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El Indie y los Videojuegos. Volumen 5 REPORTAJES

El Indie y los Videojuegos. Volumen 5

La inventiva española en la historia

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Nuestra piel de toro es terreno abonado para el ingenio, ya sea para bien, con inventos patrios que seguro que os sorprenderán, como para nuestra ancestral picaresca de la que tenemos innumerables casos incluso en nuestra literatura.

Aparte del futbolín, o los palos de la fregona y el ChupaChups respectivamente, ocurrencias que pueden parecer menores, pero que oye, hay que caer, tenemos a toda una caterva de genios de primer nivel.

Por nombrar algunos prohombres destacados empezaremos por Isaac Peral y el submarino, que perfeccionaría después Narcis Monturiol, Leonardo Torres Quevedo, que perpetró uno de los primeros controles remotos y un precursor de los actuales teleféricos, o Juan de la cierva, que con su autogiro abriría el camino al actual helicóptero, y, entre otros muchos que podríamos nombrar, terminaré hablando de un paisano mío que, aunque no tan ilustre como debería, fue un inventor adelantado a su época; el genial Emilio Herrera, el cual, entre muchos otros ingenios, ideo un traje presurizado que terminaría, con las modificaciones lógicas por el avance de la tecnología, siendo el que llevaría Armstrong cuando dijo su famosa sentencia sobre la impresión sus huella en el polvo lunar por primera vez en la historia.

Y no puedo olvidarme de esas mentes preclaras que ponían palos a cosas; Ángel Rodríguez Ruiz, creador del famoso dulce, y Manuel Jalón Corominas, el cual puso un palo a un mocho que hizo para nuestras rodillas y riñones la vida mucho más fácil.

Por poner un curioso ejemplo que aúna genialidad y picaresca, os recuerdo la historia que ya conté sobre la Magnabox Odisey de Baers Broum; en España se creo un clon, por supuesto sin ningún tipo de permiso, de está la primera videoconsola de la historia, siendo a su vez esta remedo la primera maquina de videojuegos europea, y mejorando a la original, cosa que el propio Baers, asumiendo ya que su invención se le había escapado de las manos, aplaudió.

 

Y después de está lección trucha sobre la historia del ingenio español que nadie pidió, vamos al lio.

 

Nacimiento del videojuego indie en España.

 

Ya concertamos en nuestro articulo retro dedicado a Pong que el seminal videojuego creado por Atari en 1972, de forma también bastante indie, y convertido en un éxito absoluto de ventas y un fenómeno social de índole global, sería el que el pistoletazo de salida oficial a la era de los videojuegos, pero fueron los años ochenta del pasado siglo cuando llegaría a España, de mano principalmente de los micros de 8 bits Spectrum y Amstrad, la oportunidad para los adolescentes más curiosos de la época de aprender los arcanos de la programación informática.

Para esto fueron fundamentales algunos aspectos como la aparición de las revistas del estilo de «Micromania» entre otras muchas, que además de tratar la actualidad sobre el tema, daba los códigos escritos de juegos para que tu mismo pudieras programarlos en tu ordenador. Y claro, esto ya te daba pie curiosear y trastear en los algoritmos; «y si cambio estos valores, ¿Qué pasa?

En mi caso, como en el de muchos otros, sería fundamental el libro «Basic», un manual muy tocho sobre programación para Spectrum que venía con la maquina, al menos en mi versión, la de 128k+2, y el cual, teniendo en cuenta los 4, 7 y 9 años que teníamos mis hermanos menores y yo, nos costaba entender, fue la semilla de la que germinaron dos programadores titulados, y tres grandes amantes de los videojuegos. Nada mal.

 

 

A título personal, y aquí os estoy colando una de mis ya clásicas, y en este caso muy breve, «batallitas del viejo Choko»; un primo nuestro, algo mayor que nosotros, nos pasaba códigos de juegos escritos a mano en una hoja de libreta. Eran otros tiempos, tiempos maravillosos.

Ya comentamos también en el capítulo retro sobre los micrordenadores que estos fueron todo un fenómeno en aquellos tiempos, y que en España y en tierras anglosajonas lo del Spectrum y el Amstrad fue una locura, por lo que también existía un boca a boca intenso que provocaba un fluido estraperlo de conocimientos y códigos entre muchos de sus usuarios.

