Análisis – Teared
Teared, un reto clásico y difícil con un aspecto tan bello como moderno
Antes de nada
debo aclarar una cosa. La creación de este juego es, salvo por la música, de la que más tarde hablaremos, obra de una sola persona, JuaN-MoD lo que como programador y aficionado a la creación de videojuegos valoro en gran medida. Esto hace que de manera inevitable mi intento de ser objetivo, un anhelo ya de inicio inalcanzable para nadie, se vea afectado sobremanera.
En cualquier caso, y más allá de la nota que le otorgue, que con sinceridad me parece lo menos importante en un análisis, he de adelantar que me ha gustado bastante, aunque por otra parte también me ha hecho soltar más de una maldición.
En lo referente a la nota, no hay más que ver como, en diferentes medios muy reputados, a un mismo título le otorgan un 6 unos y otros un 9, puntuaciones tan dispares que no tienen ningún sentido ni atisbo de objetividad, pues el juego es el mismo, lo cual nos dice más del medio o el analista en sí que de la obra en cuestión.
Os daré una nota, claro que sí, pero sobre todo un análisis, el mejor que pueda, para tratar de explicaros de que va esta vaina y con que os vais a encontrar si os decidís por haceros con este videojuego, con lo bueno y lo malo que tiene, que es lo único que en realidad importa.
Así lo hacemos en SomosGaming, de jugadores para jugadores y sin más intereses que compartir e informar sobre esas cosas que tanto nos gustan.
Y tras empezar con esta turra, que he considerado tan didáctica como necesaria dada la ocasión, a ello me dispongo.
Ahora sí, Teared
Teared es una propuesta de juego clásico de acción de scrool lateral, pero en un entorno con un 3D dinámico y unas mecánicas particulares relacionadas con él. Lo que se suele denominar como 2.5D, vamos. Ahí está su punto más distintivo en cuanto a jugabilidad, y al mismo tiempo lo que menos me ha gustado y más me ha hecho torcer el morro en mis partidas al mismo. Ahora después me explico.
Está obra lleva gestándose varios años por su creador, Juan-Mod en solitario, salvo por, como avancé antes, la fastuosa banda sonora de Javier Galea, y ha sido publicado por la compañía JanduSoft, a la que le agradecemos la clave que han cedido a SomosGaming para que vuestro viejo y humilde cuenta cuentos os diga que tal lo ve.
El inicio tiene unas escenas tan bonitas como desasosegantes de una sala de videojuegos, para más tarde, al comenzar a jugar, ofrecernos otras que nos sitúan en el ligero lore de nuestro héroe y su mundo de fantasía épica. Después de esto, nos encontraremos con un personaje que puede saltar, rodar, y por supuesto disparar alguna de los tres tipos de armas de los que dispone, dagas, lanzas y antorchas. ¿Os suena de algo? Exacto, Ghost & Gobling.
Fue el primer videojuego que se me vino a la mente, y por lo que he podido averiguar es una de las influencias principales del título, junto a otros clásicos. Nada más empezar empiezan a surgir esqueletos pertrechados con escudo y espada por todos lados, que serán los primeros de una gran variedad de enemigos con una estética muy cuidada, y que también me evocaron aquella vieja peli de Jasón y los argonautas, film que sospecho que también a influenciado al autor, y sus geniales esqueletos guerreros en stop-motion, que tan bien daban en pantalla. Los más jóvenes diréis que de que hablo, y algún cinéfilo veterano seguro que ha esbozado una sonrisa.
Parece que también se inspiro el autor en las aventuras de Sir Artur para la dificultad, pues la muerte suele estar a solo un solo golpe de distancia, aunque es cierto que cuando vayamos superando niveles se nos otorgarán puntos de resistencia extras que algo ayudan. Pero no solo eso, sí no que los enemigos surgen por doquier sin darte un respiro, y en ocasiones no sabrás ni que te ha matado. Los puntos de salvado nos llegarán como agua de mayo, pero por contra, si cierras el juego, al volver tendrás que empezar de cero, llevándonos de nuevo a esos tiempos anteriores a las míticas Memory Card, lo cual personalmente me agrada.
Este es un juego que te exige, pero que también te da un respiro dentro de sus exiguas opciones, ya que puedes comenzarlo con tres vidas y cinco créditos para continuar, sí eres así de osado, o también puedes optar por la opción más conservadora, con 5 vidas y… ¡99 créditos! Y aún así, sus 9 fases más 2 extra, con su miríada de enemigos que nos atacaran desde todos lados, incluido el fondo de la pantalla, y sus correspondientes jefes finales, cada cual distinto, por lo que tendrás que aprender por el método de ensayo/error/muerte sus rutinas correspondientes, son duras de narices.
Aparte de esto, te otorga la posibilidad de elegir la dificultad en modo fácil, normal y difícil. Aunque quizá sería más correcto calificarlos como difícil, muy difícil y ¡Pero que me estás contando! Ya sabéis de mi tendencia a la hipérbole, pero no es el caso.
