Análisis – Scorchlands
Construye tu colonia espacial
Los juegos de construcción de ciudades, desde Sim City a United Penguin Kingdom pasando por los clásicos Caesar, han sido esenciales para entender el mundo de los videojuegos, y constituyen todo un género propio, que además siempre está pujante y buscando novedades. Scorchlands nos presenta un giro innovador que combina la construcción clásica de colonias con elementos de terraformación y un peculiar sistema de transporte de recursos, que sin ser rompedor, hace que el juego tenga además un toque de rompecabezas.
A veces, lo que comienza como una simple curiosidad se convierte en una adicción agradable y relajante. Este es precisamente el caso con Scorchlands, que visualmente te llama la atención con sus gráficos poligonales y de tablero hexagonal, y que, sin ser un juego de combate, logra capturar la atención a través de su peculiar combinación de gestión de recursos y construcción de ciudades.
El 25 de julio de 2024, los desarrolladores Ringlab y la editorial Star Drifters lanzaron oficialmente Scorchlands, y agradecemos mucho que podemos probar el juego mediante una clave de GamePress para PC. Después de su período en Early Access, Scorchlands finalmente ha alcanzado su versión 1.0 y ya podemos decir que está disfrutable al 100 %.
Pantalla de inicio
Scorchlands es un juego que, en su esencia, se centra en la construcción y gestión de colonias en un entorno hostil. Pero lo que realmente lo distingue es la mezcla de mecánicas tradicionales de gestión con elementos de RPG y un sistema único de transporte de recursos a través de láseres (casi un puzzle). Este último detalle, combinado con la posibilidad de terraformar el entorno para hacerlo habitable, le da al juego un punto adicional de profundidad y estrategia que lo hace diferente en el género, y quién sabe si lo hará destacar.
El menú del juego es visualmente muy atractivo, con la visión del mundo flotante, con las letras del título y el menú integradas y absolutamente adecuadas al propio tema. La tipografía con la que trabajan y el estilo de imagen hacen el juego muy cálido y atractivo. Al inicio el juego te recomienda hacer el prólogo, que es donde tenemos el tutorial, y por el resto del menú tenemos un buen conjunto de opciones.
El idioma es inglés, y si que es cierto que la cantidad de opciones del juego pueden hacer que esto sea un obstáculo, pero el juego merece la pena pese a esta dificultad.
¡Empezando a jugar!
El juego te ofrece jugar la campaña o el prólogo, aunque obviamente te enfoca hacia este último, que hace las funciones de tutorial. El juego no requiere de mucha preparación previa, pero no quiere decir que bajo esto sea sencillo.
Y es que a primera vista, puede parecer un juego sencillo, pero bajo su superficie se esconde una complejidad que desafía la capacidad del jugador para planificar y optimizar sus recursos. El juego te ofrece este tutorial básico que, si bien es útil, no abarca todo lo que este título tiene para ofrecer, ya que muchas cosas las tendrás que descubrir en la propia partida. Es cuando realmente te adentras en el juego que comienzas a descubrir la riqueza de sus sistemas y mecánicas.
En este prólogo, con cierto toque de humor, conocemos el aspecto y los personajes de este mundo curioso y con ellos, la razón del establecimiento de colonias espaciales.
Disfrutando de la partida
En Scorchlands, los jugadores se sumergen en un universo donde la tecnología y la magia conviven de manera armoniosa. La campaña gira en torno a los Giwi, un grupo de aves antropomórficas que sueñan con explorar el espacio y desvelar los secretos del cosmos. Bajo tu liderazgo, los Giwi se embarcan en una peligrosa misión a la luna Helia, donde deberán establecer colonias en un entorno hostil, utilizando tanto tecnología avanzada como magia para terraformar la superficie lunar.
Como líder de los Giwi, tu tarea principal será explorar nuevas tierras, remodelar el entorno y desarrollar colonias, todo ello sin las presiones y limitaciones de tiempo que suelen caracterizar a otros juegos de estrategia. En Scorchlands, el mapa está basado en una cuadrícula hexagonal, y tu objetivo será establecer colonias alrededor de un dispositivo de terraformación conocido como el «Nexus». Aquí, la clave del juego radica en la recolección de recursos, el refinamiento de estos mediante la combinación de magia y tecnología, y la posterior entrega de los compuestos avanzados al Nexus para avanzar en tu proyecto de terraformación.
Uno de los aspectos más destacables de Scorchlands es su capacidad para ser relajante y adictivo al mismo tiempo. El juego presenta una experiencia tranquila, donde no hay prisa por mejorar tus habilidades o construir la ciudad perfecta, pero al mismo tiempo, te sientes atraído por la necesidad de seguir avanzando, de desbloquear nuevas mejoras y de hacer crecer tu pequeña civilización.
A medida que progresas, te das cuenta de que el juego tiene un componente de rompecabezas. La clave está en cómo conectas tus recursos y estructuras para maximizar su eficiencia. Cada edificio que colocas puede generar un recurso, y conectarlo con otro puede desbloquear nuevas posibilidades. Esto genera un ciclo en el que cada decisión cuenta y donde la satisfacción viene de ver cómo tus planes se materializan en un entorno bien organizado y optimizado.
En el videojuego, tu eres el personaje que se mueve, y va construyendo los diferentes edificios y modos de transporte, creando las diferentes colonias que obtendrán los recursos, además de eliminar a los enemigos si los hubiera. Esta parte es ligeramente como un RPG muy sutil, lo que hace que el juego tenga diferentes capas de profundidad que hacen que se vea entretenido.