 

Jóvenes prodigios

Todo este caldo de cultivo favoreció durante la década de los 80 a que, con la llegada de estos micrordenadores de 8 bits, adolescentes, en ocasiones casi niños, se lanzaran a las procelosas aguas del lenguaje de programación, con la curiosidad propia de la edad y la pasión por aquel aún joven fenómeno videojueguil que a nuestros mayores resultaba tan ajeno, con resultados en algunos casos espectaculares, y que terminarían por dar lugar a algunas de las compañías y programadores más míticos del panorama nacional de la época, al tiempo que a algunos videojuegos que ya forman parte de la historia.

Ya sabéis que no me gusta ahondar demasiado en datos, para eso esta la infalible Wikipedia, pero en este caso es de recibo daros algunos de estos nombres propios para que podáis rastrearlos por vuestra cuenta, sí queréis, así que allá vamos.

A todo jugón más o menos veterano le sonara «Dinamic», fundada en 1983 por los hermanos Paco y José Antonio y origen, entre otros muchos, del archiconocido y longevo PC Futbol.

Tampoco os serán extrañas a los jugadores de estos micros compañías como «Topo Soft» u «Opera Soft», que nos dieron grandes títulos y mucha diversión, siendo los pioneros de una incipiente y poderosa industria del videojuego español.

Topo fue fundada por unos jóvenes entre los que se encontraban Javier Cano y Emilio Martinez, y a los que tengo que agradecer el haber podido disfrutado mucho del «Emilio Butragueño Futbol». Aún conservo esa cinta

En cuanto «Opera Soft» y gracias sobre todo por la desenvoltura con el lenguaje de programación de Paco Suárez, esta compañía nos dio un buen puñado de grandes títulos, pero sí hay uno que destaca por encima de cualquier otro en el imaginario colectivo gamers, y ese juego no es otro ese es el legendario «La abadía del crimen», una obra jugable magnifica basada en la novela de Umberto Ecco «En el nombre de la rosa» y publicada en 1988 para el goce de los jugones del pasado siglo.

 

 

Caída del juego indie español

Después de esta edad de oro del videojuego español, en los noventa llegaría la caída del mismo, sobremanera en su aspecto indie. La llegada de las videoconsolas de 8, 16 y 32 bits en esos años provoco que el exitoso panorama del la creación de videojuego en nuestro país decayese rápidamente ante el desafío de adaptarse al desarrollo para las nuevas maquinas, la inversión estatal también fue un gran hándicap frente a las industrias multimillonarias de Japón y EEUU.

Aunque la proliferación, abaratamiento y rendimiento creciente de los PCs a lo largo de la década proporciono un nicho para el desarrollador indie, el videojuego indie español sufrió en demasía, aunque algunas compañías aún sobrevivieron durante años, como es el caso de Dinamic y su ya nombrado PC Futból.

Y una mención especial merece Pyro Studios la cual, fundada en un ya avanzado 1996, logro un enorme éxito internacional con un concepto jugable de estrategia militar en tiempo real tan bello como adictivo, y que seguro muchos recordareis con cariño; el inigualable «Comandos»

 

 

Para terminar, siendo consciente de que me dejo mucho en el tintero y aunque sea fuera del ámbito nacional que nos ocupa hoy, permitidme nombrar, como ejemplo muy destacado, a gran «Doom», el mítico shooter 3D en primera persona, juego que iniciaría uno de los géneros más fecundos y jugados de la historia, llevándonos a día de hoy a los omnipresentes COD o Fornite, por nombrar solo dos de entre tantos y tantos otros.

«Doom», como uno de los grandes juegos indie de la historia y germen de los juegos de tiros, tendrá su propio volumen en esta sección. Y sobre los juegos de tiros en general se está preparando por mi parte un merecido reportaje a fondo sobre el tema. Ya llegará.

Mientras tanto, manteneros a cubierto y con el cargador lleno. ¡Y cuidado con los malditos camperos y los niños rata!

Y aquí lo vamos a dejar por hoy, pese a la muchísima información e incontables historias sorprendentes y locas sobre aquella era dorada del indie y del videojuego español en general de las que no he hablado, como la inverosímil y divertida llegada de las primeras quinientas unidades de Amstrad a España, gracias a la genialidad y picaresca de otro prohombre del videojuego patrio. Para ahondar en estos temas, la mar de interesantes, os remito a los grandes libros sobre estos tiempos publicados por expertos, y en ocasiones por los propios protagonistas.

 

Y con esta recomendación que tampoco nadie pidió me despido por hoy, deseadnos, como siempre, buenas partidas.

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