Análisis – Real Estate Simulator
Imperio inmobiliario en construcción
En Somos Gaming nos gustan los videojuegos, y la verdad es que nos agrada tocar todos los campos y tipos de videojuegos, por lo que agradecemos a GamePress que nos permita probar el que es el primer juego del estudio.
En esa idea, el ámbito de los juegos de simulación es un mundo particular y especialmente agradecido, dónde la gente se mete a disfrutar de un mundo diferente, o de un empleo diferente al suyo normal. O de ser una cabra, vamos, los simuladores son uno de los géneros más versátiles y dónde cualquier persona puede sumergirse en mundos virtuales para experimentar diversas profesiones o escenarios.
Y aquí es dónde viene Real Estate Simulator, intentando tomar una parte del pastel que corresponde al mundo inmobiliario, tan de moda tanto en USA como en España en la actualidad, prometiendo brindar a los jugadores la emocionante experiencia de administrar propiedades, negociar acuerdos y navegar por las complejidades del mercado inmobiliario real, parecería que este juego tiene un potencial considerable.
Pantalla de inicio
Tenemos que recordar que los juegos de simulación han experimentado un ascenso meteórico en popularidad en los últimos años. Y conviene mirar a simuladores desde “sensatos” o clásicos (aviones por ejemplo) a los más novedosos (tareas mundanas como limpiar en Powerwash Simulator) o bien los muy específicos (complejidades de la vida agrícola en Farming Simulator) y hasta los absurdos (Goat Simulator),ya que el atractivo radica en las experiencias inmersivas que brindan, permitiendo a las personas ponerse en los zapatos de diferentes profesiones o roles y participar en tareas que nunca experimentarían en la vida real.
En su núcleo, Real Estate Simulator tiene como objetivo simular los intrincados trabajos del mercado inmobiliario, permitiendo a los jugadores participar en actividades como comprar, vender y decorar propiedades. El concepto es innegablemente intrigante, aprovechando la fascinación que muchos individuos tienen por las complejidades del mercado de la vivienda, y el comienzo del juego no puede ser más atractivo: directamente a jugar.
¡Empezando a jugar!
Real Estate Simulator, lanzado el 22 de marzo en acceso anticipado, presenta a los jugadores la tarea de convertirse en agentes inmobiliarios y desarrollar un imperio desde un modesto inicio en los barrios más pobres. Y lo poco que nos explican nada más comenzar es un par de indicaciones, de cómo mover a nuestro agente en un entorno 3D algo desactualizado, y cómo interaccionar con el PC, en el cual se realizarán muchas de las acciones del trabajo, más allá de salir a comprar las viviendas.
En este PC tendremos dos opciones, que son básicamente una tienda en la cuál podemos comprar los elementos para decorar las casas (teniendo en cuenta que en el nivel 1 solamente podemos comprar sacos de dormir) y el otro que es la página web dónde se ponen en venta las casas y otros lugares que la inmobiliaria dispone para los clientes.
A medida que avanza la partida, los jugadores tienen la oportunidad de explorar niveles más avanzados en los suburbios y las ciudades, desbloqueando propiedades más valiosas y complejas. El juego se centra en comprar, decorar y vender propiedades para obtener ganancias, y esto nos lo explica el juego en este primer nivel en el cuál podemos comprar propiedades en los Slumbs, esto es, en los arrabales, en las peores partes de las ciudades (algo que no pasaría en el sistema inmobiliario español), y básicamente son contenedores, tiendas de campaña y autobuses abandonados… Lo que para un español se hace extraño, en USA es algo más común, realmente, pero se hace algo chocante moralmente comprar y vender a personas prácticamente en la indigencia. Hablando de esto, el juego está sólamente en inglés.
¿Disfrutando? de la partida
Real State Simulator no logra dejar una impresión duradera en los jugadores, realmente. Las mecánicas de juego de Real State Simulator son lamentablemente simplistas, con jugadores encargados de negociar precios de propiedades sin la profundidad de inspecciones detalladas de propiedades, sin nada más que mejorarlas un poco pintándolas, poniendo muebles y poniéndolas a la venta por un precio más alto del que fue comprada. Este proceso de compra simplificado resta realismo a la experiencia y puede dejar a los jugadores deseando más profundidad y complejidad.
El juego básicamente consiste en salir (andando) de tu oficina, llegar a la ciudad, suburbios o slums con los autobuses o taxis (que simplemente son una pantalla de carga), y allí pasearte hasta ver un cartel de “se vende”, con el precio, entrar, negociar el precio (que permite largas negociaciones sólo escribiendo el precio), y tras ello, si no lo has conseguido, puedes salir y volver a entrar y probar nuevamente, pero casi siempre aceptan un precio mucho más bajo…
Luego, la decoras y equipas (más profundamente si es una casa, menos si es una tienda de campaña que apenas necesita un saco de dormir…), y te vuelves a tu oficina, dónde la pones a la venta, y entonces comienzan a llegar clientes, que no vienen preguntando por lo que has puesto a la venta, si no por sus propios intereses… y escogiendo a los que les puede interesar tus propiedades, se las haces visitar, y negocias con ellos un poco, y terminas sacando la venta.
