Análisis – Garden Life: A Cozy Simulator

Análisis – Garden Life: A Cozy Simulator

Tu propio jardín Zen en Garden Life: A Cozy Simulator

 

 

Hoy tenemos ante nosotros un elegante simulador de “jardinero”. Si, sin duda es así como describiría este juego que gracias a Nacon cayó en mis manos y acaba de salir a la venta para poder caer en las vuestras.

Sinceramente, este fan de todo tipo de simuladores, no sabía exactamente que podría encontrar en este juego y me ha sorprendido gratamente. Comienzo explicando de que va y así vais descubriendo porqué.

En este juego tenemos lo primero que elegir entre dos posibilidades: Modo historia y modo creativo. Este último es lo que llamaríamos modo libre y al que desde el principio podemos acceder y dar rienda suelta a nuestra habilidad creativa y de jardinería, pero ya lo veremos más adelante.

 

 

En el modo historia somos el nuevo jardinero del pueblo y vamos a hacernos cargo del jardín comunitario que hay en las afueras. La antigua jardinera ha fallecido (aunque estará muy presente, y no pienso desvelar más) y nos toca seguir con su trabajo y mantener bonito el jardín y contentos a los habitantes. Comenzaremos con un breve pero útil tutorial para conocer los conceptos y operaciones básicas a realizar, y enseguida nos pondremos manos a la obra A mancharnos las manos de tierra que diría mi abuelo

Empezamos con una pequeña parcela del jardín, y algunas semillas que nos da Leslie, la abuelita encargada de la tienda del pueblo donde iremos más de una vez por herramientas y otras necesidades. Una abuela muy simpática pero que da algo de yuyu, yo creo que esconde algo Tendremos que arrancar algunas malas hierbas, arreglar un poco el sitio e ir plantando las semillas donde queramos. Después toca regar, fumigar los bichos o plagas y en definitiva cuidar las plantas para que estén bien y florezcan. Cuando esto último ocurra podremos podar las flores y crear bonitos recortes o ramos con ellas, así como obtener nuevas semillas para plantar más y acabar teniendo grandes cultivos del tipo de planta que sea o incluso a veces “mutarán” y obtendremos variantes de otro color.

Mientras, en el buzón del jardín, los habitantes del pueblo nos irán dejando encargos a modo de petición de cierto tipo de ramos o de ciertas flores, que si vamos completando nos irán dando dinero. Ese dinero deberemos ir usándolo para comprar herramientas, nuevos tipos de flores o decoraciones para el jardín. Casi todo ello en la tienda de nuestra querida Leslie… Buen negocio tiene montado, si señor

 

 

Nuestro propio jardín Zen para hacer lo que queramos

Todas las acciones son con relativa libertad, podemos plantar donde queramos lo que queramos, hacer las labores que nos vengan en gana, o sentarnos y ver pasar el tiempo mientras disfrutamos de las vistas florales, los cantos de los pájaros o el sonido del agua. Incluso del delicioso ruido de la lluvia en el jardín o dentro de nuestra caseta.

En dicha caseta disponemos por cierto, de un banco de trabajo donde crear los ramos o decoraciones, un armario para guardar semillas y otro para las herramientas, así como una mesa de oficina donde tenemos un libro con nuestros apuntes sobre flores y otras cosas. También hay una lista en la pared con tareas pendientes de la antigua jardinera, que deberemos ir completando para que “descanse en paz”, y ya estoy dando demasiadas pistas.

Ampliando tu trocito de naturaleza

Cómo comentaba al principio, empezamos en un pequeño trozo de jardín, con un puente roto y escombros que no dejan ir a más sitios. Para ampliar deberemos ir avanzando en la historia e ir completando recados para algunos de los curiosos habitantes del pueblo, que iremos conociendo y nos ayudarán a mejorar el jardín y el propio pueblo.

Podremos tener nuestro propio mirador o incluso un enorme invernadero con riego automático entre otras cosas.

Estos favores a nuestros vecinos nos sirven también para conseguir nuestro propio puesto en la plaza del pueblo, donde cada día vender el fruto de nuestro trabajo en el jardín.

Como podéis ver se trata de un juego muy entretenido y con multitud de alicientes en este modo historia.

 

 

Tranquilidad absoluta

Pero se trata también de un juego para relajarse y disfrutar del jardín o crear hermosos rincones florales. Para simplemente pasear o sentarse un rato
Para ello tenemos el modo creativo o libre del que hablé en las primeras líneas. Aquí no hay tiempo, ni obstáculos en el jardín. Tenemos todo desbloqueado desde el principio. Podemos cambiar tipo y color de algunos elementos y crear algo completamente distinto cada vez que queramos.
Muy recomendable para olvidarse del reloj y el caos diario durante unos instantes.

 

 

Detalles

Así pues estamos ante un juego este Garden Life: A Cozy Simulator con una gran jugabilidad dentro de los límites que nos marca nuestro propio jardín. Con unos gráficos atractivos y diferentes, no reales, pero con bonitos detalles. Eso sí, a veces me he encontrado en mi Switch con “sobrecarga” en plantas o escenarios y provocaba que no se vieran algunas flores o que pareciera durante unos instantes un amasijo verde en la pantalla. Pero casos puntuales.

El sonido está bien trabajado, disponemos de una banda sonora relajante como compañera y muy buenos efectos cómo la lluvia, pájaros, grillos Detalles que aportan mucho.

La historia, dentro de la sencillez, está bastante bien, y los personajes son de lo más variopinto y curiosos (sigue dándome mala espina la abuelita Leslie…)

 

 

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David
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