Análisis – Creature in the Well

Santiago
28, abril 2024
19:30
ANÁLISIS
Tiempo de Lectura 7 minutos
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Análisis – Creature in the Well

Originalidad, calidad y amor por el detalle de parte del indie más artístico y fresco

Lo primero que puedo decir de Criature In The World es que es un videojuego, como mínimo, muy original. También queremos comentar aparte de dar las gracias a Tesura Games que traen el juego en formato físico en Edición Normal y Coleccionista para PlayStation 4 y Nintendo Switch.

Sus propios creadores lo definieron como un juego de espada y pinball, así qué imaginaos. No contentos con esto le añadieron puzles y exploración, todo vestido con un entorno técnico muy particular y una buena historia, para dejarnos un título difícil de clasificar en ningún género, y esto es algo que a priori me parece genial.

También me pareció muy única la forma en que el juego se te presenta. Después de un par de pantallas de introducción bastante curiosas te encuentras con el título del juego en letras amarillas en la parte superior de la pantalla, sobre un fondo de lo que parecen montañas y valles desérticos, ya que una fuerte tormenta de arena los hace bastante borrosos.

Abajo, y en un plano general más cercano y claro, nos encontramos con un brazo de arena donde solo están nuestro protagonista, un androide que es el último de su clase y que, como ya iremos descubriendo, también es la última esperanza de este inhóspito lugar, y frente al él, un arenoso páramo solo roto por tres postes de madera en el lado contrario, a los que, tras unos segundos esperando a que apareciera algún menú y pulsando la x como si no hubiera un mañana (Sí, soy, que le vamos a hacer), me acerque con nuestro protagonista, que a la postre es jugable en esta pantalla inicial, cosa en la que no caí antes de aporrear el mando, a lo que resulta ser tres puntos de inicio/guardado de partida.

Puede parecer algo menor, y seguramente lo es, pero me gustó mucho ese detalle, pues te predispone al juego, además de que empezar con este curioso y minimalista menú me parece la declaración perfecta de unas intenciones artísticas que veremos desarrolladas más adelante y que son parte esencial del mismo.

Tras esto empezamos la partida con algunas hermosas imágenes de este desértico lugar, y vemos como nuestro prota despierta, y después de dar algunos tumbos por la arena se encamina a una ciudad. ¿Qué ciudad? Pues tendrás que buscarla y perderte un poco por el erial que te rodea en el proceso. Tranquilidad, es fácil llegar.

Decir aquí que los efectos sonoros de la tormenta de arena en conjunción con el resto de sonidos es fantástica y te ayudan a meterte en situación al instante.

Entramos en la ciudad, que parece tan desolada como el propio desierto, aunque proto sabremos que no es así, y empezamos a investigarla. Uno de los sitios a los que podemos entrar es a una tienda regentada por un cocodrilo gigante antropomorfo. Cosas que pasan.

En otro lugar encontrarás un agujero donde entrar a las mazmorras, que es la parte del juego donde se desarrolla la acción. Al poco de entrar te topas con una orbe de energía sobre un pedestal y una puerta redonda y cerrada, a la que sí te acercas veras que pone “0/200 energía” (O lo que sea, hablo de memoria) En el suelo encontraras un trozo de tubería al estilo Street of rage II, tu primer arma, con la que golpearas la bola en dirección a unas barreras estilo pinball que te darán la energía necesaria para abrir la puerta y seguir avanzando.

Las primeras veces será como un pequeño tutorial, muy asequible, pero luego la dificultad va escalando con enemigos y trampas varias, entremezcladas con puzles. Y en esta mecánica tan curiosa está al mismo tiempo la mayor virtud y el problema más reseñable del juego, que después comentaremos.

Poco después obtendrás una espada que ocupara el segundo de los tres huecos que tienes arriba a la derecha, junto a la barra de vida, con la que puedes atraer y crear orbes de energía, hasta acumular 3, para después lanzarlos. Aparte de esto, tienes desde el principio un movimiento rápido o dahs sin tiempo de refresco que es muy útil para esquivar ataques y muy agradecido para pasar rápido por algunas zonas y agilizar el juego.

Hablando de la vida, la barra baja con los disparos o las trampas, como era de esperar, pero se puede recuperar. ¿La manera? Tendrás que descubrirlo, eso también es parte del juego, contarte poco y que tenga que ser el jugador el que se busque la vida probando y equivocándose, hasta dar con el modo, y eso le otorga un aroma a videojuego añejo, cuando afrontabas retos que ni sabías de lo que iban, y que a mí me ha gustado.

Nuestro prota irá consiguiendo nuevos y mejores objetos, por lo que merece la pena explorar, aparte de que sí no exploras no encontraras todas las partes del puzle que conforman la historia, que además es intrincada, y que hallaras en notas, ordenadores, escuchando conversaciones y por supuesto hablando con los NPC.

