Análisis – Raiders of Valhalla
Pequeño pero entretenido autobattle de enanos vikingos
En las vastas tierras del norte, un intrépido grupo de enanos vikingos escucha una intrigante leyenda que cambiará sus vidas para siempre. La historia de una serpiente de los cielos, una amenaza colosal que desafía el orden divino, despierta en ellos una insaciable sed de gloria. Según la profecía, quien logre derrotar a esta bestia mítica será recompensado con un lugar eterno entre los dioses en Valhalla.
Este monstruo que en la mitología recibe el nombre de Jörmungandr, cuya existencia está envuelta en misterio, representa un desafío monumental incluso para los más valientes guerreros. A pesar de los peligros desconocidos, los enanos vikingos están decididos a enfrentarse a esta amenaza en busca del honor supremo y un legado inmortal.
¿A qué viene esto? Cuando se trata de videojuegos, a menudo nos dejamos llevar por las primeras impresiones, los gráficos atractivos o la promesa de una jugabilidad única. Sin embargo, no siempre todo resulta ser lo que parece. Eso es exactamente lo que me ocurrió con Raiders of Valhalla, un juego actualmente en Early Access creado por un estudio independiente, Afil Games, y lanzado el 29 de julio de 2024 en Early Access en Steam.
Pantalla de Inicio
Desde el primer vistazo a las capturas de pantalla de Raiders of Valhalla, me imaginé que estaba a punto de sumergirme en un juego de acción estilo beat ‘em up, lleno de combates laterales y con un enfoque multijugador. Sin embargo, al comenzar a jugar, rápidamente me di cuenta de que estaba completamente equivocado. El juego resultó ser un auto battler, un género que no esperaba, pero que aquí funciona especialmente bien.
Y es que podemos considerar a Raiders of Valhalla una emocionante combinación de acción y estrategia que nos sumerge en una aventura épica en las vastas tierras del Norte. Es un juego que combina mecánicas de crafting, autobattler y roguelike. En él, los jugadores toman el control de un grupo de enanos vikingos, cada uno con un tipo con habilidades únicas, y deben enfrentarse a oleadas de enemigos mientras buscan reliquias poderosas, mejoran su equipo y planean invasiones a aldeas para conquistar y obtener recursos.
El objetivo del juego es simple pero desafiante: progresar a través de niveles cada vez más difíciles, enfrentando enemigos más poderosos y superando obstáculos estratégicos para finalmente derrotar a la serpiente celestial, una amenaza colosal que pone a prueba las habilidades de los jugadores.
Al iniciar Raiders of Valhalla, el jugador es recibido con un menú simple, que revela rápidamente la falta de opciones avanzadas tanto en configuración gráfica como en accesibilidad. Por otro lado, está en inglés o portugués, pero no en español, aunque con un conocimiento medio se puede entender la mecánica del juego y disfrutarlo.
¡Empezando a jugar!
El juego, al comenzar, te propone escoger una ranura de guardado y luego un nivel de dificultad, poner nombre a tu villa y ya ponerte a jugar. Impulsados por el deseo de alcanzar la gloria eterna, los enanos se embarcan en un viaje épico lleno de peligros y adversidades. Su camino no es sencillo; cada paso los acerca más al enfrentamiento final con la serpiente, pero también los expone a fuerzas que jamás habían imaginado. A lo largo del viaje, deben equiparse con nuevas armas y armaduras, fortaleciendo su ejército para las batallas venideras.
El juego se inicia en modo normal, y solo al completar el juego se desbloquean niveles de dificultad superiores. Esto podría limitar la experiencia para jugadores más experimentados que buscan un desafío desde el inicio. Además, no hay opciones de dificultad en los primeros pasos, lo que obliga al jugador a seguir un camino predeterminado.
El tutorial del juego es básico y para mi no explica adecuadamente algunas mecánicas clave, como la comparación de equipo o la gestión de habilidades, aunque se descubren rápidamente, ya que las partidas son cortas y el juego intuitivo.
