Análisis – Maliki : Poison Of The Past
Magia, viajes en el tiempo y rol de lo clásico
La verdad es que tengo que decir que tener que reseñar este juego ha sido una experiencia como el propio juego: una experiencia de viaje al pasado y vuelta a reintentarlo. Cuándo lo probé hace unas casi tres semanas me resultó una buena experiencia, cuándo nos cedió la clave para Nintendo Switch Ankama, sus creadores. Y de hecho, comencé la reseña. Luego, por motivos de trabajo estuve una intensa semana fuera. Luego a la vuelta al trabajo diario y la redacción de SomosGaming me puse en modo “apagando fuegos”, y para desconectar me puse a jugar otra vez, pero cuándo fui a comenzar la reseña me di cuenta de que la tenía esbozada. ¿Y sabéis lo más curioso? En esta segunda ocasión que recomencé el juego, me apasionó todavía más que la primera.
¿Y cuál es la razón? Pues que Maliki tiene mucho de rol, de RPG de aventuras con estilo clásico. Y eso siempre me gusta, a mi que tengo tanta pasión por esos juegos con un toque a los grandes clásicos y juegazos que son referencia en su género. Pero es que además, en un entorno fantástico (y no hay nada que fascine más a un apasionado de Tolkien que la buena fantasía bien contada…) se atreve con elementos de viajes en el tiempo. Hola. Uno de los grandes temas de la ciencia ficción. ¡Qué locura! Esta premisa me parece excelsa, la verdad. Pero… ¡Todavía hay más! ¡Está basado en un cómic! Para ser concretos, un webcomic, con un estilo bastante característico y reconocible.
¿Qué es entonces Maliki: Poison of the past? Ya hemos comentado que es un RPG, pero hay que decir que no es “puro”, ya que combina “farm simulation” y combate por turnos con un toque de aventura temporal. Con un estilo artístico «infantil» esconde una narrativa más profunda de lo que aparenta. El juego está disponible en Steam y Nintendo Switch, vio la luz el pasado 22 de abril de 2025. La pregunta principal es, ¿esta mezcla tan dispar puede funcionar?
Pantalla de inicio
Desde mi punto de vista, al iniciar Maliki: Poison of the Past, la primera impresión visual es innegablemente buena. El estilo gráfico, caracterizado por personajes de proporciones chibi y escenarios como dioramas detallados, es encantador y distintivo, y más aún si comparas luego a los personajes con su versión del webcomic.
El menú principal, de diseño limpio y funcional, nos introduce de lleno en la atmósfera del juego. Rápidamente se establece la premisa central: un RPG por turnos con una fuerte componente narrativa y exploración a través de diferentes épocas, donde monstruos vegetales han invadido el mundo, y nosotros, como héroes, debemos detenerlos. La mecánica fundamental de manipulación temporal en combate se intuye ya desde los primeros vistazos, y es un elemento creo que bastante diferenciador con respecto a otros juegos.
¡Empezando a jugar!
Al comenzar una partida, esta nos introduce de inmediato en la piel de Sand, la protagonista, quien se ve inesperadamente envuelta en una lucha contra Veneno, una entidad con la capacidad de distorsionar el espacio-tiempo. Los primeros compases nos guían a través de un tutorial integrado de forma natural en la narrativa, presentando los controles básicos de movimiento, interacción con el entorno y los fundamentos del combate por turnos. La historia atrapa desde ese primer momento, y todo está bastante bien hilado, hasta ciertos golpes cómicos que sirven de buen contrapunto.
La introducción de personajes clave como Fang, Becky, Fenimale y, por supuesto, Maliki, se realiza de manera orgánica y bastante paulatina, estableciendo las bases de un grupo heterogéneo destinado a viajar a través del tiempo para hacer frente a la amenaza. La Hacienda, un refugio atemporal fuera del alcance de Veneno, se presenta como un centro neurálgico donde el tiempo fluye de manera diferente, lo que nos ofrece una capa de gestión y progresión fuera de las misiones principales, donde tendremos ese elemento de granja que me ha gustado siempre bastante. Estos primeros pasos logran enganchar al jugador gracias a la narrativa y la estética.