Es una buena historia, aunque no es necesario seguirla para pasarse el juego, lo cual agradecí, pues sí una pega personal puedo ponerle a este juego es que no esté traducido al español para mi querida y vetusta PlayStation 4, más cuando si tiene está opción en otras plataformas. El juego no tiene la culpa de que mi nivel de inglés leído patine cuando la historia se complica, pero el hecho es que no me permitió disfrutar de una narrativa interesante en la que, llegado a un punto, estaba más perdido que pulpo en garaje. Y aunque me busque la vida para conocer la historia, no se disfruta del mismo modo.

En cualquier caso, como decía antes, el relato no es necesario para avanzar en la acción, por lo que no es un problema definitorio, pero si me parece una carencia que, estando ya traducido al español, no se haya incluido uno de los idiomas más hablados en el mundo.

Pero bueno, no hemos venido aquí a llorar, menos cuando he tenido la oportunidad de jugar a un juego tan diferente, y ya no solo en su loca propuesta jugable, sí no también en un apartados gráfico y sonoro muy destacados y, acorde con el resto de la obra, muy originales.

A nuestro personaje lo va siguiendo una cámara casi cenital en ocasiones y bastante lejana, que se va moviendo con mucho gusto, enseñándonos la desolación del desierto y la ciudad, todo en tonos pardos acompañados del sempiterno rugir de la tormenta, para pasar a un estilo de colores fuertes en las mazmorras, que contrasta con la oscuridad del resto de la pantalla.

La verdad es que está muy currado en este sentido, dotando de personalidad cada uno de los 8 sistemas de las silenciosas mazmorras que deberemos recorrer, llegando a imágenes cercanas al ciberpunk, tan lejanas del ruidoso y áspero erial de afuera. Juega con colores lisos sin delinear y texturas sencillas para crear los tres biomas, por así llamarlos, de los que ya hemos hablado, el desierto exterior, la ciudad y las mazmorras.

Otro detalle muy chulo es que en algunos lugares oscuros y profundos del complejo podremos ver los ojos, o en ocasiones las garras, de un bicho de generosas proporciones, que a la postre será el malo de la película, al tiempo que el jefe final de las distintas fases, en cada una de las cuales el bichejo te propone retos cada vez más difíciles, aunque tampoco demasiado. Me recordó a juegos como el Diablo en ese detalle.

Y aquí llegamos a el mayor problema que me he encontrado este, por otro lado, fantástico título y es que, en cierto punto del mismo, la mayor dificultad radica en conseguir enormes cantidades de energía, lo cual te obliga a repetir acciones una y otra vez hasta llegar a ser repetitivo. Para mí en este punto está un tanto desbalanceado, sin ser algo dramático.

En parte ayuda a que este problema no sea grave su duración, de entre 4 y 7 horas aprox, según tu habilidad y como te tomes lo de la exploración. Y es que, lo que podía ser un debe por pocas horas de juego, se convierte en una ventaja, porque esta iniciativa tan única no tenía más que ofrecer, y creo que la duración es la correcta.

De hecho, si se ajustase lo de la energía en algunos momentos creo que sería aún mejor, aunque fuera un poco más corto. Prefiero jugar menos que hacer el mismo puzle veinte veces.

En conclusión, un videojuego a descubrir, una joyita del mundo indie que, una vez más, nos trae una jugabilidad diferente con una mezcla de géneros única, que yo sepa, y con un arte bastante original también, al que la música acompaña de forma fantástica entre temas más suaves y hermosos, incluso melancólicos, con otros más potentes cuando la situación se pone tensa, y con unos efectos sonoros a la altura.

Tan solo decir que puede llegar a ser reiterativo, y que su muy bien traída historia la hubiera disfrutado mucho más traducida al español que en ingles debido a mi pobre capacidad lectora del endiablado idioma de la “pérfida Albión”, dicho esto con todo el cariño para nuestros amigos británicos, claro está.

Historia: Muy interesante y enrevesada, por lo que me pude enterar, que no fue demasiado, y por lo que he leído. Lo de la traducción no me molestaría tanto sí no estuviera ya traducido en otras plataformas. Su motivo tendrá, pero me cuesta entenderlo. Fin de la lloración.

Gráficos: Muy bonitos e interesantes. El desierto, con ese perpetuo rugir de la tormenta de arena, la ciudad, hermosa y desolada, o las coloridas mazmorras tienen un estilo grafico delicioso, original y diferente según la situación. El diseño de personajes también mola, destacando nuestro prota y su némesis. En cuanto a la cámara, no podrás manejarla, la controla el juego, no obstante, el sistema funciona bastante bien, ofreciéndonos en ocasiones algunas escenas muy interesantes, con unos encuadres y ángulos de cámara bellos e imaginativos.

Sonido: Envolvente, con unas melodías adecuadas a cada lugar y momento, destacando para mí la de la ciudad, muy relajante, y que me trajo efluvios de la saga Final Fantasy en sus tiempos de 32 bits. Los efectos muy correctos, destacando el sonido de la tormenta de arena, verdaderamente conseguido y que te mete desde el principio en situación.

Jugabilidad: Única, pues esto de unir espadas y pinball no está visto, que yo sepa, y bastante intuitiva, exacta y divertida, lo cual, junto con la variedad de utensilios a equipar, te ofrece una panoplia bastante decente de posibilidades jugables de afrontar el reto. Lo único negativo es la reiteración en algunos puntos.