Disfrutando de la partida
El juego se centra en gestionar un ejército de enanos, equipándolos con armaduras, armas y habilidades únicas para mejorar sus estadísticas y sobrevivir en combate. Aunque mi primera impresión fue de sorpresa (y un poco casi de decepción al no ser el juego lo que pensaba), a disfrutar la estrategia que implica elegir cuidadosamente el equipo y las formaciones para maximizar la eficiencia en batalla se hace verdaderamente divertido.
Raiders of Valhalla ofrece un sistema de combate donde cada unidad tiene un rol específico: los tanques (guardianes) absorben el daño, los DPS (daño por segundo, guerreros) infligen la mayor cantidad de daño posible, y los bardos apoyan con habilidades que mejoran al equipo o debilitan al enemigo.
Cada enano tiene estadísticas como salud, resistencia, poder de ataque y velocidad, que determinan su efectividad en combate. El equipo que le adjuntemos juega un papel crucial en mejorar estas estadísticas, pero el sistema de equipamiento y comparación de armas y armaduras es confuso y carece de claridad.
Por tanto, una de las claves para el éxito en esta épica aventura es la correcta preparación y gestión de recursos. Cada enano en el ejército tiene un papel crucial que desempeñar. Es vital entender cómo se comportan en combate, desde la cantidad de daño que pueden recibir hasta la efectividad de sus habilidades curativas. La selección y mejora de equipo juegan un papel esencial; no basta con tener las mejores armas, también es necesario asignarlas adecuadamente a cada miembro del equipo.
A medida que el viaje avanza, el ejército de enanos crece en número y poder. Es fundamental tomar decisiones estratégicas sobre a quién reclutar y cómo equiparlos. Cada personaje tiene habilidades únicas que pueden marcar la diferencia en la batalla final contra la serpiente. La elección del equipo adecuado no solo mejora el rendimiento individual, sino que fortalece al ejército en su conjunto.
Una de las características más destacadas del juego es la sinergia entre unidades. Cada enano tiene dos sinergias que, al combinarse con otras unidades, desbloquean habilidades únicas que pueden cambiar el rumbo de una batalla. Este aspecto agrega una capa adicional de estrategia, obligando al jugador a pensar cuidadosamente sobre la composición del equipo.
El clímax de esta historia llega con la batalla final contra la serpiente de los cielos. Este enfrentamiento no es solo un desafío físico, sino también una prueba de la estrategia y las decisiones tomadas a lo largo del viaje.
Desde el inicio, el juego te permite seleccionar diferentes personajes vikingos, cada uno con habilidades específicas que puedes mejorar a lo largo del juego. Estas mejoras incluyen la obtención de nuevas armas, armaduras y reliquias que aumentan las estadísticas y ofrecen ventajas estratégicas en combate.
Otra de las características más destacadas de Raiders of Valhalla es su sistema de progresión. A medida que avanzas, desbloqueas niveles de dificultad más altos: desde normal hasta experto, y finalmente hard rock. Esto no solo aumenta el desafío, sino que también incentiva a los jugadores a perfeccionar sus estrategias y dominar las habilidades de sus personajes.
El combate en Raiders of Valhalla es rápido y automático. Los jugadores deben gestionar cuidadosamente sus recursos y habilidades durante las incursiones, donde el objetivo es derrotar a los enemigos. Las incursiones se vuelven más difíciles a medida que progresas, con enemigos más fuertes y mejor equipados.
El juego introduce un elemento de azar a través de las reliquias, que pueden otorgar desde un simple aumento de daño hasta habilidades especiales como la posibilidad de atacar dos veces consecutivas. Este factor aleatorio añade una capa de complejidad y obliga a los jugadores a adaptarse sobre la marcha.
Elegir las armas y armaduras correctas para cada personaje es clave para avanzar en los niveles superiores de dificultad. Es importante equilibrar la ofensiva y la defensa, asegurándose de que los personajes más débiles estén bien protegidos mientras los más fuertes lideran la carga.