Es posible que para algunos, por causa de la cantidad de información proporcionada en estos primeros compases del juego, se le hagan los primeros minutos narrativamente confusos — con diálogos sobre «portales temporales» y «energía cósmica» —, pero la curva de aprendizaje es suave, y el juego rápidamente se hace querer, sobre todo a los que conozcan los juegos de RPG, ya que los primeros pasos nos muestran el sistema de combate por turnos, que recuerda a juegos clásicos, pero con elementos tácticos interesantes.
Disfrutando de la partida
La experiencia central de Maliki: Poison of the Past reside en su combinación de exploración temporal y combate por turnos con una mecánica distintiva: la manipulación de la línea temporal durante las batallas. Los viajes a diferentes épocas, cada una con sus propios desafíos y criaturas corrompidas por Veneno, mantienen la experiencia fresca y variada. La necesidad de resolver puzles ambientales y completar misiones secundarias de búsqueda añade profundidad a la exploración, incentivando al jugador a interactuar con el mundo que le rodea.
La Hacienda se revela como un elemento crucial para la progresión. La recolección de «soplos de vida» al derrotar jefes y su posterior depósito en el Árbol de las Mil Raíces desbloquea nuevas áreas de la finca, permitiendo el cultivo de alimentos que proporcionan beneficios en combate al ser cocinados. La ofrenda de «naturones» al árbol abre nuevas zonas para explorar y cultivar, creando un ciclo de mejora constante. Las conversaciones con los compañeros en la Hacienda profundizan en la historia y permiten mejorar el equipo a través de accesorios y módulos de combate.
El sistema de combate por turnos destaca por la introducción de los «cronopuntos», que permiten manipular la línea temporal para obtener ventajas estratégicas. La gestión de estos puntos, que se recargan lentamente pero pueden acelerarse con la concentración, se convierte en un factor clave para la victoria, especialmente contra enemigos más desafiantes. La diversidad de habilidades de cada personaje, divididas en cuatro tipos con sus respectivas fortalezas y debilidades elementales, fomenta la planificación estratégica y la explotación de las vulnerabilidades enemigas.
Las misiones secundarias, que se desbloquean tras liberar cada zona temporal de la influencia de Veneno, ofrecen recompensas valiosas y expanden la narrativa del juego, aunque algunas puedan sentirse repetitivas al basarse en la recolección e intercambio de objetos. El backtracking, si bien no es obligatorio, se recomienda para aquellos que buscan completar todos los contenidos del juego.
Maliki brilla en su dualidad de géneros y los combina de una manera totalmente integrada en la historia, ya que con esos dos puntos de RPG (combate e historia) y gestión de la Hacienda, tenemos un campo muy rico con el que disfrutar. La Hacienda funciona como un hub central que se expande al aportar los naturones (energía recolectada al cuidar plantas) al Árbol Temporal. Esto desbloquea nuevas zonas, parcelas de cultivo y misiones. Diversidad de herramientas añaden profundidad al sistema agrícola. Desde el punto de vista RPG, los combates por turnos con twist temporal son curiosísimos: los turnos se gestionan en una barra horizontal, y existen habilidades únicas que nos permiten aprovechas las habilidades temporales de las que disponen nuestros personajes cambiando turnos. La parte narrativa, ya dentro del juego, nos ofrece diálogos ligeros pero carismáticos, con toques de humor (como la obsesión de Fang por los huevos). La relación entre San y Maliki sugiere un misterio mayor, vinculado al cómic original… ¡Y me encantan estos crossover!
Por tanto, «Maliki: Poison of the Past» destaca por su jugabilidad. El combate por turnos se combina con la exploración de escenarios detallados y la interacción con personajes carismáticos. Y la historia que nos lleva a viajar en el tiempo, enfrentándonos a enemigos peculiares y descubriendo los secretos del dominio está bastante bien cuidada, así como el trasfondo de los personajes.
