC en Steam, Xbox o PlayStation. Este juego nos sumerge en la vida de Lily, una gata curiosa que busca reconstruir los recuerdos de su abuelo en una isla llena de secretos.
Con una narrativa que evoca a Alba: A Wildlife Adventure y el diseño visual “cozy” que recuerda a Animal Crossing, Petit Island es una experiencia relajante y emotiva, dónde podemos explorar una isla tropical en busca de encontrar todos los recuerdos posibles y de este modo ayudar a su abuelo a recuperar los recuerdos.
Pantalla de inicio
Desde el primer instante, Petit Island presenta una atmósfera dulce y acogedora. Su menú, sencillo y directo, ya anticipa la naturaleza relajada del juego. Nos encontramos ante una aventura que coquetea con elementos de exploración y recolección, todo ello junto en una estética «cartoon» adorable. La paleta de colores vibrantes y el diseño de los personajes animales son un ejemplo de clara simpatía. La banda sonora serena y la estética, similar a un libro de cuentos animado, nos ayudan a entrar en este juego que se puede clasificar en el género de aventura de exploración, pero con esos elementos de cozy game donde el ritmo lo marca el jugador.
La primera impresión no decepciona. El juego se demuestra como un verdadero trabajo de emotividad, ya que se centra, desde la cinemática inicial, en una historia completamente centrada en lo que una persona que quiere a un mayor hace con todo el cariño, en este caso para reforzar los recuerdos que tiene el abuelo de la personaje principal.
¡Empezando a jugar!
La aventura empieza con la personalización de Lily: desde el color de su pelaje hasta los detalles de su mochila, hay opciones suficientes para sentir que es tu propia gata, aunque personalmente la he dejado tal cual el original. El tutorial es orgánico: sin diálogos intrusivos, el juego te guía con iconos de exclamación (misiones principales) y interrogación (secundarias). Los primeros pasos enseñan mecánicas básicas como caminar, interactuar con NPCs y usar el mapa, aunque la ausencia de un compás con el minimapa, puede desorientar al principio.
Como hemos comentado, el inicio del juego es cautivador. Los primeros pasos te introducen a la necesidad de actualizar el diario de su abuelo, cuyas memorias se desvanecen, y para ello Lily va a la isla dónde tuvieron lugar esos recuerdos tan felices de su abuelo, intentando actualizarlos para él. Este comienzo delicado establece un gancho emocional, siendo fácil de entender y perfecto para jugadores de todas las edades, especialmente para los más jóvenes o aquellos que prefieren experiencias relajadas. La primera misión, que sirve como tutorial es buscar el taller de pintura que el abuelo recordaba.
Disfrutando de la partida
La mecánica central de Petit Island gira en torno a la exploración pausada de la isla tropical. Recorremos sus escenarios a nuestro propio ritmo, descubriendo todos los personajes con si toque entrañable y completando misiones, tanto la principal (dividida en diez capítulos, que corresponden a la historia de recuperar los recuerdos del abuelo) como las secundarias que aparecen marcadas con signos de interrogación. El objetivo principal de reunir recuerdos para el abuelo Félix se entrelaza con las peticiones de los habitantes de la isla, creando una red de interacciones muy bien cuidada.
Aunque el mapa es de tamaño mediano a pequeño y la ausencia de viaje rápido puede resultar en bastante lentitud a la hora de viajar, y aunque existe la correr, en ciertos momentos los traslados se pueden sentir pesados. La representación visual del terreno en el mapa puede generar alguna pequeña confusión sobre nuestra ubicación exacta, especialmente en zonas como el estanque.
Más allá de la exploración y las conversaciones, Petit Island nos ofrece diversas actividades y minijuegos que añaden variedad a la experiencia. Podemos excavar en montículos para encontrar dinero, atrapar insectos y pescar. Estas actividades, además de ser parte de algunas misiones, se pueden disfrutar libremente. La actividad que quizás tiene mayor peso fue la fotografía. Si bien las mecánicas de estos minijuegos son sencillas, cumplen su función de ofrecer pequeños respiros y recompensas.
La historia principal aborda de una manera delicada y conmovedora el tema de la pérdida de memoria, algo que, como menciona la propia desarrolladora (a través de la reseña), puede resonar especialmente con aquellos que han vivido situaciones similares. Los personajes que pueblan la isla son carismáticos, y su evolución a lo largo de la trama logró conquistarme. Sin embargo, la duración es breve: la campaña principal se completa en 4-5 horas, aunque las misiones secundarias extienden la experiencia. Cada página del diario se convierte en una misión en la que se recogen recuerdos y se restauran momentos valiosos del pasado del abuelo.
Por cierto, carece completamente de auto guardado, y debemos ir guardando en las cabinas de teléfono (lo que tiene una razón en la propia historia), lo que de todos modos se hace algo lento.
¡Sólo un rato más!
Carece de multijugador, y además Petit Island ofrece rejugabilidad limitada a través de coleccionables (insectos, peces) y la posibilidad de completar todas las misiones secundarias. El juego permite turnarse para explorar en familia, lo que agrega un valor añadido a la experiencia aunque su modo principal es para un solo jugador. La duración del juego es relativamente corta, pero su encanto reside en los pequeños descubrimientos y la satisfacción de ir completando cada parte del diario.
OPINIÓN
Petit Island es, sin duda, una experiencia que enamora con su narrativa sincera y su ambiente familiar. La historia, centrada en la preservación de valiosos recuerdos y en la conexión emocional entre generaciones, logra transmitir sentimientos auténticos sin necesidad de artificios excesivos. Aunque el juego pueda parecer simple para quienes buscan retos intensos, su belleza reside en su capacidad para ofrecer un respiro en medio del ajetreo del día a día.
Sin embargo, su corta duración y algunos problemas técnicos frenan su potencial. ¿Recomendable? Sí, pero con matices. Si adoras los cozy games y no te importa tener una experiencia breve pero emotiva, Petit Island te robará el corazón. Si prefieres juegos largos y retadores, quizá debas esperar a otro juego.
En resumen, Petit Island es una opción excelente si buscas una aventura narrativa emotiva y acogedora, perfecta para disfrutar en familia. Su enfoque en la simplicidad y la narrativa encantadora la convierten en un título recomendable, siempre que estés dispuesto a aceptar una experiencia de juego más pausada y delicada.
GRÁFICOS: Vibrantes gráficos que, aunque sencillos, entregan una experiencia visual única.
HISTORIA: Delicada historia, con mucha emotividad, aunque podría ser más profunda.
SONIDO: La banda sonora, alegre y dinámica, se adapta a cada zona de la isla, contribuyendo a la inmersión y creando una atmósfera muy agradable.
JUGABILIDAD: Sencilla y fácil de aprender, aunque algo limitada a la hora de moverse con rapidez por la isla.
ENTRETENIMIENTO: La mecánica simple y la atmósfera relajada hacen que sea ideal para sesiones de juego casuales, aunque para los jugadores más meticulosos puede sentirse como una limitación.
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