Vamos ahora a analizar los puntos esenciales del videojuego como tal, y el corazón de cualquier juego de construcción de colonias es la gestión de recursos, y Scorchlands no decepciona. El juego introduce cadenas industriales complejas que requieren una planificación cuidadosa para optimizar la producción y el uso de recursos. Los jugadores deben balancear la oferta y la demanda para evitar cuellos de botella que podrían obstaculizar el crecimiento de su colonia.
Porque lo que diferencia a Scorchlands de otros juegos de construcción y automatización es la inmediatez en la producción de recursos. Por ejemplo, una cantera produce piedra instantáneamente, y esta se encuentra disponible de inmediato donde se necesite. Este enfoque permite a los jugadores experimentar rápidamente con diferentes soluciones sin preocuparse por complejas cadenas logísticas.
Sin embargo, la verdadera prueba en Scorchlands radica en la gestión de la logística de transporte de recursos entre las colonias. Aquí es donde entran en juego los elementos más innovadores del juego: los láseres, espejos y catapultas. Estos dispositivos se utilizan para transferir recursos entre colonias, lo que, aunque visualmente atractivo y divertido, puede volverse tedioso a medida que tus colonias se expanden y crecen.
Esta características tan diferencial de Scorchlands como es el uso de láseres para transportar recursos entre colonias pone en juego la capacidad logística del jugador. Este sistema no solo es visualmente atractivo, sino que también añade un desafío táctico al juego, ya que los jugadores deben posicionar cuidadosamente sus colonias y estructuras para maximizar la eficiencia del transporte. Además, el uso de espejos y catapultas para redirigir y extender el alcance de los láseres añade una dimensión de resolución de puzles al juego.
Otro aspecto destacado de Scorchlands es la capacidad de realizar rituales mágicos para terraformar el mundo y empoderar biomas, cada uno de los cuales ofrece recursos únicos y oportunidades de expansión. Por tanto, en Scorchlands, no solo se trata de construir en el terreno que tienes; también de modificarlo. A medida que avanzas, desbloqueas tecnologías/magias que te permiten transformar terrenos volcánicos en biomas habitables. Esta habilidad de terraformación es esencial para expandir tu colonia y acceder a nuevos recursos y tecnologías.
Aunque no es el enfoque principal del juego, Scorchlands también incorpora elementos de combate. Los jugadores deben defender sus colonias de criaturas hostiles que habitan en el planeta. El combate es simple pero estratégico, requiriendo que los jugadores posicionen sus unidades de manera que se beneficien de los «boosts» y flanqueen a los enemigos para eliminarlos. Aunque el sistema de combate no es muy profundo, su simplicidad contribuye a romper la monotonía de la gestión de recursos sin abrumar al jugador.
A pesar de ser un juego centrado en la construcción y gestión, Scorchlands no ha dejado de lado la creación de un mundo completo e integrado. Los diálogos humorísticos y el desarrollo de la historia, presentados a través de personajes peculiares como Patrick, el «furry» que dirige el tutorial, y el Dr. Gunther, un científico aviar, añaden un toque de frescura y entretenimiento que hace que el juego sea más que solo un constructor de colonias.
¡Sólo un rato más!
Cada campaña será diferente a la anterior, así como la distribución de recursos. Los mapas generados proceduralmente aseguran que ninguna partida sea igual a la anterior, lo que añade un valor significativo a la rejugabilidad. Además, el sistema de tecnología del juego está diseñado para mejorar tu progresión, desbloqueando nuevas herramientas y habilidades que mantienen el juego fresco y desafiante.
OPINIÓN:
Scorchlands es un juego que toma lo familiar y lo mezcla con ideas innovadoras, creando una experiencia fresca y atractiva para los fanáticos de los juegos de construcción de colonias. Su enfoque en la terraformación, el transporte de recursos a través de láseres, y la integración de elementos de RPG y combate, lo convierten en una propuesta única en el mercado.
Scorchlands demuestra que un juego no necesita combates intensos o gráficos de alta gama para ser entretenido. En lugar de ello, se apoya en su capacidad para ofrecer una experiencia agradable, donde la estrategia y la gestión son las protagonistas. Esto lo convierte en una excelente opción para aquellos que buscan un título que puedan disfrutar a su propio ritmo, sin la presión de enfrentarse a desafíos demasiado exigentes.
El juego es lo suficientemente accesible para los nuevos jugadores de este género, pero ofrece suficiente profundidad para mantener interesados a los veteranos. Su combinación de adicción y relajación es una de sus mayores fortalezas
GRÁFICOS: Visualmente, Scorchlands es un juego brillante y colorido. Los efectos visuales, como el movimiento de las baldosas hexagonales cuando se colocan edificios, añaden un nivel de inmersión que se complementa con la música y los efectos de sonido.
NIVELES: El diseño de mundo y su generación procedural junto a la pequeña historia integrada hacen de este juego un buen juego. El mundo está equilibrado pero la habilidad del jugador es esencial.
SONIDO: La música del juego complementa perfectamente esta experiencia, ofreciendo melodías relajantes que mejoran la inmersión y ayudan a mantener la calma mientras construyes y expandes tus colonias.
JUGABILIDAD: Quizás dónde más flaquea es en la jugabilidad, dónde a veces los menús o los controles no son del todo intuitivos.
ENTRETENIMIENTO: La verdad es que el juego es atractivo y entretenido, pero en mi opinión personal le falta un pequeño punch a la hora de pedirte jugar más y más horas.
Desde Somos Gaming queremos dar las gracias a GamePress y Star Drifters por facilitarnos clave del juego
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