Quiero hacer un pequeño hincapié en la gestión de la hacienda, que se centra en la agricultura, la recolección de recursos y la interacción con los pintorescos habitantes. Podemos arar la tierra, plantar semillas (inicialmente zanahorias y trigo), recolectar las cosechas y utilizar estos recursos para progresar en la aventura. La mecánica de los «naturones», cristales verdes que emanan de las plantas saludables y que alimentan el «Árbol de las Mil Raíces», añade un componente de fuerte mensaje ecológico y de gestión a largo plazo. La interacción con personajes como Fenimale, la experta en botánica, y Becky, la ganadera (aunque inicialmente solo veamos pollos), nos da pie a varias misiones secundarias y una profundización en el lore del juego.
¡Sólo un rato más!
Aunque Maliki: Poison of the Past se centra principalmente en la experiencia para un jugador, su sistema de juego y la posibilidad de experimentar con diferentes combinaciones de personajes y estrategias de combate ofrecen una considerable cantidad de tiempo en la propia campaña. La exploración de todas las épocas, la búsqueda de secretos y la culminación de todas las misiones secundarias proporcionan una duración de juego sustancial. La ausencia de un modo multijugador no desmerece la experiencia, dado el enfoque narrativo y estratégico del título. Apostaría a que unas 20 horas pueden ser un tiempo adecuado para sacarle bastante jugo a este juego, su exploración, los puzzles y las diferentes estrategias de combate.
OPINIÓN
Maliki: Poison of the Past me ha parecido un juego que si bien no innova en los elementos narrativos, se presenta como una propuesta con toques de innovación interesantes dentro del género RPG. A destacar sobre todo su distintivo estilo gráfico y su guión bien elaborado, lleno de giros y con una notable traducción al español, que son puntos fuertes innegables. Lo raro que es ver un buen juego, aunque no innove demasiado en las mecánicas esenciales, hace de este un elemento a tener en cuenta. Su combinación de RPG con granja no aporta nada nuevo al mundo de los videojuegos pero con la profundidad de sus personajes y la mecánica de manipulación temporal en combate podemos decir que alcanzan un elemento diferenciador y desde luego de calidad potente. Sin embargo, el juego si que tiene algunos elementos negativos, como la dificultad a partir de la mitad de la aventura, donde algunos combates se vuelven excesivamente frustrantes y requieren una cantidad desproporcionada de intentos y grinding, o la cantidad de información inicial, o también que algunas animaciones se sienten algo rígidas. Las mecánicas no son tampoco todo lo intuitivas que podrían, pero eso no resta brillo a este buen juego.
A pesar de este desequilibrio en la dificultad, Maliki: Poison of the Past ofrece una experiencia RPG sólida y original. Con ajustes en su curva de dificultad, es una opción recomendable para aquellos que buscan una aventura con una narrativa cautivadora, personajes muy bien hechos (gráfica y guionísticamente hablando) y un sistema de combate con ideas frescas.
GRÁFICOS: Tenemos ante nosotros un juego con una estética colorida y expresiva, fiel a sus raíces de manga. Evocando en algunos aspectos la estética de The Legend of Zelda: Link’s Awakening en su versión remake.
HISTORIA: El juego marca camino propio a través de una narrativa intrigante y mecánicas de juego que combinan la exploración con el combate estratégico por turnos, recordando a clásicos del género RPG pero con un giro temporal único.
SONIDO: Tenemos una banda sonora relajante que anticipa el tono del juego, y efectos de sonidos que acompañan bien al mismo.
JUGABILIDAD: Quizás un pequeño debe, por esa dificultad elevada al final, y la cantidad de información inicial que además no es intuitiva.
ENTRETENIMIENTO: Para aquellos a los que les gusten las buenas historias y los RPG de vieja escuela, aquí hay muchas horas de entretenimiento.
esde Somos Gaming queremos dar las gracias a Ankama Games por facilitarnos clave del juego
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