En el apartado técnico encontramos el punto más fuerte del juego; tanto los diseños de los enemigos, las pantallas, hermosas y variadas, los efectos gráficos y de sonido que son estupendos, destacando esa música genial que ambienta de forma magnifica la acción y que ayuda mucho a la épica del mismo. Un gusto para los sentidos.
Después de glosar todas estas virtudes, vamos con los vicios, o al menos con lo que menos me ha convencido. Y no es algo menor; la jugabilidad.
Una jugabilidad cuando menos cuestionable
Como decíamos antes, la cosa es, a priori, bastante sencilla, disparar, saltar y rodar. Simple y funcional al estilo más clásico del género. El problema viene en lo que, por otra parte, es su toque más original; la interacción con el 3D, y esto es así porque, además de disparar a izquierda y derecha, también podemos y debemos disparar hacia el fondo de la pantalla en diferentes ángulos, y es aquí cuando se complica el manejo.
Me explico; sí estas apuntando a la derecha en una de las zonas del mapa en donde puedes interactuar con el fondo, cuando pulsemos izquierda en la cruceta (Es recomendable usarla, con la seta el control puede volverse insufrible) nuestro hombre no apuntará hacia ese lado de forma inmediata, si no que pasará primero por apuntar al fondo, en ocasiones en más de una dirección, así que necesitáramos de varios toques a la izquierda para realmente apuntar allí, lo cual lo hace farragoso y algo confuso, sobre todo al principio, en un juego que pide agilidad máxima.
Además, el juego es ya de por sí difícil, como antes apuntaba, pues no te concede mucho, y solo la opción de jugar con 5 vidas y 99 créditos te da alguna esperanza de pasártelo sin llegar a hastiarte, a no ser que seas un gamer de alto rango. Y poco más en este sentido, siendo este otro aspecto que podría estar mejor, pues con lo dicho y la posibilidad de cambiar durante el juego a un filtro que simula los gráficos de una tele de tubo se acaba el apartado en cuanto a la configuración.
Esto del filtro está bien que lo tenga, siempre he dicho que prefiero tener opciones y elegir yo a no tenerlas, pero echo de menos alguna cosita más, sobre todo en cuanto a configuración de botones, pues, y sin quieren enmendar la plana al creador, creo que sería bueno tener la posibilidad de apuntar al fondo de la pantalla con, por ejemplo, pulsar hacía arriba la cruceta, o usando R1 y L1. Esto tan sencillo evitaría la, en mi opinión, la molesta mecánica.
Supongo que sí está hecho de este modo es porque Juan-Mod así lo a querido, igual para añadirle un punto extra de dificultad, pero es algo que a mí se me hizo engorroso, enturbiando un poco la experiencia, sobre todo cuando la cosa se pone complicada y los enemigos son legión.
Al final te acostumbras, como a todo en la vida, pero en esto de los controles nunca está de más tener opciones de configuración, y aquí las eche especialmente en falta, siendo el verdadero punto negro que no me dejo disfrutar del todo de un videojuego muy molón y de mucho mérito.
En conclusión:
Un juego adictivo, muy desafiante incluso en modo fácil, con un apartado gráfico y sonoro fantásticos que le confieren una ambientación muy conseguida y unas mecánicas que te retrotraen a épocas videojueguiles pretéritas. La jugabilidad tiene sus luces, pues nuestro héroe en general responde bien a nuestros propósitos, y sus sombras, por la poco ágil manera de apuntar.
Historia/Niveles: La historia acompaña bien sin más, con alguna cinemática hermosa. Los niveles son variados están bien diferenciados en cuanto ambientación y enemigos, siendo suficientes para tener unas buenas horas de juego, sobre todo si como yo no eres el gamer más hábil del lugar.
Gráficos: Uno de sus mejores apartados. El juego es bonito y muy trabajado en su diseño, con algunas fases realmente espectaculares y efectos de luz muy logrados. Los enemigos, además de variados, están muy bien diseñados.
Sonido: De lo mejor. Los efectos están muy bien, pero es sobre todo la banda sonora de Javier Galea lo que te pone en situación; épica, variada y acertada, completa una ambientación muy conseguida.
Jugabilidad: Luces y sombras aquí. El personaje se mueve bien, las pequeñas partes plataformeras son asequibles, y lo de rodar funciona. El sistema de apuntado es lo que menos me ha gustado, tener que pulsar varias veces una dirección para girarte de izquierda a derecha o viceversa es engorroso y te propinara no pocas muertas frustrantes, y lo peor es que no puedas cambiarlo. Aunque sí es eso lo que buscaba el autor, lo respeto, pero a mí no me a restado diversión.
Y no puedo acabar sin descubrirme, asombrado y admirado, ante Juan-Mod y Javier Galea por un trabajo hercúleo como este. ¡Bravo!
Desde Somos Gaming queremos dar las gracias a Jandusoft por facilitarnos clave digital para poder traeros el análisis
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