Todo el mundo conoce a Mario y a Sonic, los personajes más populares de la historia de los videojuegos. Tanto es así que han sobrepasado el mundo gamers para convertirse en parte de la cultura pop, con múltiples adaptaciones de TV y cine, algunas muy recientes. Pero hubo otro gran icono antes de ellos, de hecho, fue el primero, y como los dos mencionados anteriormente, se convirtió, casi de inmediato, en parte de la cultura popular. Me estoy refiriendo, nada más y nada menos que al gran Pac-Man.
¿Quién no conoce a este tipo?
En 1980 los videojuegos estaban en plena explosión, títulos como Space invader o Asteroid ya eran grandes éxitos internacionales, pero ninguno tenía una cara visible, un protagonista, y entonces llego, de la mano de la mítica Namco, Pac–Man. Una de las anécdotas más conocidas, y confirmada por el autor, Toru Iwatani, es que la idea del pequeño comilón amarillo surgió al ver una pizza a la que le faltaba una porción, lo que se asimilaba a una boca abierta, el resto es historia.
Tan sencillo como efectivo
El videojuego fue un éxito, sobre todo en EEUU donde se hizo tremendamente popular. Las ganancias se dispararon, se calcula que llegaron a los 1000 millones de dólares, más que las pelis de Star Wars, por hacernos una idea del pelotazo. El juego en si es pionero en su mecánica de frenética persecución, y de lo adictivo que es poco hay que contar. A día de hoy sigue siendo divertido y un auténtico reto.
Confieso que yo no jugué mucho de chaval, soy del 80, y cuando empecé a jugar a arcades de forma más consciente estas ya estaban dominadas por otros juegos como “Stret figther”, “Doble dragón” o “Ghost & Gobling”, por ejemplo. Sin embargo, sí que le tengo un cariño muy especial, pues es al primer videojuego que al que jugué. Pusieron la máquina en el bar de unos familiares al que íbamos a menudo, y aquella novedad para un niño de 5 años de la época era una locura. Incluso me acuerdo de que los adultos también se echaban sus partiditas mientras que los peques mirábamos embobados, por lo que tiene un lugar privilegiado en mi nostálgico corazoncito gamer.
No se si era esta la máquina a la que jugué, pero se le parece
Pero mejor dejemos las batallitas y paso a contaros algunas curiosidades que he descubierto investigando para este artículo. La que más me ha llamado la atención es que cada fantasma tenía su propia personalidad; El fantasma rojo de llama Shadom y su apodo es Blinky, y persigue al nuestro protagonista por todo el laberinto, el rosa es Speedy, conocido también como Pinky, y se dedicaba a tratar de tender trampas, el azul es Bashful, o Inky, y su misión es apoyar a Blinky, y el naranja, Pokey, de mote Clyde, se mueve al azar por el mapa. Esto me ha resultado muy curioso y le aporta una profundidad jugable que yo desconocía.
¿Sabíais lo de los fantasmas? Yo no
También destacar que su nombre original era Puck–puck, que en japones es la onomatopeya de comer, y viene a ser nuestro ”nañ–ñan”. Luego se llamó Puck–Man, lo cual no sonaba muy bien en ingles porque pukc se parece mucho a puke, que significa “Vomitar”. Así que finalmente se quedó con Pac–Man.
En principio el juego no tiene fin, aunque en la práctica no se puede pasar del nivel 255, pues en la 256 se produce el error de “pantalla dividida” que impide seguir jugando. Esto da pie a la llamada “partida perfecta”, que es llegar a este nivel sin morir ni una vez y con la máxima puntuación posible. Hay cierta controversia sobre un jugador que supuestamente logró, pero parece que no fue del todo legal. Incluso en 1998 se ofreció un premio para quien consiguiera superar el reto y a día de hoy el premio sigue sin ser reclamado.
Hasta un error se convierte en legendaria con este titulazo
Se han creado cerca de 80 versiones del juego, más allá de infinidad de clones, y la familia de Pac-Man fue creciendo con el tiempo, pero hay una que destaca sobremanera, pues si este juego fue el primero que atrajo a muchas chicas a los salones recreativos, la aparición de la señora Pac-Man fue el punto de inflexión que las llevo a jugar en masa. La cosa es que en japón solían hacer visitas a los recreativos para comprobar que títulos funcionaban mejor, y se percataron de que apenas había ninguna chica por allí. Los títulos de la época eran de disparos o deportes, temáticas que no interesaban demasiado a las jóvenes del momento, y empezaron a pensar en que hacer para añadir los yenes de las jóvenes a sus arcas, y fue Pac–Man quién cambio ese paradigma para siempre.
Las jóvenes del momento se iniciaron en los videojuegos con Pac–Man y Sr.Pac–man
Por último, y para recalcar su enorme impronta en la cultura popular, decir que Pac–Man, aparte de su propia serie de animación, ha aparecido en obras como Tron, Top secret, Rompe Ralph, Pixels o guardianes de la Galaxia vol 2, por citar solo algunas, además de numerosos cameos en diferentes videojuegos.
Pac–Man tiene un papel espectacular en “Pixels”, una divertida peli de videojuegos
Es cierto que con los años personajes como Lara Croft, Cratos, Solid Snake, Crash Bandicoot, por poner algunos ejemplos, han ganado gran popularidad, pero sin duda, nuestro protagonista de hoy, junta con los mencionados Sonic y Mario (Que ya tendrán su propio artículo) forman el tridente de los más relevantes personajes de la historia de los videojuegos por derecho propio, siendo nuestro glotón amigo el que abrió el camino, cambiando para siempre, como hicieran antes “Pong” o “Space invaders”, el mundo de los videojuego.
¡Larga vida a Pac–Man y familia!
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