Equipar a tus personajes con armas que se adapten a su estilo de combate es importante. Por ejemplo, un guerrero puede beneficiarse de una espada que inflige mucho daño, mientras que un mago necesita un bastón que potencie sus habilidades mágicas. Las armaduras no solo protegen a tus personajes, sino que algunas también otorgan bonificaciones adicionales, como resistencia al daño mágico o velocidad de ataque.
La gestión eficiente de los recursos es fundamental. Asegúrate de recolectar oro y desbloquear cofres, ya que estos contienen objetos valiosos que pueden cambiar el curso de una batalla. Las reliquias, en particular, pueden marcar una gran diferencia si se utilizan correctamente. Todo esto se consigue enfrentándose a las diferentes incursiones (a escoger una entre tres), y que a mayor dificultad, mayor premio.
Las reliquias, como en otros roguelike como Slay the Spire, deben complementar las habilidades de tu equipo. Por ejemplo, una reliquia que aumenta el daño crítico es ideal para un personaje que ya tiene una alta probabilidad de golpes críticos. El conocimiento del terreno es crucial durante las invasiones. Algunos enemigos tienen ventajas en ciertos terrenos, por lo que adaptar tus tácticas a la situación es esencial para el éxito.
El balance del juego es un aspecto que merece atención. Las batallas a menudo se sienten como un «lanzamiento de dados,» donde el éxito depende más de la suerte que de la estrategia y en la que tu no tienes nada que hacer (ya que lo haces todo antes). La falta de un indicador claro de poder de combate dificulta prever el resultado de las batallas, lo que reduce la satisfacción al ganar o perder.
¡Sólo un rato más!
Los roguelike/roguelite son juegos que con sus partidas cortas y sus avances conseguidos (como que una derrota no te elimine) produce un interés muy elevado en rejugar y por su generación aleatoria y la elección de caminos no se repite nunca la partida. A medida que avanzas en Raiders of Valhalla, el juego introduce una serie de desbloqueos que añaden variedad y opciones estratégicas a las partidas. Desde nuevas clases como el Mago y el Curandero, hasta poderosas reliquias como el Anillo de Loki, el juego asegura que cada vez que juegues, haya algo nuevo que explorar y probar.
Opinión
En resumen, Raiders of Valhalla no fue lo que esperaba, pero eso no significa que no disfrutara de la experiencia. De hecho, mi sorpresa inicial se convirtió en aprecio por la profundidad y la estrategia que el juego ofrece. Si bien no es el beat ‘em up multijugador que había imaginado, es un auto battler con una jugabilidad rica y desafiante que puede atraer tanto a los fanáticos del género como a aquellos que buscan algo nuevo y diferente.
Raiders of Valhalla ofrece una experiencia divertida y entretenida que recompensa a los jugadores por su habilidad estratégica y táctica. La combinación de combate rápido, progresión profunda y elementos roguelike lo convierte en una opción atractiva para los fans de los juegos de acción y estrategia.
GRÁFICOS: El estilo pixel art no está todo lo logrado que debería, y los personajes se ven poco diferenciados unos de los otros, así como los objetos poco definidos, incluso dentro del estilo pixel. Funciona, pero no mucho más.
NIVELES: La historia aquí, como en muchos roguelite, es un barniz para ofrecernos el juego. Los niveles de dificultad no están todo lo bien graduados que deberían, y en ocasiones se da el salto a demasiada dificultad.
SONIDO: Es una música que funciona y con efectos de sonido adecuados al tipo de juego que estamos teniendo entre manos.
JUGABILIDAD: Jugabilidad en algunos puntos muy sencilla, y en otros un poco engorrosa de manejar. La verdad es que estando en Early Access, es de las cosas a mejorar.
ENTRETENIMIENTO: La verdad es que echar partidas muy cortas, rápidas y tensas te pide hacerlo una y otra vez, y esos pequeños avances roguelite hacen que las partidas sean diferentes y quieras otra.
Desde Somos Gaming queremos dar las gracias a GamePress y Afil Games por facilitarnos clave del juego
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