Análisis – Crown Wars: The Black Prince
Conviértete en el señor que lidere la batalla contra las fuerzas del mal
Historias detrás de la historia….
En este mundo de los videojuegos, las comparaciones son odiosas, pero son un recurso casi necesario para conocer la esencia de algunos de ellos. Pues en este caso, perdonarme, pero un auténtico fan como soy yo de la saga Xcom, el gran origen de este género de videojuegos, los de estrategia y combate por turnos, no puede evitar deciros que cuando vi este juego que gentilmente nos ha cedido Nacon, enseguida me vinieron las palabras: ¡un Xcom medieval!
Si, estamos ante un juego de estrategia por turnos que enseguida me hizo sentir así, como si mi comando o mi artillero se hubieran convertido en un caballero o un arquero. Naturalmente, esa es la sensación en muchos aspectos, pero son dos juegos muy distintos.
Crown Wars nos transporta a la famosa guerra entre Francia e Inglaterra conocida como la Guerra de los cien años, esa que en realidad duró 116, y mezcla, y esto me ha gustado bastante, los hechos históricos con los ficticios del juego. De hecho en los archivos del juego puedes ver como pone por un lado lo que dicen los libros y nos cuenta hechos reales, y por otro lo que no dicen, que viene a ser la historia del juego.
Nosotros somos miembro de una importante familia, a elegir entre varias opciones y trasfondos, que por culpa de la guerra se ha visto desplazado de su reino, y acabamos teniendo que construir uno nuevo en un dominio prestado… Iremos formando parte de historias paralelas a la original de la guerra mientras ganamos dinero con el diezmo o misiones, así como materiales, que usaremos para desbloquear y mejorar edificios en nuestro dominio.
Trataremos o nos enfrentaremos a Navarros, Bretones, Franceses… Todo en acontecimientos paralelos a la historia que marcarán el devenir de la guerra.
La idea me ha gustado mucho, y las formas también, siendo como digo más que conocidas si eres asiduo a este género.
El combate y las misiones
Vamos a hablar ahora del elemento clave de este juego, sus combates. El juego comienza con una breve introducción, y después nos mete de lleno en un tutorial que son ni más ni menos que varios combates donde vamos conociendo y aprendiendo a manejar, las diferentes clases de soldados así como la mecánica general.
Los combates son fáciles de entender, sobre todo si habéis jugado a algún Xcom (perdón una vez más por la comparación), pero no por ello son fáciles de dominar. Son combates rápidos, con tres acciones por personaje, que te obligan a gestionar distancias, movimientos y ataques correctamente, pues un fallo puede ser desastroso. Deberemos prestar atención a las diferentes habilidades de cada clase para sacarles el máximo partido. Unas habilidades que aumentarán o mejorarán según subamos de nivel el personaje y en base a un árbol de habilidades con dos ramas a elegir (una vez más, hola Xcom).
También es importante el tipo de arma que lleve cada soldado pues variará el alcance, daño y tipos de ataques, y tendrá más o menos habilidad en su manejo. Además también podremos mejorarlas, así como el tipo de armadura de cada clase.
Cómo veis son muchos factores a tener en cuenta y dominar para salir victorioso de cada enfrentamiento o misión, aunque si fallamos siempre nos quedará La Capilla de nuestro dominio, donde curar a los heridos… Estos pueden caer hasta dos veces en batalla y reponerse aquí, pero una tercera seguida significará su muerte.
Yo personalmente he disfrutado mucho de los combates, los movimientos, cinemáticas, los escenarios… hasta la IA tiene buena actitud en algunos momentos del juego y en situaciones que sorprende. Sin embargo la inferioridad numérica en algunos casos es tremenda, y nos obliga a menudo a correr y abandonar el campo de batalla en cuanto cumplimos el objetivo, o a perder tropas sin remedio. Olvidate en algunas misiones de acabar con todos los enemigos pues no dejan de salir, y esto mengua la capacidad de disfrute del juego en numerosas ocasiones.
Entre muros
Cuando no estemos combatiendo, deberemos gestionar nuestro dominio. Al principio comenzamos con lo básico, una sala de mando donde gestionar el escuadrón, las misiones y los barracones donde personalizar los soldados o reclutar nuevos, pero conforme avancemos en el juego desbloquearemos nuevas edificaciones:
– La Capilla, de la que ya hablamos anteriormente, que nos sirve para curar heridas de nuestros soldados.
– La forja, donde mejorar armas y armaduras.
– La prisión, donde retendremos prisioneros para obtener beneficios.
– El mercado, como es obvio, aquí compraremos materiales.
– El laboratorio de alquimia, uno de los edificios más importantes junto a la forja, pues aquí investigaremos y fabricaremos pociones curativas y otras mezclas.
Cada edificio se puede mejorar con dinero y materiales, para así conseguir mejoras importantes en su rendimiento.
La mejora de la sala central, por ejemplo, nos permite tener mas escuadrones para enviar a misiones. Desde aquí también tenemos acceso al mapa, que muestra Francia y alrededores, y nos permite elegir donde enviar las tropas, y si seguimos la historia o nos centramos en objetivos secundarios para ir mejorando nuestros soldados y habilidades.
Y que acabe ya esta guerra….
Pues si, vayamos poniendo el broche final al conflicto y al análisis. Debo decir que estamos ante un juego con mucho potencial, una idea interesante y una buena puesta en escena, pero que podría mejorarse mucho todavía.
Los gráficos están bastante bien, no son nada del otro mundo pero son efectivos y resultones. Los movimientos de los personajes y las cinemáticas de “muerte” cuando acabas con un enemigo, son un buen recurso y están bien, pero solo las primeras 50 veces… me entendéis ¿no?
El sonido es algo pobre para mi gusto. La banda sonora no aporta nada, ni ambiente, ni tensión… nada. Y los efectos sonoros son simples y repetitivos. Está claro que en un combate medieval no hay muchas opciones pero…
La historia me ha gustado. Eso de seguir un hecho histórico pero aportarle un trasfondo paralelo personalizado es una buena idea.
Por último la jugabilidad, el aspecto clave en un juego en este género… Se puede disfrutar de los combates, de la estrategia y de las variadas habilidades de las tropas, pero en demasiadas ocasiones el equilibrio entre las tropas es nulo, no existe. Llega un momento en el que llegas a olvidar la estrategia para abandonar la zona y simplemente cumplir el objetivo, pues sabes que sino entras en un bucle infinito que solo acaba cuando tus soldados mueren. Tampoco hay mucha variedad de tipos de misiones.
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