El juego se hace repetitivo. Y es que tienes que ir siempre a coger el bus para ir a cualquier lado, pero no para volver. Lo mismo cuando vendes. Las imágenes se hacen repetitivas, como se puede ver aquí, y el juego no ofrece nada especialmente interesante para realizar esta tarea repetitiva (logros, misiones, variedad en los personajes…)
Real Estate Simulator presume de un rendimiento fluido, un logro digno de elogio en el ámbito de los videojuegos. Sin embargo, debajo de esta apariencia de competencia técnica yace una experiencia de juego plagada de problemas. Los objetivos del juego a menudo se sienten desconectados de la realidad, lo que lleva a una sensación de disonancia para los jugadores que esperan desafíos inmobiliarios auténticos. Además, el ciclo de juego se convierte rápidamente en monotonía, con tareas que se vuelven excesivamente repetitivas y carentes de variación significativa. Además, las zonas a visitar son las mismas, y te ves comprando la misma casa, autobús o tienda de campaña varias veces… en días siguientes.
A pesar de sus deficiencias, el juego tiene sus méritos. El juego ofrece un concepto interesante que puede atraer a jugadores con gusto por los juegos de simulación. Además, los controles son intuitivos y fáciles de entender, lo que permite a los jugadores navegar por el mundo virtual con relativa facilidad, pero realmente hay que estar seguro de querer jugar a este tipo de juegos.
OPINIÓN:
Creo que a la luz de estas deficiencias, las recomendaciones para Real Estate Simulator dependen de las preferencias personales. Si bien algunos jugadores pueden encontrar disfrute transitorio en esta repetición otros pueden buscar experiencias más sustanciales e inmersivas. A pesar de su potencial para sumergir a las personas en el cautivador mundo de los bienes raíces, el juego sucumbe a las trampas de la superficialidad y la ejecución mediocre. A medida que los entusiastas continúan buscando experiencias de simulación inmersivas y atractivas, es imperativo que los desarrolladores prioricen la profundidad, el realismo y el compromiso del jugador en sus esfuerzos. Solamente entonces podrán esperar crear experiencias de juego realmente memorables e impactantes que resisten la prueba del tiempo.
En conclusión, Real Estate Simulator es para mi un juego que muestra promesa pero que en última instancia no cumple con las expectativas. Aunque ofrece un concepto interesante y mecánicas de juego sencillas, está empañado por gráficos simplistas, un diseño de sonido poco inspirado y tareas repetitivas. A menos que se realicen mejoras significativas en estas áreas, el juego se queda en un quiero y no puedo algo decepcionante.
Y es que en el ámbito de los juegos de simulación, la autenticidad es fundamental. Real Estate Simulator, a pesar de su idea maravillosa, no logra ofrecer una experiencia verdaderamente inmersiva. Si bien el rendimiento fluido del juego puede cautivar inicialmente a los jugadores, su falta de realismo y jugabilidad repetitiva finalmente restan disfrute a largo plazo. Los aspirantes a magnates de bienes raíces pueden encontrarse anhelando una representación más matizada y atractiva de la industria.
GRÁFICOS: Estéticamente, Real Estate Simulator no cumple con los estándares contemporáneos. Los gráficos desactualizados restan inmersión en general, sin lograr cautivar a los jugadores acostumbrados a experiencias visuales impresionantes. Si bien los gráficos no lo son todo, sin duda juegan un papel crucial en la formación del atractivo y la atmósfera de un juego, y que las personas sean en muchos casos iguales hace que el juego no sea interesante
HISTORIA: Repetitividad, en una historia que no tiene más que intentar ser el más rico y alcanzar el éxito en las ventas inmobiliarias
SONIDO: Del mismo modo, el diseño de sonido de Real Estate Simulator deja mucho que desear. La poca presencia de líneas de voz y la presencia de sonidos repetitivos, pueden volverse rápidamente irritantes y restarle atractivo a la experiencia de juego.
JUGABILIDAD: Otro problema evidente con Real Estate Simulator es su jugabilidad repetitiva y su longevidad limitada, no tanto por ser complejo o tener problemas de manejo. Si bien los jugadores pueden encontrar diversión inicial en los mecanismos del juego, la novedad desaparece rápidamente, dejándolos con una sensación de monotonía y aburrimiento. El ciclo de juego, caracterizado por un ciclo repetitivo de comprar, amueblar y venderpropiedades, no ofrece la profundidad y variedad necesarias para mantener el compromiso a largo plazo. Como resultado, los jugadores terminan buscando experiencias más gratificantes en otros lugares.
Desde Somos Gaming queremos dar las gracias a GamePress por facilitarnos clave digital del juego
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